Recientemente, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) realizó una importante incautación de artículos de lujo que llegaron al país a través de envíos de paquetería. Este caso particular se centra en un envío de bolsos de marca falsificados, que, de haber sido auténticos, hubieran tenido un valor total de US$151.431.
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Según aclara la entidad en su página web oficial, el 4 de septiembre, los agentes de CBP en Wilmington, Delaware, inspeccionaron un cargamento aéreo exprés proveniente de China, destinado a una dirección en Newark, Delaware. Este envío contenía 26 bolsos de marcas de lujo reconocidas, incluyendo Chanel, Gucci, y Louis Vuitton.
La sospecha sobre la autenticidad de los bolsos llevó a los oficiales a detener el envío para realizar un análisis mucho más detallado. Las marcas involucradas son altamente valoradas en el mercado, lo que incrementa el interés de los falsificadores y la necesidad de una vigilancia constante por parte de las autoridades.
Proceso de verificación realizado por CBP
Una vez detenido el envío, los funcionarios del organismo presentaron la documentación y las fotografías de los bolsos a expertos comerciales en el Centro de Excelencia y Experiencia en Productos de Consumo y Mercancía Masiva (CEE, por sus siglas en inglés). Este centro se especializa en la evaluación de productos y en la verificación de marcas registradas. Tras un análisis, los expertos confirmaron que los bolsos eran, de hecho, falsificados, lo que resultó en su incautación conforme a las regulaciones vigentes.
El comercio internacional de productos falsificados es ilegal y tiene consecuencias graves en la economía. Este tipo de comercio roba ingresos a los propietarios de marcas registradas y a los gobiernos en concepto de impuestos. Además, alimenta organizaciones criminales transnacionales y presenta riesgos para la salud y la seguridad de los consumidores.
Los productos falsificados suelen estar fabricados con materiales de calidad inferior, lo que aumenta la probabilidad de que se rompan prematuramente y, en algunos casos, representen un peligro real para los usuarios. Bajo este escenario, Erik Kelling, Director del Puerto de Wilmington de la CBP, enfatizó la importancia de que los consumidores protejan a sus familias comprando productos auténticos de minoristas de buena reputación.
Este llamado a la acción es de suma importancia, ya que la compra de productos falsificados perjudica a las marcas legítimas y puede poner en riesgo la seguridad de quienes los adquieren.