Impuestos de Donald Trump a remesas: ¿cuál es su verdadero impacto para colombianos y migrantes en Estados Unidos?

hace 1 día 35

La semana pasada, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un masivo proyecto de ley en el que incluyó un nuevo impuesto del 3,5 por ciento a las remesas que anualmente envían millones de personas a sus familias en otros países del mundo.

Aunque el proyecto aún debe pasar por el Senado, donde podría ser modificado, si se llega a materializar sería un golpe significativo para las finanzas de muchas personas, que dependen de estos recursos, y para naciones, dada la importancia de ese flujo de dinero para sus economías.

Para ponerlo en contexto, de acuerdo con datos oficiales, solo en 2024, los migrantes con familias en América Latina y el Caribe enviaron aproximadamente unos 160.900 millones de dólares en remesas, representando el 2.3 por ciento del PIB regional.

Remesas migrantes.

Remesas migrantes. Foto:EFE

¿Cómo afectaría el impuesto a las remesas a los colombianos?

En el caso específico de Colombia, de acuerdo con el Banco de la República, al país ingresaron unos 6.350 millones de dólares en remesas desde Estados Unidos de un total de 11.848 millones de dólares proveniente del resto del mundo (o el 53.6 por ciento).

Aunque no se están prohibiendo el envío de remesas como tal, y el 3,5 por ciento que por ahora se considera es una cifra baja, golpearía de manera marcada a los más pobres que dependen de estos recursos para subsistir.

No es que sea mucha plata. Pero uno acá trabaja duro por cada dólar y que a ellos les llegue menos duele más

“Es, esencialmente, un impuesto para los más pobres en la cadena. Cuando un migrante envía dinero lo hace precisamente porque los que no viajaron con él están urgidos de estos recursos”, afirma Andrew Selee, presidente del Migration Policy Institute, un centro de pensamiento basado en Washington que se dedica al estudio de estos fenómenos.

Las remesas del país lograron un acumulado de más de 4.600 millones de dólares en los primeros cinco meses de este año, casi 13 % más que en el 2023.

Al país ingresaron unos 6.350 millones de dólares en remesas desde Estados Unidos. Foto:Sergio Acero. EL TIEMPO

Es el caso de Francisco Contreras, un colombiano del área de Fairfax en Virginia que mensualmente envía un porcentaje de su sueldo en construcción a su familia en Barrancabermeja.

“No es que sea mucha plata. Pero uno acá trabaja duro por cada dólar y que a ellos les llegue menos duele más”, dice Contreras, que afirma estar legalmente en Estados Unidos.

¿Qué falta para que el impuesto sea aprobado?

En cualquier caso, la medida ha causado controversia y muchas dudas por resolver.

Inicialmente, el presidente Donald Trump había propuesto un impuesto del 5 por ciento a las remesas. Su vicepresidente, J.D. Vance, habló incluso de un 10 por ciento.

De acuerdo con la Comisión Bipartidista para los Impuestos, Estados Unidos habría podido recaudar por esta vía hasta 22.000 millones de dólares de implementarse la propuesta de Trump.

Sin embargo, el número final en la Cámara, que controlan los republicanos, fue del 3,5 por ciento (el proyecto fue rechazado por todos los demócratas de la Cámara Baja). Es decir, potencialmente, unos 15.000 millones.

Pero dado que el Senado tiende a ser un órgano más moderado, puede que el impuesto se reduzca o elimine en su totalidad.

Aranceles Trump

Donald Trump ha lanzado duras medidas contra los migrantes. Foto:iStock

Las medidas de Donald Trump ya están afectando a las remesas y los migrantes

Aun si se mantiene, su impacto parece difícil de medir. Por un lado, desde que Trump llegó a la presidencia, su cerco contra los migrantes (indocumentados y legales) ha reducido su participación en la economía, lo cual ya de por sí está minando el envío de remesas.

Así mismo, su campaña masiva de deportación y la suspensión de nuevos procesos de asilo y refugio están también reduciendo el tamaño de la población que envía remesas. En otras palabras, aun sin el nuevo impuesto, los países ya están recibiendo menos remesas como consecuencias de estás políticas migratorias.

En el caso de los indocumentados, lo que sí sería grave es que avancen otra serie de medidas, como la está proponiendo el gobernador de la Florida, Ron DeSantis.

El gobernador republicano ha sugerido, por ejemplo, que antes de poder enviar remesas a otro país, la persona tendría que demostrar su estatus legal. Lo cual les cerraría la puerta de las instituciones financieras para transferir recursos, dado que son estas las que hacen el trámite y recolectarían el impuesto para luego enviarlo al gobierno.

DeSantis

El gobernador de Florida, Ron DeSantis. Foto:iStock / Archivo

Pero los expertos predicen que los inmigrantes, en caso de que la medida avance en el Senado y se comience a aplicar en enero del 2026, buscarán vías alternativas para enviar dinero. Entre ellas, pedirle a sus amigos o familiares que son ciudadanos el envío del dinero, usar criptomonedas o recurrir al mercado negro mediante servicios informales conocidos como "mulas", que transportan efectivo físicamente.

Muchos pueden que encajen el impuesto y lo paguen. Otros recurrirán a métodos alternativos para enviar fondos. Pero mientras estén en Estados Unidos y sigan siendo migrantes sin nacionalidad, buscarán la manera de enviar remesas, pues es el sustento de sus familias

“Muchos pueden que encajen el impuesto y lo paguen. Otros recurrirán a métodos alternativos para enviar fondos. Pero mientras estén en Estados Unidos y sigan siendo migrantes sin nacionalidad, buscarán la manera de enviar remesas, pues es el sustento de sus familias”, afirma Ricardo Barrientos, director del Instituto para los Estudios Fiscales de Centroamérica.

Otro tema por resolver es su impacto en los mismos estadounidenses. Tal como está redactada, la ley exime del pago del impuesto a los ciudadanos o nacionales (como los nacidos en Samoa Americana). Pero primero tendrían que demostrar su ciudadanía a través de un formulario y luego obtener la devolución deduciendo el valor de su declaración tributaria.

Un proceso engorroso que también podría ser modificado cuando el proyecto haga su trámite en el Senado.

SERGIO GÓMEZ MASERI

CORRESPONSAL DE EL TIEMPO

WASHINGTON

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