La arremetida violenta del Eln en contra de los firmantes de paz en la región del Catatumbo (Norte de Santander) deja al menos cinco excombatientes muertos y más de 102 desplazados. Varios de ellos realizaron su proceso de tránsito hacia la vida civil en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación Negro Eliécer Gaitán, de la vereda Caño Indio, en Tibú, sitio desde donde Erasmo Traslaviña narró la situación que hoy se vive en esa zona del país.
“Quiero que la opinión pública conozca que, si esta situación se agrava, se va a convertir (el ETCR) en un refugio para las personas o comunidades que quedaron en medio del conflicto”, dijo el firmante de paz.
Tralaviña, conocido en su paso por las Farc como Jimmy Guerrero, señaló que las autoridades han realizado varias evacuaciones a través de helicópteros. “La primera fue de algunos compañeros de nosotros que estaban acá, pero que se desesperaron al saber que las familias de ellos habían tenido problemas dentro de este conflicto, entonces comenzaron a pedir que los sacaran y se les organizó el primer vuelo”, añadió.
ETCR El Negro Eliécer Gaitán, en donde varios de los firmantes asesinados se reincorporaron. Foto:Comisión de la Verdad
El firmante de paz añadió que el último vuelo tuvo lugar el martes y en él se evacuaron a varios docentes de la vereda Chiquinquirá y a dos profesoras de la escuela del ETCR. Además, señaló que en el espacio territorial han recibido a varios desplazados que han llegado desde otros municipios del nororiente del país.
“Aquí llegaron un grupo de desplazados que vienen por allá del área de Puerto Palmas, sobre el río Catatumbo, y pues nosotros lo que hemos hecho es tratar de ayudarles con lo que podamos, con lo que está en nuestro alcance”, manifestó.
Sobre la llegada de ayuda humanitaria para atender a la población desplazada y a los firmantes, afirmó que por ahora no han recibido apoyo del Gobierno. “Pero aquí somos muy solidarios, tenemos toda la disposición y cualquier cosa la compartimos”, agregó.
Finalmente, manifestó que quienes ocupan ese espacio territorial están comprometidos con la paz. “No se puede permitir porque nosotros tenemos un compromiso, estamos apostando a la paz. Firmamos un certificado de no volver a delinquir, entonces en eso sí he sido muy muy responsable en llamar la atención”, concluyó.
El decreto se publicó este viernes. Foto:EL TIEMPO
Las amenazas contra los firmantes
Las recientes declaraciones del Frente de Guerra Nororiental del Eln, en las que acusan sin pruebas a los excombatientes de colaborar con el frente 33 de las disidencias de las Farc, amenazan con agravar aún más la situación.
La cifra de crímenes contra excombatientes desde 2016 asciende a 446, y aunque eso representa el dato más bajo desde la desmovilización de las Farc, miembros de Comunes, como Pastor Alape, consideran estos hechos como el germen de un posible genocidio.
Este año, según datos de Indepaz, la cifra de crímenes contra excombatientes se ha elevado a ocho casos, de los cuales más de la mitad ocurrieron tras la violenta escalada del Eln en Norte de Santander, en el marco de su guerra por el control de la frontera con las disidencias de las Farc.
Rodrigo Londoño, presidente de Comunes. Foto:Comisión de la Verdad.
“Se abrogan el derecho a matar a todos los que a su juicio colaboran con él (con alias Richard, el disidente que ha cobrado protagonismo en medio de la guerra en Norte de Santander), como si los habitantes de los territorios no vivieran entre dos fuegos, obligados a servir a unos u otros”, dijo Rodrigo Londoño, presidente de Comunes.
Y luego, agregó: “La experiencia nos enseñó que matanzas como las que realiza hoy el Eln en el Catatumbo jamás producirán ninguna revolución. Una lucha armada de tantos años se degrada (...) Liberación o muerte, resulta demencial”.
CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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