¿Es normal que alguien imagine conversaciones con otras personas? Esto dice la psicología

Imaginar conversaciones con otras personas, previas a tenerlas, es una práctica muy habitual en mucha gente. Este diálogo interno fue investigado por especialistas en psicología, quienes aseguran que podría tratarse de algo trivial, pero en el fondo tiene dice mucho de las personas y es una práctica completamente normal.

De acuerdo con el sitio web Doctoralia, esta práctica habitual que tienen las personas es algo normal, pero si se transforma en una constante, podría tratarse de un problema. Si se encuentra dialogando con una persona y está esperando su respuesta porque usted está imaginando la misma conversación, entonces es un problema.

En diálogo con el mismo medio, la psicóloga Mónica Dosil, explica: “Imaginar conversaciones puede parecer algo normal e incluso beneficioso. Sin embargo, algunos expertos temen que pueda ser síntoma de alguna enfermedad mental. Algunas personas incluso admiten mantener conversaciones complejas imaginando la presencia de personas conocidas o inventadas”.

Por ende, imaginar conversaciones es una forma natural de pensar y sentir, una herramienta que el cerebro usa para anticipar, procesar o resolver situaciones. El problema se produce cuando esta imaginación de charlas se vuelve recurrente y casi no puede tener diálogos con las personas, tal como explica la psicóloga.

Imaginar conversaciones pueden ayudarlo hasta cierto punto

Existen varias fuentes en psicología que respaldan la idea de que imaginar conversaciones es un fenómeno común y, en muchos casos, saludable. Según los especialistas, es sano cuando ocurre de manera formal y moderada, le ayuda a prepararse para entender mejor o regular emociones, y no interviene en su vida diaria.

Por otro lado, podría tratarse de un problema si las conversaciones imaginadas son excesivas y obsesivas, de modo tal que sustituyen su contacto real con las personas y le desconectan de la realidad. Pero en la gran mayoría de los casos es una conducta perfectamente normal y funcional.