La relación entre los hábitos alimenticios y el riesgo de desarrollar cáncer es un tema ampliamente investigado. Aunque no existe un solo alimento que pueda causar o prevenir esta enfermedad, algunas decisiones dietéticas pueden tener un impacto importante en la salud general.
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Varios estudios han demostrado que ciertos alimentos pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer, mientras que otros contribuyen a reducirlo, lo que subraya la importancia de mantener una dieta balanceada.
Según la dietista especializada en oncología, Nichole Andrews, es fundamental evitar ciertos tipos de carne para disminuir el riesgo de cáncer. Entre estos, las carnes procesadas destacan como las más peligrosas debido a los aditivos y métodos de conservación utilizados.
Estas carnes han sido objeto de numerosos estudios que las asocian con un mayor riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer, especialmente cáncer colorrectal.
Por ello, se destacan tres tipos de carnes que, según los expertos, deberían evitarse para reducir el riesgo de cáncer. Estas incluyen las carnes curadas, embutidos y carnes ahumadas, las cuales suelen contener compuestos que pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo.
La razón para evitar las carnes procesadas
Las carnes procesadas, como el tocino, las salchichas y el jamón, han sido clasificadas como carcinógenos del Grupo 1 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
Esta clasificación indica que existe evidencia sólida de que estos alimentos pueden causar cáncer en los seres humanos, particularmente cáncer colorrectal. Los estudios han demostrado una clara relación entre el consumo de estas carnes y el aumento del riesgo de desarrollar esta enfermedad.
El problema principal de las carnes procesadas radica en los conservantes que contienen, como los nitratos y nitritos. Durante la cocción o el proceso de digestión, estos conservantes pueden formar compuestos cancerígenos conocidos como N-nitrosos.
Estos compuestos tienen la capacidad de dañar el ADN, lo que contribuye al desarrollo de células cancerosas y al aumento del riesgo de cáncer en las personas que consumen regularmente este tipo de alimentos.
Carnes cocinadas a altas temperaturas
Cocinar carnes a altas temperaturas, como en parrillas o al freírlas, genera compuestos perjudiciales para la salud. Entre estos se encuentran las aminas heterocíclicas (HCA) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), ambos relacionados con un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
Estas sustancias químicas se forman cuando la carne es expuesta directamente al fuego o se cocina durante mucho tiempo a altas temperaturas. Esto incrementa el riesgo de varios tipos de cáncer, como el de estómago y el colorrectal, por lo que se recomienda moderar este tipo de preparación.
Las carnes ahumadas pueden producir cáncer
El proceso de ahumado de carnes también representa un riesgo significativo. Las carnes ahumadas pueden contener sustancias químicas tóxicas, como los PAH, que son absorbidas por los alimentos durante este proceso.
El consumo frecuente de carnes ahumadas puede aumentar el riesgo de cáncer con el tiempo, debido a la acumulación de estos compuestos en el organismo. En algunos países, como los de la Unión Europea, se ha prestado especial atención a la regulación de ciertos aditivos utilizados en productos ahumados, debido a sus efectos perjudiciales para la salud.
Laura Guevara.
El Universal México / GDA.
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*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de El Universal México (GDA). Contó con la revisión del periodista y un editor.