'Hay que soñar, pero para que se den los sueños, hay que trabajar': Luis Bertel

hace 4 horas 12

Luis Bertel, reconocido cantante de vallenato, habló con EL TIEMPO sobre sus inicios en la música y su particular inspiración. Nacido en Cereté, Córdoba, Bertel encontró en Cali el escenario perfecto para desarrollar su pasión por el vallenato.

Con más de 20 años de trayectoria, Bertel recuerda con cariño sus inicios. A los ocho años, impulsado por su padre, ya cantaba las canciones de Diomedes Díaz, su mayor referente musical. "Crecí escuchando la música de Diomedes", confiesa.

Pero su camino como compositor comenzó de una manera peculiar. Ante las dificultades que enfrentaba con la matemática en el colegio, su profesora le propuso un reto: aprobar la materia a cambio de una canción dedicada a esta materia. Sin saber cómo componer, Bertel encontró la inspiración "y mira que haya salido la canción", relata.

Hoy, Bertel ve con satisfacción el camino recorrido. "Hace unos años soñaba con estos momentos", reflexiona. Con la certeza de haber llegado lejos, se proyecta hacia un futuro de nuevas metas y "cosas más bonitas".

¿De dónde nace toda la inspiración para cada una de sus composiciones?  

Bueno, por ejemplo, ‘Vete ya’ es una canción sobre algo que me pasó con mi pareja. Y pues, estábamos en un punto de la relación que ya estaba como rota. Y la canción es el relato o lo que yo le pregunto a ella - ¿Qué pasó? - Así se mueve la canción.

¿Cómo surge cada historia detrás de sus canciones?

No siempre son mías, porque muchas veces me cuentan cosas, o una película me inspira, una novela, situaciones de día a día que veo en las personas, o un amigo me cuenta algo y me parece interesante...Me llega una melodía por un sueño, yo siempre he tenido eso, sueño me llegan las melodías, y tomo el tema.

Mencionó que desde niño su papá le ponía mucho vallenato, ¿qué canción o qué artista en específico le hizo amar el vallenato?

Bueno, yo me acuerdo de que mi papá me llevaba a las parrandas. Él cargaba una estera, que es algo como artesanal donde uno se acuesta porque hace mucho calor y se corta en el piso. Cuando parrandeaba con los amigos, me decía -bueno, cántate una-, entonces me ponía una mesa y cantaba. Yo crecí escuchando la música de Diomedes, mi referente Diomedes. Me hizo enamorarme del vallenato con esa letra y también Rafael Orozco, pero más Diomedes. A mi papá le gustaba una canción de Rafael Orozco, yo hacia la pirueta y la bailaba. Pero ahí, empecé a querer la música.

Hablemos un poco sobre su primera vez en Cali...

Cuando terminó el bachillerato, yo quedé - bueno que hago-. Mi papá quería que estudiara psicología, entonces empecé a estudiar psicología, pero llegó un muchacho que ahora mismo está en España y me dice en una parranda -tú cantas muy bien, ¿por qué no te vas a Cali? Yo te ayudo allá-. Y así me sonsaca para irme para Cali. Cuando llegué a Cali, como al mes, él me dice que tenía que irse para España, pero que yo me podía quedar en la casa con la esposa. Total, fuimos a llevarlo al aeropuerto, regresamos a la casa, a la hora de estar en la casa, la mujer me dice que me tenía que ir. 

¿Qué hizo en ese momento?

La verdad era difícil en una ciudad desconocida para mí. Pero me sostuve, tenía que demostrarle a mi papá que si podía en la música. Si yo me devolvía, era como llegar fracasado. Y me sostuve, pasé por muchas necesidades. No siempre fue la música, fui panadero, hice cosas diferentes, son puntos muy buenos. Fui panadero por mucho tiempo hasta que la música llegó y se dieron las oportunidades. Y de ahí Luis Bertel ha hecho una bonita carrera.

¿Cómo fue esta experiencia de trabajar como panadero?

Yo un 24 de diciembre tenía un delantal blanco lleno de harina de buñuelo, eran las 9 de la noche, cuando pensé -yo no vine a hacer pan aquí- me quité el delantal y le dije al muchacho -vea, hasta aquí trabajo- . Me dio la liquidación y me fui a la costa para pasar diciembre allá y después regresé a Cali otra vez, pero ya con ese pensamiento de que era la música y ahí fue que, como te digo, emprendí este camino. Fue difícil, pero gracias a Dios aquí estamos.

¿Cómo llegó esta oportunidad de la música?

Buscándola, porque a veces yo digo que uno sueña y hay que soñar, pero para que se den los sueños, hay que trabajar por los estos. Siempre es así. A veces la gente le gusta soñar, pero no les gusta trabajar. Y hemos venido haciendo un buen trabajo. Hace 10 años tomé esto profesionalmente, hicimos un álbum que se llama ‘Con Altura’, donde vinieron 11 canciones. Después hicimos varios sencillos, uno de esos es una canción de Iván Calderón que me regaló, muy bonita que se llama ‘Corazón herido’...Y así hemos venido haciendo muchas canciones.

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