El 26 de septiembre Carlos Bueno, dejó de ser el director de Tránsito de Bucaramanga al ser declarado insubsistente por la Alcaldía.
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Esta salida causó controversia en la ciudad, ya que en la mañana de ese mismo día Bueno desmintió rumores de que iba a salir de la dirección de dicha dependencia, no obstante, horas después se conoció la decisión de que fue retirado del cargo.
Carlos Bueno viene de la Alcaldía de Juan Carlos Cárdenas, ex alcalde de Bucaramanga, y se destacó por salir a las calles y hacer contundentes operativos para generar cultura en el conductor de evitar manejar en estado de embriaguez y conducir con exceso de velocidad, entre otras conductas.
En sus redes sociales el exdirector era controversial por publicar y desenmascarar a la comunidad que cometía imprudencias viales y al tener buenos resultados hay asombro por su salida.
En entrevista con EL TIEMPO dio a conocer, lo que, para él, son las verdaderas causas que dieron un giro a su salida como director de tránsito. Dentro de los detalles que entregó a este medio, indicó que desde hace dos meses perdió comunicación directa con el alcalde Jaime Andrés Beltrán cuando antes tenía excelentes relaciones.
Al preguntarle sobre los rumores de que su salida era por causa de un favor que no quiso hacer en la Alcaldía, Bueno, entre líneas, aseguró que no aceptó presiones externas para tomar decisiones que no correspondían a sus convicciones.
¿Cuáles fueron las verdaderas razones de su salida como director de Tránsito de Bucaramanga?
La razón principal de mi salida fue mi firmeza al rechazar presiones externas y la opción de renunciar a cambio de un cargo de asesor. Mi compromiso siempre fue con la Dirección de Tránsito de Bucaramanga y con los ciudadanos, defendiendo la transparencia y el patrimonio público. Al no ceder a esos intereses ajenos, fui declarado insubsistente.
¿Cómo era su relación con Jaime Beltrán?
Mi relación con el alcalde Jaime Beltrán fue buena a nivel personal. Frecuentemente intercambiábamos ideas, planeábamos estrategias, discutíamos proyectos y hasta me acompañaba a los operativos para hacer sus videos para redes sociales, pero desde hace dos meses ya no me respondía los mensajes, no accedía a reunirse conmigo y todo el relacionamiento lo descargó en emisarios e interlocutores suyos. Sin embargo, guardo sentimientos de respeto y consideración, porque me preocupa que varios de sus asesores se toman mayores atribuciones de las que les competen y ejercen actitudes poco propositivas y malintencionadas y percibo que eso puede influir negativamente en su gestión y la ejecución de su ambicioso y bien intencionado Plan de Desarrollo.
Hay rumores de que la primera dama tiene influencia sobre Tránsito, ¿recibía usted órdenes de ella?
En todas las dependencias de la entidad funcionarios del nivel directivo y rango intermedio, hablaban abiertamente del poder de la primera dama. Pero en el caso estrictamente personal en ningún momento recibí órdenes directas de ella. Sin embargo, lo que sí es un hecho es que me desmontaron todo el equipo técnico con el que desarrollé una gestión con metas e indicadores mucho mejores que las de este año, y que además, me quitaron todas las facultades para administrar el personal, abrir procesos contractuales y suplir cargos vacantes, porque todas las personas nuevas que llegaron enviadas desde la Alcaldía nunca permitieron que se hiciera un contrato ni se designara una persona que no estuviera autorizada por el nivel central.
A pesar de todas estas dificultades, nunca detuve mi accionar y mi compromiso con mejorar la movilidad, devolverle la confianza de los ciudadanos en la entidad, manejar en forma pulcra los recursos públicos y ratificar el sentido de la autoridad en las calles.
Se comenta que detrás de su salida está un favor que no quiso hacerle al alcalde, ¿es cierto esto?
Es cierto que me mantuve firme en mis principios y no acepté presiones externas para tomar decisiones que no correspondían a mis convicciones. Siempre prioricé la defensa de la entidad, el mejoramiento de la atención al ciudadano, el respeto a los funcionarios, la transparencia en todas mis actuaciones y el uso adecuado de los recursos públicos.
¿Cómo describiría la comunicación entre la Alcaldía y la Dirección de Tránsito durante su gestión?
La comunicación era regular, pero no siempre fluida ni constructiva. Las barreras impuestas por algunos asesores dificultaron la ejecución de proyectos importantes para la ciudad y limitando recursos para nuestra entidad. Además, las posibilidades de dialogar directa y personalmente con el alcalde, cada vez se hicieron más difíciles y casi imposibles.
Se mencionó un ataque cibernético a la institución, ¿podría explicar en qué consistió y cuál fue la magnitud del daño?
El ataque cibernético fue delicado porque intentaron intervenir todas las bases de datos de la entidad, pero gracias a la reacción inmediata que tuvimos y en especial, al apoyo técnico que recibimos por parte de entidades especializadas del sector como el Simit y el RUNT, rápidamente conjuramos el ataque y logramos reducir la magnitud del daño.
En efecto, lograron traumatizar temporalmente algunos sistemas claves, pero retomamos con agilidad el control.
Aunque algunos asesores de la Alcaldía nos recriminaron el hecho de que hayamos denunciado el caso inmediatamente a la Fiscalía, la Procuraduría, la Contraloría y la Personería, me ratifiqué en esta decisión porque es la que más tranquilidad me produce en condición de exdirector y la que mayor confianza representa para la entidad y para los miles de usuarios que acuden diariamente a realizar trámites y procedimientos legales.
¿Cree que detrás del ataque cibernético puede estar alguien en particular?
Es difícil afirmarlo con certeza, pero no descarto que existan intereses relacionados con quienes se oponen a la transparencia y al manejo honesto de la Dirección de Tránsito.
Hay demasiadas coincidencias y muchos actos sospechosos que ocurrieron días y semanas antes del ataque, como la llegada de nuevas personas al área de sistemas, la salida de directivos que nunca engranaron con el equipo técnico y operativo y se fueron con sentimientos de rencor, y jefes de sección que a pesar de tener los rubros presupuestales y dinero disponible que yo mismo orienté, nunca adelantaron la formulación de los proyectos, propusieron el estudio de oportunidad y conveniencia ni redactaron el objeto contractual para conjurar el riesgo y blindar la seguridad informática de la Dirección de Tránsito.
¿Piensa que algún asesor del alcalde influyó en su salida?
Sí, tengo motivos para creer que algunos asesores cercanos al alcalde y con ínfulas del poder que solo son válidas para quienes fueron elegidos por el pueblo influyeron en mi declaración de insubsistencia.
Me preocupaba el silencio del alcalde ante mis solicitudes de reunión, ya que sus asesores no siempre entendían el contexto general de los problemas, las necesidades y la realidad de la entidad.
¿Tuvo algún enfrentamiento con algún asesor de la Alcaldía?
No puedo hablar de enfrentamientos directos, pero sí hubo desacuerdos profundos con varios asesores que se oponían a nuestras iniciativas por no alinearse con sus intereses.
Se preocupaban más que yo no informara a través de los canales de comunicación virtual y que yo supuestamente le quitara protagonismo a la administración central, pero en cambio no ayudaban a resolver los problemas, les ponían freno a los proyectos, daban órdenes para demorar los procesos y rotaban personas en un cargo varias veces porque aptitudes labores y personales afines con mi trabajo en la entidad.
¿Cree que alguien pidió su cabeza? ¿Por qué?
Es posible que algunos dentro del círculo cercano de la Alcaldía hayan solicitado mi salida debido a mi negativa a ceder a presiones indebidas. Mi gestión siempre fue honesta y transparente y eso indiscutiblemente pudo incomodar a ciertos sectores.
¿Qué opina del manejo interno de la Dirección de Tránsito en este contexto?
El manejo interno de la Dirección de Tránsito fue complejo, pero a pesar de ello rompimos el paradigma y nos dedicamos a los operativos en la vía de día y de noche, yo preferí la calle y no la cómoda oficina con aire acondicionado.
Nuestros Agentes de Tránsito que antes eran golpeados y maltratados hoy gozan de mayor respeto y la entidad dejó de ser catalogada como un nido de corrupción.
Además, hicimos grandes avances, pero la falta de apoyo y la interferencia de actores externos obstaculizaron la implementación de proyectos clave, como las Zonas de Estacionamiento Regulado, la implementación de los Bodycams para contrarrestar cualquier intento de corrupción y las cámaras salvavidas.
Ojalá no le hagan lo mismo al nuevo director y le faciliten las cosas para que en menos de un mes ponga en marcha estas iniciativas en las cuales trabajé durante el último y dejé prácticamente listas.
Circulan rumores sobre publicaciones en cuentas falsas para desacreditarlo, ¿cree que alguien desde la Alcaldía estuvo detrás de esto? ¿Quién podría haber sido?
No tengo pruebas concretas, pero noté una campaña de desprestigio en redes sociales que era liderada inicialmente desde una cuenta que fingía ser un colectivo ciudadano que se ofrecía a trabajar como faro moral de la movilidad y luego sin el menor pudor, comenzó a hacerlo desde su cuenta personal.
Yo no me imagino a un ministro del Gobierno Nacional o un secretario del departamental atacando frecuentemente a su compañero de gabinete sin que el presidente o el gobernador le diga: así no son las cosas, los problemas los arreglamos internamente, pero hacia la comunidad debemos transmitir un mensaje de unidad y de trabajo en equipo.
Ese es el derecho de las cosas. No me cabe ninguna duda que alguien de la misma administración municipal siempre buscó afectar mi imagen y mi gestión, a pesar de que siempre me llamaba para que le desplegara operativos de despeje vehicular cerca de su casa y en sus sitios de distracción y entretenimiento.
Melissa Múnera Zambrano
Corresponsal de EL TIEMPO - Bucaramanga.