Una autopsia realizada por las autoridades israelíes reveló que el máximo líder del movimiento islamista palestino Hamás, Yahya Sinwar, murió de un disparo en la cabeza, según informó este viernes el diario estadounidense The New York Times.
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El doctor Chen Kugel, director del instituto forense nacional de Israel y quien supervisó el procedimiento, le dijo al periódico que Sinwar fue herido primero en el brazo por metralla, quizá de un misil o un proyectil de tanque.
A continuación, el dirigente de Hamás se ató un cable eléctrico alrededor del brazo en un aparente torniquete improvisado, pero según Kugel "no era lo bastante fuerte y su antebrazo estaba destrozado". "No habría funcionado en ningún caso”, dijo.
Kugel añadió que un disparo en la cabeza fue el que mató a Sinwar, pero The New York Times informó que no está claro quién efectuó el tiro, cuándo se hizo y qué arma se utilizó.
Según el ejército israelí, la muerte de Sinwar se registró durante una ronda de vigilancia rutinaria el miércoles. Ese día, un grupo de soldados se desplazaba por la ciudad de Rafah, cuando se cruzó con tres milicianos palestinos.
Mientras los militares los perseguían, Sinwar se separó de los otros dos, precisó el ejército.
Las fuerzas israelíes dispararon posteriormente con un tanque contra el edificio en el que se escondían los dos milicianos y contra otro en el que se refugiaba Sinwar, añadió.
Los prensa israelí y funcionarios militares dijeron que no había información previa que apuntara a la presencia del líder de Hamás en la zona.
Imágenes difundidas por el ejército israelí supuestamente muestran a Sinwar cubierto de polvo sentado en un sillón mirando fijamente a un dron, mientras el aparato entraba en una casa devastada por los ataques.
En el video de poca calidad, se ve a Sinwar solo, con una mano gravemente herida y la cabeza cubierta con un pañuelo tradicional, lanzando un palo al dron.
Según la información del New York Times, el cuerpo de Sinwar fue encontrado a la mañana siguiente en los escombros del edificio, que quedó parcialmente destruido tras el bombardeo. Fue entonces cuando los soldados se dieron cuenta del parecido del miliciano muerto con el máximo líder de Hamás y el más buscado por Israel tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
El ejército israelí realizó pruebas de ADN, exámenes dentales y otras investigaciones forenses que ayudaron a confirmar la identidad del dirigente.
El director del Instituto Forense le dijo al Times que Sinwar lucía relativamente pálido, lo que se cree obedece a que llevaba un largo periodo de tiempo escondido bajo la red de túneles subterráneos del grupo islamista en Gaza. Reveló otros detalles como que el líder de Hamás tenía un peso saludable (alrededor de los 70 kilos) y que no tenía signos de desnutrición.
Sinwar, de 61 años, lideraba Hamás en Gaza desde 2017 y fue nombrado líder político del movimiento en agosto tras la muerte de Ismail Haniyeh, asesinado en Teherán el 31 de julio en un ataque atribuido a Israel.
No se le había visto en público desde que estalló la guerra en Gaza tras el mortal ataque que Hamás lanzó en Israel el 7 de octubre de 2023, del que fue autor intelectual. Ese grupo, que cuenta con el apoyo de Irán, gobierna Gaza desde 2007.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo esta semana que la muerte de Sinwar marca "el principio del fin" de la guerra en Gaza y varios líderes extranjeros compartieron la esperanza de que abra la vía a un alto el fuego.
El presidente estadounidense, Joe Biden, por ejemplo, consideró que su muerte es "una oportunidad para buscar el camino hacia la paz" en Oriente Medio.
Todos los esfuerzos de negociación se basaban en la idea de que Sinwar tenía una conexión con la mayoría de los que tenían los rehenes
Pero varios analistas subrayaron que la muerte del líder de Hamás desorganizó aún más el movimiento, que ahora estaría disperso en pequeñas células, lo cual podría complicar las futuras negociaciones.
"Antes, todos los esfuerzos de negociación se basaban en la idea de que Sinwar tenía una conexión con la mayoría de los que tenían los rehenes y que podía influir en sus acciones", resumió Jon Alterman, del centro de reflexión estadounidense CSIS.
En Gaza, sin embargo, hay pocas esperanzas de que el asesinato de Sinwar ponga fin a la guerra.
"Siempre pensamos que cuando llegara ese momento la guerra terminaría y nuestras vidas volverían a la normalidad", dijo a la AFP Jemaa Abu Mendi, un gazatí de 21 años.
"Pero la guerra no ha parado y las matanzas continúan sin cesar", agregó.