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Tal como detallo CBP en un comunicado web, el viernes 8 de noviembre la Unidad de Enlace Internacional de la estación Douglas recibió información del Consulado de México de que un hombre mexicano había sido abandonado en un lugar de Rucker Canyon.
El hombre había comunicado al consulado su posición, que se encontraba a más de 59,5 kilómetros al norte de la frontera entre Estados Unidos y México. Inmediatamente CBP desplegó un operativo de rescate que se llevó a cabo con la colaboración de un cazador que había dado aviso sobre un hombre herido en la zona.
Dos agentes de la Patrulla Fronteriza se reunieron con el cazador, y él pudo guiarlos hasta el hombre herido. Una vez en el lugar, el migrante declaró que, después de haberse lastimado la espalda y la pierna y no haber podido continuar, su grupo lo había abandonado.
Tras rescatarlo, los agentes transportaron al migrante a una ambulancia local que lo trasladó a un hospital local en Douglas, Arizona. Tras varios días, el hombre fue trasladado a un hospital de Tucson para recibir tratamiento adicional por lesiones relacionadas con el calor.
CBP halló en una terrible situación a migrantes en el desierto
Casos como este son frecuentes en las tareas diarias de CBP, a principios de octubre el organismo detalló a través de un comunicado que agentes de la Patrulla Fronteriza en Ajo, en el estado de Arizona, recibieron notificaciones sobre un grupo de cinco migrantes en problemas dentro del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Cabeza Prieta.
Este aviso se originó gracias a la observación de la comunidad y el monitoreo de la zona, lo que permitió activar una operación de rescate de manera eficiente. La rapidez de la respuesta es importante, ya que el desierto presenta condiciones que pueden poner en riesgo la vida de quienes intentan cruzarlo.
Según el informe, el uso de señales visuales, como fogatas, fue clave para que los agentes localizaran a los migrantes en peligro. La Patrulla Fronteriza y la División Aérea de Yuma siguieron estas señales durante la noche, lo que les permitió llegar a tiempo y evaluar la situación. Al llegar, encontraron que uno de los migrantes, un joven de 14 años, presentaba signos de deshidratación, por lo que brindaron atención médica de emergencia. La colaboración entre las agencias, incluyendo los pilotos del Departamento de Seguridad Pública de Arizona, facilitó un rescate eficiente.