Un extraño caso se ha vuelto viral en las redes y medios de comunicación en Barcelona, España. Un hombre llamado José fue denunciado por parte de su expareja, María, luego de haber incumplido un contrato que tenían los dos en el que se regulaba el tiempo en el que se daban sus relaciones íntimas.
Según lo establecido en el documento, los encuentros debían ocurrir entre las 10:30 y las 10:55 de la noche. Una noche José se pasó del tiempo acordado por 15 minutos, esto fue calificado por parte de María como una violación.
El contrato estipulaba el tiempo que debía durar el encuentro íntimo entre la pareja. Foto:iStock
“El denunciante eyaculó transcurrida la hora límite autorizada, por lo que considera que fue quebrantado su derecho a la libertad sexual al no existir consentimiento durante los minutos posteriores”, se lee en la denuncia presentada por la mujer ante la comisaría.
El juez desestimó el caso por no encontrar una base suficiente para llegar a ser considerado como una agresión sexual. José asistió al programa ‘Y ahora Sonsoles’, allí contó que el contrato se dio en un principio como una broma, pero más adelante se convirtió en algo muy real dentro de la relación.
“Ella marcaba los horarios e incluso programaba alarmas para que Alexa nos avisara cuándo debíamos terminar”, comentó el hombre mientras hablaba sobre la situación. El vínculo amoroso se terminó luego de que María presentara dicha acusación.
El hombre tuvo que aguantar los problemas que esto le ocasionó a su vida personal y laboral. Foto:iStock
La situación dejó a José en medio de diferentes críticas públicas y algunos problemas laborales. “Tuve que contarle todo a mi jefe porque una compañera me llamó violador. Perdí a todos nuestros amigos en común”, comentó.
Además, José comentó que él decidió seguir las reglas del contrato para poder protegerse, debido a la inestabilidad que notaba en su pareja. “Creí que así estaríamos más seguros, pero terminó siendo una pesadilla”, confesó.
Actualmente, el hombre está pensando en tomar algunas medidas legales en contra de María para reparar todo el daño moral que tuvo que sufrir luego de la acusación. “Las leyes parecen proteger más a la mujer en estos casos, pero lo que viví fue una condena social sin pruebas”, afirmó.
ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO