Europa asegura que no cambiará su apoyo a Ucrania tras amenazas de Vladimir Putin por uso de armas de largo alcance

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La Unión Europea (UE) afirmó el viernes que no modificará su postura de apoyo a Ucrania pese a los comentarios del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre que el uso de armas de más largo alcance por parte de Ucrania contra objetivos dentro de Rusia supondrá estar en guerra con la Otán.

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“Los erróneos comentarios de Putin no cambiarán nuestra posición mientras continúe su agresión ilegal contra Ucrania”, señaló durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea el portavoz comunitario Peter Stano.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Foto:EFE

El portavoz indicó que Putin “hace constantemente muchos comentarios erróneos, y el hecho es que él empezó la guerra contra Ucrania y, con ello, ha atacado también a las democracias modernas europeas y occidentales”.

Lanzó una guerra contra todos nosotros, y Ucrania es lo suficientemente valiente como para combatir esta guerra con su gente, con su sangre y sufrimiento, paga el precio, el precio más alto

Por ello, consideró que Putin “no solo está atacando Ucrania; está atacando los valores, los principios en los que creemos. Está atacando la ley internacional, el orden mundial basado en reglas, está violando la Carta de las Naciones Unidas”.

En ese sentido, el portavoz dijo que el presidente ruso “lanzó una guerra contra todos nosotros, y Ucrania es lo suficientemente valiente como para combatir esta guerra con su gente, con su sangre y sufrimiento, paga el precio, el precio más alto”, apuntó.

“Por supuesto, nada de lo que diga (Putin) cambiará nuestras posiciones mientras prosiga con esta guerra de agresión ilegal contra el pueblo ucraniano; seguiremos apoyando a Ucrania, incluido con apoyo militar”, apostilló Stano.

Hombres inspeccionan un centro de oficinas dañado por un ataque con misiles en Kiev el 2 de septiembre de 2024.

Hombres inspeccionan un centro de oficinas dañado por un ataque con misiles en Kiev el 2 de septiembre de 2024.

Foto:AFP

Por lo que se refiere a la posibilidad de que los países que donan armas a Ucrania levanten las restricciones para que Kiev las pueda emplear contra objetivos en territorio ruso para defenderse con más garantías de los ataques que Rusia lanza desde ahí, el portavoz recordó que es una decisión que tiene que tomar cada país individualmente.

“No hay una posición amplia de la UE sobre ello”, indicó, aunque citó que la posición del alto representante comunitario para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, es “muy clara”: el jefe de la diplomacia comunitaria ha solicitado libertad para que Ucrania pueda ejercer la legítima defensa de su territorio atacando objetivos situados dentro de Rusia.

¿Guerra con la Otán? Las líneas rojas de Putin 

El presidente ruso, Vladimir Putin, durante su visita a Mongolia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, durante su visita a Mongolia.

Foto:AFP

Y es que el presidente ruso, Vladimir Putin, marcó una nueva línea roja: el empleo de misiles de largo alcance contra su territorio desde Ucrania, cuya violación supondría, según el Kremlin, la guerra con la Otán.

"Rusia está siendo paciente. Después de todo, es evidente que una respuesta nuclear es una decisión extremadamente compleja con consecuencias irreversibles (...), pero toda paciencia tiene un límite", escribió en su canal de Telegram Dmitri Medvédev, expresidente y número dos en el Consejo de Seguridad de Rusia.

Eso significará que los países de la OTAN, EEUU y los países europeos, están en guerra con Rusia

Putin lleva meses repitiendo que Kiev no tiene la capacidad técnica para lanzar misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso, por lo que para hacerlo necesita los datos de inteligencia de los satélites de Occidente, cuyos especialistas son los que determinan las misiones de vuelo.

Según esa argumentación, EE. UU. y el Reino Unido, cuyos líderes abordaron ese asunto el viernes en Washington, no barajan dar luz verde a Kiev, sino que se estarían planteando participar "directamente" en el conflicto.

"Eso significará que los países de la Otán, EE. UU. y los países europeos, están en guerra con Rusia", alertó Putin el jueves a la televisión pública en San Petersburgo.

Joe Biden

Joe Biden

Foto:EFE

El presidente de EE. UU., Joe Biden, aplazó el viernes la decisión, pese a la insistencia de su colega ucraniano, Volodimir Zelenski, pero el órdago nuclear está sobre la mesa.

"Allí bromean con nuestras líneas rojas. No deben bromear sobre ellas. Saben perfectamente por dónde pasan", comentó Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso.

Subrayó que las potencias occidentales "tiene una convicción genética de que nadie les tocará" y tachó de "peligroso" que EE. UU. y sus aliados estén renunciando "a la disuasión mutua", la garantía de la estabilidad estratégica.

Antes de los misiles de largo alcance, el Kremlin ya marcó líneas rojas como los ataques contra Crimea; el puente que une la anexionada península con el continente; las regiones fronterizas y las zonas alejadas del frente, como Moscú o San Petersburgo.

UCRANIA

UCRANIA

Foto:AFP

En cambio, los ucranianos atacaron Crimea, golpearon con drones la Rusia profunda -incluso alcanzaron el Kremlin- y protagonizan actualmente en la región de Kursk la primera incursión fronteriza desde que los nazis invadieran la URSS en 1941.

Con todo, según analistas y blogueros rusos y occidentales, Putin no tomó decisiones drásticas y se limitó a incrementar el número de bombardeos.

Líderes de la Otán en la celebración del 75 aniversario de la Alianza en el Auditorio Mellon de Washington, DC.

Líderes de la Otán en la celebración del 75 aniversario de la Alianza en el Auditorio Mellon de Washington, DC.

Foto:AFP

Putin, quien ha dicho que si Occidente no respeta sus líneas rojas, él hará lo mismo con respecto a ellos, discrepaba en medio de la contienda. Entonces, aseguró que la misma campaña militar es la mayor de las respuestas, a lo que sumó los ataques contra la infraestructura energética del país vecino.

"¿Y la propia operación militar especial acaso no es una respuesta por rebasar esas líneas?", se preguntó.

Eso sí, en mayo pasado, ya amenazó a Europa con "graves consecuencias" en caso de que los países de la OTAN permitieran el uso de armamento occidental contra objetivos en Rusia.

"Estos representantes de los países de la Otán, especialmente en Europa, especialmente en países pequeños, deben ser conscientes de con qué están jugando. Deben recordar que, por regla general, se trata de Estados con territorios pequeños, pero densamente poblados", dijo Putin en Uzbekistán.

Y se preguntó: "Si esas graves consecuencias se hacen notar en Europa, ¿cómo reaccionará Estados Unidos? (...) ¿Acaso desean un conflicto global?".

Un tren de evacuación en un lugar no revelado de la región de Donetsk en medio de la invasión rusa de Ucrania.

Un tren de evacuación en un lugar no revelado de la región de Donetsk en medio de la invasión rusa de Ucrania.

Foto:AFP

Los halcones como Medvédev van más allá que Putin. El sábado subrayó que, "por ejemplo, en la misma Kursk" ya se dan "las condiciones formales" para el uso de armas nucleares.

Al mismo tiempo, consideró que tienen razón los analistas occidentales que advierten que Moscú también podría recurrir al armamento de nueva generación, en alusión, supuestamente, al armamento hipersónico.

Por eso, estamos preparados para todo y reaccionaremos de tal forma que sabrán lo que vale un peine

"Y, entonces, eso es todo. Un gigantesca mancha gris fundida en el lugar de la madre de (todas) las ciudades rusas" (Kiev), concluyó al final de su mensaje, en el que añadió en inglés: "Es imposible, pero ocurrió".

El Ministerio de Exteriores considera que, en realidad, la "carta blanca" ya está concedida a Kiev.

"Por eso, estamos preparados para todo y reaccionaremos de tal forma que sabrán lo que vale un peine", dijo el sábado Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores.

Mientras, el presidente de la Duma o cámara de diputados, Viacheslav Volodin, aseguró que las consultas entre Washington y Londres "no son otra cosa que un intento de camuflar y ocultar su participación directa en las acciones militares" y que sólo buscan una excusa para cometer "un acto de agresión con misiles contra Rusia".

En la misma línea, Serguéi Karagánov, un conocido politólogo cercano a Putin, pidió esta semana una nueva doctrina nuclear que aumente los casos en los que Moscú puede recurrir a su arsenal estratégico.

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