Habitante de calle presumió sus ingresos pidiendo limosna y fue arrestado luego de que el video se hiciera viral

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Un hecho curioso ocurrió en el barrio Barra da Tijuca, en Río de Janeiro, cuando un habitante de la calle ‘alardeaba’ acerca de la vida que tenía, gracias a las limosnas que recibía de las personas.

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Esto pasó el 14 de octubre de 2024, cuando los agentes de la Policía de Seguridad detuvieron a Luiz Jeferson Muniz da Silva, de 30 años, quien además se encontraba prófugo de la justicia por posesión ilegal de armas de fuego.

Según el informe policial, este hombre deambulaba por la orilla de la playa, los agentes se preocuparon y se acercaron a él y lo revisaron, pero no encontraron material ilícito y al verificar sus antecedentes penales, descubrieron que tenía una orden de arresto.

Según la información dada por el noticiero ‘Bom Dia Río’ de ‘TV Globo’ el habitante de la calle fue llevado por los oficiales para cumplir la orden de arresto preventivo que había en su contra.

Mientras los policías lo llevaban, varios residentes del sector grabaron a este hombre que gritaba cuánto dinero ganaba como habitante de la calle, sin necesidad de levantarse temprano a trabajar.

Este video se volvió rápidamente viral en redes sociales, ya que a muchos les llamó la atención lo que Luiz Muniz da Silva decía.

“¡Residente de Barra da Tijuca! No pago alquiler, no pago energía, tengo comida”, le gritó a la cámara que lo estaba filmando.

Uno de los vecinos le preguntó qué cuánto ganaba por pedir dinero en la calle, a lo que él respondió: “Poco, poquito, 150 reales y en la playa gano de 1.000 a 4.000 reales por día”.

Para Luiz Muniz da Silva le resultaba más fácil pedir en la calle, ya que había algunas personas que le regalaban lo que él necesitaba, sin tener que esforzarse y se puede levantar a la hora que él quiera.

“No pago la comida, no pago el alquiler, no pago la marihuana, no pago los cigarrillos. ¿Crees que voy a salir de aquí para ir a trabajar y tener que levantarme a las 7 de la mañana, cuando puedo despertarme a las 10 de la mañana? Ni siquiera trabajo aquí. ¡Salgo pidiendo y ganando!”.