Los alimentos ultraprocesados han ganado una mala reputación, principalmente debido a que son productos sometidos a múltiples procesos industriales y contienen ingredientes que no suelen utilizarse en la cocina tradicional, como aditivos, conservantes y colorantes. Aunque muchos de ellos representan riesgos para la salud, surge la pregunta: ¿existen algunos ultraprocesados mejores que otros?
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Buenos y malos
Un estudio reciente, publicado en la revista 'The Lancet', analizó si ciertos tipos de alimentos ultraprocesados están más asociados a enfermedades cardiovasculares que otros.
Los resultados indicaron que algunos ultraprocesados, como las bebidas azucaradas (refrescos y jugos) y las carnes procesadas (tocino, salchichas y embutidos de salami), tienen efectos negativos directos sobre la salud. Estos alimentos están vinculados a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves.
Por otro lado, se identificaron productos ultraprocesados con menos impacto dañino, como los yogures, panes y cereales. La clave de esta diferenciación radica en cómo se procesan y en su aporte nutricional.
Diferencias importantes
Kenny Mendoza, investigador postdoctoral de la Facultad de Salud Pública T. H. Chan de Harvard, explica que la diferencia principal está en los componentes nutricionales.
“Las carnes procesadas, por ejemplo, son ricas en sodio y grasas saturadas, mientras que los refrescos contienen grandes cantidades de azúcar. Sin embargo, los panes y cereales integrales ultraprocesados pueden aportar nutrientes valiosos como fibra, minerales y vitaminas del grupo B”, señala Mendoza.
Riesgos para la salud
El consumo de alimentos ultraprocesados genera diversos riesgos para la salud, entre los que se destacan:
- Diabetes tipo 2: existe una relación clara entre la ingesta de estos productos y el aumento en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Cáncer: estudios han demostrado que el consumo regular de ultraprocesados puede estar relacionado con la aparición de ciertos tipos de cáncer, como el de próstata, mama y colon.
- Obesidad: la mayoría de estos alimentos son altos en calorías y pobres en nutrientes, lo que puede provocar un aumento considerable de peso.
- Problemas gastrointestinales: el consumo frecuente de ultraprocesados puede contribuir al desarrollo de hígado graso y otros trastornos digestivos.
- Efectos metabólicos: estos productos pueden alterar el metabolismo, favoreciendo condiciones como la resistencia a la insulina y la dislipidemia.
Aunque no todos los alimentos ultraprocesados son iguales, la clave está en su composición nutricional. Algunos de ellos pueden ser menos perjudiciales para la salud, pero el consumo excesivo de cualquier tipo de ultraprocesado debe ser moderado para evitar problemas a largo plazo.
Agostina Olguín / Portafolio
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de Portafolio y contó con la revisión de una periodista y un editor.