Feminicidio en Barranquilla: familiares de mujer asesinada aseguran que autoridades no la escucharon

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Los habitantes del barrio Rebolo, suroriente de Barranquilla, aún no se reponen de la tragedia que se desencadenó esta semana cuando Erika Yamile Gómez Rueda, madre de cuatro hijos, fue brutalmente asesinada por su expareja sentimental, José Guillermo Ibarra.

Sin embargo, lo que más llama la atención es la denuncia de la hermana de la víctima, Gloria Cárdenas, quien asegura que las autoridades ignoraron las repetidas denuncias de acoso y amenazas que Erika había presentado.

La mujer contó a los periodistas que Erika conoció a Ibarra en Bogotá a principios de 2024, pero la relación apenas duró 15 días debido a su comportamiento agresivo y controlador.

Tras la ruptura, Ibarra comenzó a acosarla constantemente, siguiéndola hasta su lugar de trabajo y enfrentándose a sus compañeros.

Erika se mudó a Barranquilla para escapar, pero Ibarra la siguió, continuando con su persecución.

Denuncias que no fueron escuchadas

Gloria Cárdenas relató que su hermana había denunciado a Ibarra en varias ocasiones ante la Fiscalía por acoso, amenazas de muerte y maltratos físicos y psicológicos.

Sin embargo, estas denuncias fueron ignoradas, y Erika no recibió la protección necesaria. "Esperaron a que la mataran como a muchas mujeres más", lamentó.

El miércoles 19 de marzo, Erika salió a dejar a su hija de siete años en el colegio. Al regresar a su casa, Ibarra la esperaba. La discusión entre ambos terminó en un violento ataque con arma blanca.

Erika, gravemente herida, salió corriendo de su vivienda pidiendo auxilio, pero los vecinos inicialmente pensaron que era una pelea común entre parejas. Solo cuando vieron a Erika ensangrentada se dieron cuenta de la gravedad de la situación0.

La comunidad del barrio Rebolo reaccionó rápidamente. Mientras Erika era trasladada al hospital, donde finalmente falleció, los vecinos persiguieron a Ibarra, impidiendo su fuga y golpeándolo hasta que llegó la policía.

La captura de Ibarra fue posible gracias a la intervención de la comunidad, quienes exigieron justicia y mayor seguridad en el sector.