El número de muertos y desaparecidos en el bombardeo israelí con aviones de combate contra una rotonda y un complejo residencial en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, aumentó este domingo a 87, así como más de 40 heridos, según el Ministerio de Salud gazatí.
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Según sanidad, entre los heridos hay "casos muy críticos" y un número de víctimas continúan bajo los escombros, sin que puedan llegar a ellos los equipos de ambulancias y de defensa civil.
"El Ejército de ocupación israelí continúa una clara guerra de limpieza étnica, erradicación y exterminio", denunció la Oficina de Medios del Gobierno en la Franja, controlado por Hamás, en referencia a este último ataque y a los 15 días consecutivos que Israel lleva asediando el norte del enclave palestino.
En un comunicado difundido posteriormente, el Ejército de Israel calificó las cifras de muertos "de exageradas" y aseguró haber usado "municiones de precisión", alegato que emplea con frecuencia pese a la muerte de decenas de civiles en previos ataques.
El Ejército calificó, además, la zona en cuestión como "una zona de guerra activa".
Fuentes palestinas denuncian desde hace dos semanas ataques indiscriminados, la falta de comida y el cerco de Beit Lahia, Beit Hanoun y Yabalia del resto del enclave.
Los soldados israelíes iniciaron en octubre una nueva ofensiva aérea y terrestre en esta zona, donde Israel alega que Hamás se está reagrupando.
Los palestinos de esa región soportan "horrores indescriptibles", afirmó la jefa interina de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Joyce Msuya.
También se refirió al respecto el coordinador de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, quien advirtió este domingo de la "pesadilla" que vive la Franja de Gaza después de dos semanas de intensos ataques israelíes en el norte del enclave, que han dejado "escenas horripilantes".
"En el norte de la Franja se están desarrollando escenas horripilantes en medio del conflicto, los incesantes ataques israelíes y una crisis humanitaria cada vez peor", dijo el coordinador.
En el norte de la Franja se están desarrollando escenas horripilantes en medio del conflicto, los incesantes ataques israelíes y una crisis humanitaria cada vez peor
El portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, aseguró este domingo que al menos 5.000 palestinos han abandonado el campamento de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja, utilizando rutas especiales, pero lo cierto es que más de 500 personas han muerto en el norte desde que Israel volvió a desplegar tropas en la zona.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) avisó este domingo que las operaciones israelíes en el campamento, el más grande de la Franja, ponen "a decenas de miles de personas en grave peligro", al tiempo que impiden su acceso a necesidades básicas como la comida o el agua potable.
"Se debe permitir el acceso de los equipos humanitarios y de rescate sin demora para salvar vidas", dijo el organismo en un mensaje en redes sociales.
En Yabalia, fuentes locales indicaron a Efe que miles de personas continúan viviendo en la zona sin comida ni bebida a causa del asedio, y que hay decenas de cadáveres en las calles.
A primera hora del sábado, además, tanques israelíes rodearon y dispararon contra los tres principales hospitales del norte: el Indonesio, el Kamal Adwan y el Al Awda, donde según Médicos Sin Fronteras (MSF) hay más de 350 pacientes atrapados, incluidas mujeres embarazadas.
La guerra en Gaza estalló tras la incursión, el 7 de octubre de 2023, de milicianos de Hamás que mataron en el sur de Israel a 1.206 personas, en su mayoría civiles, y tomaron 251 rehenes, 97 de los cuales siguen cautivos.
En la ofensiva de represalias israelíes contra Gaza murieron 42.603 palestinos, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, considerados fiables por la ONU.