En un informe publicado este martes, 7 de enero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concluyó que la reelección de Nicolás Maduro en Venezuela no "goza de legitimidad democrática" y que las circunstancias que rodearon la elección del pasado 28 de julio "configuran una alteración del orden constitucional".
El informe, titulado 'Venezuela: graves violaciones a los derechos humanos en el contexto electoral', fue publicado a pocos días de la posesión presidencial que tendrá lugar este viernes 10 de enero en Caracas.
Detenidos en las protestas en Venezuela. Foto:EFE
Mientras Nicolás Maduro asegura que tomará posesión para un nuevo periodo presidencial de 6 años, el opositor Edmundo González ha dicho que regresará a Caracas -tras salir exiliado a Madrid- para jurar como nuevo jefe de Estado.
El documento de la CIDH señala que el régimen "implementó una estrategia represiva coordinada para perpetuarse ilegítimamente en el poder". Dicha estrategia se llevó a cabo en tres etapas: antes, durante y después de la elección.
La Comisión, además, señala que el régimen ejecutó prácticas de terrorismo de Estado para "impedir la participación política de la oposición, obstaculizar el desarrollo de una contienda electoral libre, justa, competitiva y transparente, y sembrar terror en la ciudadanía".
Ciudadanos venezolanos se manifiestan en Bogotá contra los resultados de las elecciones. Foto:EFE
Las tres etapas de la estrategia represiva, según la CIDH
Según el informe, la primera etapa de la represión tuvo lugar durante el periodo preelectoral, es decir, antes del 28 de julio, cuando el régimen de Maduro obstaculizó la participación política de la oposición a través del control de instituciones como el Tribunal Supremo de Justicia o el Ministerio Público.
"El régimen detuvo arbitrariamente a personas opositoras, defensoras de derechos humanos y líderes sociales, y amedrentó e inhabilitó a dirigentes de la oposición", señaló la CIDH, que también denunció restricciones a la prensa y hasta obstáculos para la votación de 5 millones de venezolanos en el exterior.
La segunda etapa de la estrategia represiva del régimen, según la Comisión, ocurrió el día de las elecciones. Aquel domingo 28 de julio, el CNE suspendió la transmisión de los resultados y se negó a publicar las actas de votación que deben certificar el triunfo de un candidato en las presidenciales.
Nicolás Maduro sanciona ley que impone prisión a quienes promuevan sanciones. Foto:AFP
Según la CIDH, "esto dio lugar a graves denuncias de fraude electoral y a un inconformismo generalizado en la población. Anticipando un fraude electoral, la oposición recolectó el 83,5% de las actas a nivel nacional, sosteniendo su autenticidad por contar con los correspondientes sellos, firmas y códigos de seguridad. La totalización de esas actas muestra que Edmundo González Urrutia ganó la elección".
Una tercera fase comenzó tras la jornada electoral, cuando el régimen reprimió las protestas que surgieron para rechazar el fraude electoral.
Esto dio lugar a graves denuncias de fraude electoral y a un inconformismo generalizado en la población
Según la CIDH, alrededor de 300 manifestaciones clandestinas fueron reprimidas, más de 2.000 personas fueron detenidas arbitrariamente y al menos 25 personas fallecieron. También se registraron casos de desapariciones forzadas, torturas y otras graves violaciones a los derechos humanos.
Tras la jornada electoral, tal como recuerda el informe, también hubo allanamientos sin orden judicial, detenciones masivas y actos de violencia sistemática contra los manifestantes.
Policía antidisturbios utiliza gases lacrimógenos contra manifestantes durante una protesta en el barrio de Catia, en Caracas. Foto:AFP
Con todo ello, la CIDH concluyó que "las circunstancias que rodearon la elección presidencial del 28 de julio configuran una alteración del orden constitucional. La opacidad electoral, y en general, las restricciones a los derechos políticos registradas en este documento impiden a esta Comisión considerar que la reelección de Nicolás Maduro goza de legitimidad democrática".
La Comisión también indicó que las violaciones a los derechos humanos y las prácticas de terrorismo de Estado en Venezuela "son consecuencia de la cooptación de las instituciones estatales por parte del Poder Ejecutivo; de la corrupción y el control de los poderes públicos que han permitido que el régimen actúe con total impunidad".
Recomendaciones de la CIDH para el caso Venezuela
- Poner fin inmediato a la persecución y a la represión política.
- liberar, de forma inmediata e incondicional, a todas las personas presas políticas.
- Cesar las detenciones arbitrarias; publicar todas las actas y permitir su escrutinio independiente.
- Reestablecer el orden constitucional.
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS