James Rodríguez parece condenado a repetir su historia de desencuentros en los clubes donde ha jugado. A sus 33 años, y luego de ser la figura de la Copa América 2024, volvió a salir por la puerta de atrás, esta vez del Rayo Vallecano, donde no fue tenido en cuenta por el DT Íñigo Pérez. La historia no es nueva: seis veces ha rescindido su contrato.
Aunque las verdaderas razones de la negativa que tuvo Pérez de contar con James son un misterio, lo cierto es que el colombiano acumula un nuevo paso en falso, pues ha salido antes de terminar contrato de seis equipos desde 2020: Real Madrid (en su segunda etapa), Everton, del Al Rayyan, Olympiacos, São Paulo y ahora del Rayo, sin olvidar que de Bayern Munich también se fue con dificultades.
Los problemas de James
James Rodríguez Foto:EFE
Los problemas de James vienen desde antes. Después el Mundial de Brasil 2014 pasó al Real Madrid, donde su primera temporada, de la mano de Carlo Ancelotti, fue extraordinaria. El problema llegó cuando se fue el italiano. Llegó Rafa Benítez, con quien James nunca tuvo una buena relación y se convirtió en un suplente de lujo. Luego Benítez fue sustituido por Zinedine Zidane y eso fue peor para el colombiano, porque James fue siendo cada vez más relegado. El DT francés ganó dos veces la Liga de Campeones y el colombiano no apareció en ninguna de las dos finales. Ahí, se convenció de que debía cambiar de aires.
Salida del Real Madrid
James se fue cedido por dos años al Bayern Múnich. En la primera temporada, con Ancelotti y con Jupp Heynckes, rindió y salió campeón de la Bundesliga. Pero Heynckes se fue y en su reemplazo contrataron al croata Niko Kovac, con quien tuvo diferencias. “Kovac considera que James es un jugador lento para un esquema de juego basado en la velocidad, como lo es el del Bayern. Es por esto mismo que el entrenador habla de él como el jugador número 12”, informó el diario Bild.
Al final, Bayern quiso quedarse con él, pero el propio James dijo que prefería volver a España, regresó al Madrid de Zidane y de allí se fue tras rescindir contrato, a falta de un año, pues no jugaba.
James, junto a ZIdane. Foto:EFE
Pesadilla en Everton y Al Rayyan
Cuando llega al Everton, otra vez recibía el cobijo de Ancelotti, pero este se fue y lo dejó desprotegido. Al cargo llegó Rafa Benítez, y James supo que no iba a tener oportunidad. Entonces se fue al Al Rayyan. “Me fui a Catar porque en Everton, el entrenador no me quería y no iba a quedarme sin poder jugar”, comentó.
James Rodríguez en Al-Rayyan Foto:
Su paso por Catar fue otra pesadilla, terminó en conflicto, criticado, con problemas físicos. Además, dio declaraciones en Twitch en las que dijo que se quería ir de Catar. El club anunció que las partes decidían rescindir el contrato de mutuo acuerdo. James se despidió con 16 partidos y cinco goles.
Grecia no fue la solución
James Rodríguez. Foto:Twitter Olympiacos
Llegó al Olympiacos de Grecia en 2023 y allí parecía que encontraba tranquilidad y protagonismo, pero también salió abruptamente y en medio de escándalo. Medios griegos informaron en ese momento que James se molestó por ser reemplazado en un partido contra el Panathinaikos, por el que era nuevo entrenador, José Anigo. Al parecer, James reaccionó mal por lo que el DT le pidió que se disculpara con el grupo, lo que no hizo. Según esta versión, se fue del entrenamiento y no asistió al siguiente. Razón por la cual, sumada a otros motivos como las lesiones y bajo nivel, llevaron a la directiva a rescindir el contrato seis meses antes de cumplirse.
Relegado en Sao Paulo
James Rodríguez y Luis Zubeldía, juntos en Sao Paulo. Foto:Tomada del video y AFP
De Grecia desembarcó en São Paulo, adonde llegó como estrella, pero allí tampoco encontró estabilidad. Fue relegado por los técnicos por Dorival Junior, en 2023, y luego por Thiago Carpini y Luis Zubeldía en 2024. “Lo que pasó con James es que es muy centralizado y necesitaba jugar ahí, ahí, ahí y había otros jugadores”, dijo recientemente Zubeldía.
De ahí pasó al rayo, tras ser la figura de la Copa América 2024, pero en el equipo español no encontró continuidad y se fue antes de tiempo.
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