La posible llegada de Juan Fernando Quintero y James Rodríguez a la liga colombiana ha sido un auténtico alboroto para el fútbol nacional. No solo se trata del retorno de dos talentos que han brillado en el fútbol internacional y en la Selección Colombia, sino que es una oportunidad de oro para que el balompié local se reinvente y recupere protagonismo en el ámbito regional, algo que solo se logra con títulos, traerlos a ellos y no ganar nada es fracaso, como el de Millonarios.
Hay que dejar algo claro: Juanfer y James, hasta Falcao, por talentosos que sean, no ganan campeonatos solos. Su magia individual no es suficiente si no cuentan con equipos sólidos que los respalden. El fútbol es un deporte colectivo, y la historia está llena de ejemplos de grandes estrellas que fracasaron porque lo que armaron a su alrededor era débil. Y con ellos no se van a armar procesos, si los contratan es para ganar títulos. Y obvio para exprimir hasta la última gota de dinero en el mercadeo.
James Rodríguez Foto:EFE
Si los clubes quieren maximizar esta inversión y realmente competir por títulos, deben rodear a estas figuras de compañeros a la altura. No basta con fichar estrellas; se necesita construir equipos equilibrados, con entrenadores capacitados, para responder a la inmediatez que necesita semejante inversión.
Además, su impacto no debe quedarse solo en el show mediático; para que estos fichajes realmente trasciendan, se necesita mucho más que nombres en las camisetas. Desde el punto de vista del mercadeo, su llegada es un golpe maestro. En tiempos en los que la liga colombiana lucha por atraer nuevos patrocinadores y mantener el interés del público, contar con figuras de esta talla ayuda a elevar el perfil de la competencia, y se convierte también en un arma para que los dirigentes del fútbol sigan peleando por el aumento de los derechos de TV, contrato que está a cargo de Win Sports, y que se vence en diciembre del 2026.
Juanfer Quintero. Foto:EFE
Los clubes con James y Juanfer seguramente verán incrementos en la venta de camisetas, entradas y alianzas comerciales. Atraerán la atención de audiencias internacionales y revivirán el interés de los fanáticos locales que se habían distanciado del torneo por su falta de competitividad, aunque eso cambia poco porque el sistema del torneo sigue siendo el mismo y no siempre gana el mejor del año.
Juanfer Quintero. Foto:EFE
En cuanto a la asistencia a los estadios, estos jugadores representan un imán para las graderías. Es innegable que los hinchas querrán ver en acción a ídolos de tal calibre, ya sea por nostalgia o admiración. Esta es una oportunidad para que los clubes capitalicen el fervor de las masas, no solo con boletas, sino mejorando la experiencia en los estadios: infraestructura, seguridad y servicios que inviten al espectador a regresar, para lo que además deben sacar del todo a cualquier violento de los estadios.
James Rodríguez Foto:EFE
El regreso de estas figuras no solo debe ser celebrado, sino gestionado con inteligencia. Juanfer y James son una chispa que puede encender un cambio positivo para la liga, pero el éxito dependerá de cómo los clubes y el fútbol colombiano en su conjunto aprovechan esta oportunidad. Si se queda solo en espectáculo, el impacto será efímero; si se convierte en el catalizador de un cambio estructural, puede marcar un antes y un después en la historia del balompié local.
CAMILA ESPINOSA ARISTIZÁBAL
Para EL TIEMPO
@Camilanoticia1