Hospitales del Atlántico deben $130 mil millones: 'La E.S.E. UNA necesita al menos diez años para recuperarse'

hace 1 semana 33

La E.S.E Universitaria del Atlántico (UNA), entidad creada hace menos de dos años, por la gobernadora Elsa Noguera, para centralizar la administración de cinco hospitales departamentales como una forma de mejorar la atención, modernizar la infraestructura y mantener un sistema de salud sostenible financieramente.

Más allá de pintar las fachadas y remodelar las viejas edificaciones de los hospitales Universitario, Niño Jesús, Cari Mental, en Barranquilla; el hospital de Sabanalarga, y el Juan Domínguez Romero, en Soledad (este si fue reconstruido), la red hospitalaria sigue padeciendo los mismos males de antaño: déficit es cercano a los 130 mil millones de pesos.

Gobernación

El secretario de Salud del Atlántico, Luis Carlos Fajardo. Foto:Gobernación

Como reza el viejo refrán 'el remedio fue peor que la enfermedad'. La falta de recursos ha afectado la prestación de servicios, ha provocado la renuncia de personal médico y ha generado retrasos en los pagos a contratistas, según denuncias de trabajadores, gremios y la Asamblea del Atlántico. Y como si fuera poco se encuentra en la mira de los entes la Supersalud, la Procuraduría y la, Contraloría.

El modelo, que fue concebido como una solución integral para modernizar y hacer más eficiente la gestión hospitalaria, hoy es cuestionado desde diferentes frentes. Diputados como Alejandra Moreno califica la situación como “el desplome de Red de salud del Atlántico”; Lourdes López denunció que tres contratos absorben el 90 % de los recursos de la institución; y Alfredo Varela no duda en señalar como un sistema que “nació corrupto”.

Kronos

Hospital Juan Domínguez Romero de Soledad Foto:Kronos

Los diputados han advertido sobre la precariedad del servicio en instituciones como el Hospital Juan Domínguez Romero de Soledad y el Hospital Universitario de Barranquilla, donde se reportan fallas estructurales y problemas de operación, falta de pago a los trabajadores, pese a las millonarias inversiones anunciadas y los anuncios que hicieron en su momento Noguera y la secretaria de Salud de ese entonces, Alma Solano.

Vanexa Romero EL TIEMPO

Hospital universitario de Barranquilla. Foto:Vanexa Romero EL TIEMPO

En entrevista con EL TIEMPO el secretario de Salud del Atlántico, Luis Carlos Fajardo, salió a poner la cara y a tratar de explicar las causas que han generado esta crisis. El funcionario reconoce que el modelo no funcionó como se esperaba, admite que será necesaria una intervención estructural a largo plazo y señala al Gobierno Nacional como parte del problema, al asegurar que solo se están girando entre 40 y 45 pesos por cada 100 facturados. Aquí sus respuestas.

¿Cuál es la realidad actual de la ESE UNA?

Lo que enfrentamos es una situación económica difícil, que no es exclusiva del Atlántico. Es un problema nacional. Más del 35 % de las clínicas públicas del país presenta un déficit financiero considerable.

¿A qué se debe esta crisis?

A que los hospitales estamos recibiendo menos del 45 % de lo facturado a los aseguradores. Así es muy difícil operar. Las cuentas por cobrar son muy complejas y eso ha afectado gravemente la sostenibilidad financiera del sistema público.

¿El principal problema es de flujo de caja?

Exactamente. Lo que se recauda no alcanza. Ningún hospital en el país recibe lo que factura. Por cada 100 pesos, se esperaría recibir al menos 80, pero en realidad se están recibiendo entre 40 y 45 pesos. Los aseguradores alegan que la Unidad de Pago por Capitación (UPC) no alcanza. El Gobierno dice que sí, pero ya se está revisando el modelo.

¿Cómo están reaccionando desde la Gobernación del Atlántico?

Estamos trabajando articuladamente con la gerente de la ESE UNA, la junta directiva y el gobernador Eduardo Verano, quien está comprometido con brindar todo el respaldo necesario para garantizar la prestación de los servicios de salud en el departamento.

Ante tantas quejas y denuncias, ¿cómo evalúan hoy la creación de la ESE UNA?

En su momento, la creación de UNA fue considerada una decisión acertada. Se firmaron contratos a 15 años con prestadores de servicios de cuidados intensivos, imágenes, medicamentos, laboratorios, entre otros. Sin embargo, hoy es claro que el modelo no funcionó. Las cifras lo demuestran.

¿Cómo se explica este fracaso, a pesar de la millonaria inversión?

Esto puede pasar en cualquier empresa. A veces, hay que hacer ajustes. Desde la Gobernación estamos rediseñando el modelo para corregir las brechas actuales, tanto en la prestación del servicio como en la parte administrativa y financiera. Tenemos un plan a largo plazo.

¿De cuánto es la deuda que arrastra la ESE UNA?

Actualmente, los pasivos están cerca de los 130 mil millones de pesos.

¿En cuánto tiempo creen que pueden solventar estos problemas?

Esto no se resolverá en uno o dos años. Se necesita el compromiso del departamento, del Gobierno Nacional y de todos los actores involucrados. Será un trabajo de al menos diez años para restablecer los procesos administrativos y financieros.

¿Qué contempla la intervención que están preparando?

Estamos desarrollando un plan de saneamiento fiscal que proyecta recuperar financieramente la ESE UNA en diez años. Pretender hacerlo en dos o tres años no es realista.

Pero los trabajadores denuncian retrasos en los pagos…

La gerencia de la ESE UNA me ha informado que, con los recursos más recientes, ya se han puesto al día con los pagos a las personas contratadas por orden de prestación de servicios (OPS). A quienes están en planta se les ha pagado oportunamente.

Desde la Asamblea del Atlántico hay fuertes cuestionamientos. ¿Qué responde?

Celebro la pasión con la que se expresa la Asamblea y su preocupación por la salud del departamento. A veces no tienen información completa, pero valoro que quieran trabajar articuladamente con la Secretaría de Salud y los hospitales.

En el Hospital Juan Domínguez Romero hay denuncias por problemas de atención, pese a inversiones recientes…

Ese hospital ya está cerca de estar completamente operativo. En cuidados intensivos tiene una ocupación del 95 %. Se han hecho adecuaciones en las salas para optimizar recursos y mejorar la hospitalización. Eso sí, todavía no hay servicio de urgencias.

Hay denuncias sobre contratos a 15 años con empresas prestadoras. ¿Qué harán al respecto?

Estamos revisando todos esos contratos. Hemos logrado acuerdos con algunos proveedores, como el de medicamentos, con quienes se han ajustado tarifas y garantizado los giros mensuales. También se avanza con los de imágenes y laboratorios. Con el de cuidados intensivos estamos en proceso de concertación.

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LEONARDO HERRERA DELGANS periodista de EL TIEMPO. Búscame en leoher@eltiempo.com y @leoher70

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