Infraestructura subutilizada en Colombia: El desafío silencioso de los ISP

hace 9 horas 18

En medio del acelerado crecimiento del sector de telecomunicaciones en Colombia, se ha consolidado una tendencia que, aunque silenciosa, impacta de forma directa la eficiencia técnica, la sostenibilidad ambiental y la economía de los operadores: la subutilización de la infraestructura de red instalada. Mientras se continúa con el despliegue de nuevas redes de acceso en municipios grandes, intermedios y rurales, una porción significativa de los recursos ya instalados permanece ociosa, sin usuarios conectados y sin retorno de inversión. Esta situación se repite en múltiples regiones del país, generando no solo costos innecesarios sino también consecuencias ambientales y sociales que no podemos seguir ignorando. Y lo más preocupante son las enormes cantidades de dinero que destina el gobierno nacional para promover el crecimiento de dicha infraestructura.

Hoy hay más de 7 Millones de puertos disponibles y menos del 30% está en uso, lo que significa que más de 5 millones de redes de acceso fijo (FTTH y HFC principalmente) ya están instalados, pero no están siendo utilizados. Esta capacidad ociosa representa una infraestructura completamente funcional que no está generando ingresos, ni entregando conectividad real a los usuarios.

En varias zonas del país, especialmente donde se ha incentivado el despliegue acelerado sin un estudio de demanda sólida, la ocupación promedio de red es inferior al 30%. Esto significa que por cada 10 hogares a los que se les ha llevado infraestructura, solo 3 están efectivamente conectados al servicio. El resto, aunque cubiertos en el mapa, no están generando valor ni siendo parte activa del ecosistema digital.

Esta expansión ineficiente tiene consecuencias visibles y preocupantes con un costo oculto y es la contaminación visual, el impacto ambiental y el desperdicio de recursos. Contaminación visual: postes saturados de cables, cajas terminales expuestas y redes visibles que afectan el entorno urbano y la estética de pueblos y ciudades. Impacto ambiental: cada nueva red implica consumo de materiales, transporte, energía, y posteriormente residuos electrónicos si no se utilizan o se abandonan. Ineficiencia económica: operadores pequeños y medianos inmovilizan recursos sin retorno, mientras que los grandes operadores replican coberturas sin un aprovechamiento estratégico.

Esta expansión ineficiente tiene consecuencias visibles y preocupantes con un costo oculto y es la contaminación visual, el impacto ambiental y el desperdicio de recursos. Contaminación visual: postes saturados de cables, cajas terminales expuestas y redes visibles que afectan el entorno urbano y la estética de pueblos y ciudades. Impacto ambiental: cada nueva red implica consumo de materiales, transporte, energía, y posteriormente residuos electrónicos si no se utilizan o se abandonan. Ineficiencia económica: operadores pequeños y medianos inmovilizan recursos sin retorno, mientras que los grandes operadores replican coberturas sin un aprovechamiento estratégico.

Hoy hay una alternativa, poco usada en el mercado colombianos y es la virtualización de redes que sería un camino hacia la eficiencia en el despliegue y uso de la infraestructura de telecomunicaciones del país. Tecnologías como NFV (Network Function Virtualization) y SDN (Software Defined Networking) permiten optimizar el uso de la infraestructura existente, compartiendo capacidades entre operadores, descentralizando funciones y ajustando, de manera dinámica, los recursos a la demanda real.

Estos modelos ya se aplican con éxito en otros países de América Latina y del mundo, permitiendo a los ISPs reducir costos, escalar servicios sin sobrecargar el entorno, y mejorar la eficiencia energética de sus operaciones.

En lugar de seguir instalando fibra óptica en zonas donde ya hay red disponible, debemos fomentar modelos de uso compartido, optimización de backbones o puntos de reparto del servicio, virtualización de funciones y segmentación inteligente del tráfico y los servicios.

También nos permitiría monitoreo público y transparente del uso de red para conocer la ocupación real y evitar despliegues innecesarios.

El MINTIC podría dar incentivos para la virtualización y compartición de infraestructura, especialmente para pequeños ISPs en zonas rurales, lo que daría una política pública basada en eficiencia y sostenibilidad, no solo en cobertura, sino en ocupación real.

En los programas del Estado para los pequeños ISP´s debería incluirse educación técnica y apoyo a la reconversión tecnológica para que más operadores adopten tecnologías modernas e inclusión del criterio ambiental en planes de expansión para minimizar impacto visual, material y ecológico.

El país no necesita más infraestructura; necesita usar mejor la que ya tiene. No se trata de frenar el progreso, sino de hacerlo más inteligente, más responsable y rentable para todos. Si los ISPs, reguladores y entidades públicas no actúan con visión de largo plazo, seguiremos construyendo redes vacías, contaminando nuestros paisajes y desperdiciando oportunidades.

Hoy, más que nunca, es momento de conectar al país con inteligencia, sostenibilidad y propósito.

NICOLA STORNELLI GARCÍA

Experto en telecomunicaciones con más de 20 años de experiencia en redes, automatización y transformación digital en Colombia y América Latina.

RONAL BOHÓRQUEZ

Analista e Investigador de Tendencias Digitales. Columnista de Portafolio y colaborador de El Tiempo, Razón Pública y DPL News

Leer Todo el Artículo