La importancia de un desayuno adecuado es un tema recurrente en la conversación sobre hábitos alimenticios saludables. Sin embargo, ¿alguna vez se preguntó cuál es la mejor hora para desayunar? Según estudios recientes, reproducidos por Jonathan C. Jun, profesor asociado de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins, la sincronización de las comidas puede ser tan importante como lo que usted come. Una investigación sugiere que comer en el momento correcto no solo optimiza la energía, sino que también contribuye a un mejor control del peso.
Conforme a los criterios de
Los expertos llevaron a una respuesta: el mejor momento para desayunar es entre las 6:00 y las 9:45 A.M. Durante este intervalo, el cuerpo está más preparado para metabolizar los nutrientes de manera eficiente. Una investigación publicada en la revista Obesity destaca que consumir un desayuno rico en proteínas, como huevos o yogur griego, se asocia con un menor aumento de peso.
Las personas que desayunan temprano tienen menos probabilidades de experimentar hambre a lo largo del día, lo que puede ayudar a evitar las tentaciones de meriendas poco saludables. Cabe destacar que la omisión del desayuno puede tener repercusiones negativas en el índice de masa corporal (IMC).
Aquellos que saltan esta comida esencial suelen enfrentarse a una mayor dificultad para controlar su peso. Al no proporcionar al cuerpo los nutrientes necesarios en la mañana, se pueden activar hormonas que promueven el almacenamiento de grasa, lo que anula los beneficios de una dieta saludable.
La importancia de las meriendas
El profesional mencionado aclara que a las 11:00 A.M., es recomendable tomar una merienda. Optar por un refrigerio ligero, como una manzana con mantequilla de maní, no solo mantiene sus niveles de energía estables, sino que también ayuda a regular el apetito. Además, puede evitar que usted llegue al almuerzo con un hambre excesiva, lo que reduce la probabilidad de hacer elecciones alimentarias poco saludables.
Almorzar alrededor de la 1:00 P.M. también es importante. Esperar hasta más tarde, como a las 4:30 P.M., se asoció con un menor control de la glucosa y un metabolismo menos eficiente. Aquellos que almuerzan más temprano son más propensos a quemar calorías en reposo y a mantener un mejor equilibrio de energía.
Por último, la cena debería programarse para las 6:00 P.M. Investigaciones mostraron que comer más tarde, puede contribuir al aumento de peso. El Dr. Jun indica que el metabolismo cambia a medida que avanza el día, y cenar temprano puede mejorar la quema de grasa durante la noche.