Esta popular hamburguesería cerró sus puertas en Texas y California

La pandemia por Covid-19 y la creciente inflación en Estados Unidos fueron dos desencadenantes importantes para que ciertas cadenas de comida rápida que funcionaron durante décadas se vieran forzadas a cerrar sus puertas por el constante aumento en los precios. En ese contexto, la popular cadena de restaurantes Shake Shack tuvo que cerrar nueve de sus sucursales por el impacto negativo que tuvieron los cambios comerciales en sus ventas. Entre la sucursales están California y Texas.

Shake Shack, con su sede principal en la ciudad de Nueva York, comenzó en 2001 como un carrito de hot dogs localizado dentro del Parque Madison Square. Con el tiempo fue ganando popularidad hasta convertirse en una importante cadena de comida rápida con 527 sedes distribuidas en los distintos estados del país norteamericano. En la actualidad, la marca cuenta con nueve restaurantes menos. 

El anuncio se realizó a fines de agosto durante una reunión en la Comisión de Bolsa y Valores, donde un representante de la cadena anunció que algunos de sus locales en Ohio, California y Texas mostraban un rendimiento inferior que comenzaba a afectar a las otras sucursales cercanas. Finalmente, concluyeron en cerrar definitivamente esos restaurantes. 

La cadena de hamburguesas forzó el cierre de nueve sucursales en Ohio, Texas y California 

La mayoría de los restaurantes que cerraron sus puertas el anterior 25 de septiembre se encontraban en Los Ángeles, distribuidos en las comunidades de Bunker Hill, Downtown Culver City, Koreatown y dentro del centro comercial Westfield Topanga. También clausuraron los locales de Oakland, California, el centro comercial Polaris en Ohio, el Houston Galleria y el vecindario Montrose de Houston, Texas.

De acuerdo con el medio estadounidense Nation's Restaurant News, el costo de los cierres iba a tener un importe final que varía ente US$ 28 millones y US$ 30 millones, incluyendo los costos de terminación del contrato de arrendamiento y futuras obligaciones. Además, se estimaba un gasto de US$ 1 millón destinado a los empleados. 

En cuanto a los trabajadores de las sucursales cerradas, el representante de Shake Shack informó que se les ofrecería un nuevo puesto dentro de los locales vecinos. Las personas que no quieran realizar el traslado tenían la opción de solicitar una transferencia por un salario de 60 días de trabajo.