Explicativo
Un ensayo clínico mostró que la actividad física disminuye en 37 por ciento el riesgo de muerte en pacientes con cáncer de colon tras el tratamiento.
Hacer ejercicio puede ser beneficioso en pacientes con cáncer. Foto: iStock

03.06.2025 12:13 Actualizado: 03.06.2025 12:41
Un estudio presentado en el Congreso Anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) y publicado en 'The New England Journal of Medicine' reveló que realizar ejercicio físico de manera estructurada tras un tratamiento contra el cáncer puede reducir significativamente el riesgo de muerte y la posibilidad de que la enfermedad reaparezca.
La investigación, considerada un hito en la oncología, se centró en pacientes con cáncer de colon en estadio 3 o en estadio 2 de alto riesgo.
El ensayo clínico aleatorizado, realizado entre 2009 y 2023, incluyó a 889 personas de seis países (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Francia e Israel). Todos los participantes habían recibido cirugía y quimioterapia.
Posteriormente, fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: uno recibió únicamente un folleto con recomendaciones para un estilo de vida saludable; el otro inició un programa de ejercicio físico guiado por entrenadores personales o fisioterapeutas.
Los resultados muestran que, ocho años después del tratamiento, los pacientes que participaron en el programa estructurado de ejercicio tenían un 37 por ciento menos de riesgo de muerte y un 28 por ciento menos de riesgo de recaída o aparición de un nuevo cáncer, en comparación con quienes solo recibieron consejos escritos.
“Aproximadamente el 90 por ciento de los pacientes del grupo de ejercicio seguían con vida al cabo de ocho años, frente al 83 por ciento del grupo de control”, explicó el doctor Christopher Booth, investigador principal del estudio y profesor de oncología en la Universidad de Queen’s, en Canadá.
Quienes hicieron ejercicio tenían un 37 por ciento menos de riesgo de muerte. Foto:iStock
Un cambio en las recomendaciones médicas
El estudio demuestra por primera vez con un ensayo de fase 3, el nivel más alto de evidencia científica, que el ejercicio puede ser tan eficaz como los fármacos oncológicos e incluso más, sin los efectos adversos asociados.
“Titulamos la sesión como 'Tan bueno como un medicamento', pero yo la habría llamado 'Mejor que un medicamento'”, afirmó la doctora Julie Gralow, directora médica de ASCO, quien no participó en la investigación.
Durante los tres años de duración del programa, los pacientes del grupo de ejercicio tuvieron seguimiento regular con entrenadores, quienes personalizaron los planes según las preferencias y condiciones de cada persona.
El objetivo era alcanzar una actividad física equivalente a tres o cuatro caminatas semanales de entre 45 y 60 minutos, lo que corresponde a unas 10 horas MET por semana, una unidad que mide el gasto energético de la actividad física.
Según los investigadores, el acompañamiento profesional fue clave: el simple consejo de hacer ejercicio no produjo los mismos efectos en el grupo de control. “No basta con decirle a la gente que se ejercite. Necesitamos que los sistemas de salud apoyen estos programas con acceso a entrenadores y especialistas”, señaló Booth en entrevista con 'Stat'.
El acompañamiento profesional fue clave en el proceso. Foto:iStock.
Posibles beneficios en otros tipos de cáncer
Aunque el estudio se centró en cáncer de colon, los expertos consideran que los beneficios podrían extenderse a otros tipos. Booth indicó que se observaron tasas más bajas de cáncer de mama y de próstata en el grupo de ejercicio.
En este sentido, la doctora Pamela Kunz, especialista en cáncer gastrointestinal en la Universidad de Yale, afirmó que “el ejercicio como intervención es una decisión evidente y debería implementarse ampliamente”.
El profesor Charles Swanton, director clínico de Cancer Research UK, entidad que financió parte del estudio, subrayó el potencial transformador de los hallazgos: “Este estudio demuestra el poder del ejercicio para mejorar la salud de los pacientes y aumentar sus probabilidades de supervivencia después del tratamiento”.
Una intervención asequible y accesible
Más allá de su eficacia clínica, los investigadores destacan que el programa estructurado de ejercicio tiene un costo relativamente bajo: entre 3.000 y 4.000 dólares por persona durante tres o cuatro años, según Booth. Esto lo convierte en una opción potencialmente viable para los sistemas de salud pública.
“No hay prácticamente desventajas en recomendar ejercicio como parte del tratamiento. Debería formar parte del estándar de atención en el cáncer de colon”, concluyó la doctora Nancy You, directora del programa de cáncer colorrectal de aparición temprana en el MD Anderson Cancer Center, citada por 'NBC News'.
El ejercicio es un tratamiento sin costo y fácil de incorporar. Foto:iStock
El cáncer colorrectal en adultos jóvenes
Diversos estudios recientes, citados por 'NBC News', alertan sobre el incremento de casos de cáncer colorrectal en personas menores de 50 años. Además, se están investigando nuevas formas de detección, como análisis de sangre, y factores de prevención, entre ellos las dietas antiinflamatorias y el ejercicio físico regular.
Aunque los beneficios del ejercicio están cada vez mejor documentados, los especialistas recomiendan que cualquier paciente oncológico consulte con su médico antes de comenzar un programa de actividad física, especialmente tras tratamientos intensivos como cirugía o quimioterapia.
*Este contenido fue escrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de conocimiento público divulgado a medios de comunicación. Además, contó con la revisión de la periodista y una editora.
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SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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