Es enfermera en California y llegar a comprar en una gasolinera le cambió la vida

Muchas veces, los sucesos que cambian la vida llegan cuando uno menos se lo espera y en los sitios jamás imaginados. Eso le pasó a una enfermera en Estados Unidos, que reside en California y llegar a comprar en una gasolinera terminó siendo un hecho que jamás olvidará porque marcó un antes y un después para ella.

Stacy Hagberg estaba jugando un raspadito de la Lotería de California en una gasolinera, y luego se llevó la noticia más inesperada: el cartón que adquirió era el ganador de US$1’000.000. Así lo informaron las autoridades de la agencia de apuestas mencionada, donde la protagonista explicó sus sensaciones.

“Comencé a rascar y vi el uno y las comas y pensé: ‘Dios mío’”, reveló Hagberg, quien incluso asustó a su compañera enfermera al descubrir que se había ganado US$1’000.000, dado que rascó su cartón en su puesto de enfermería.

“Mi compañera pensó que le estaba diciendo que había hecho algo mal y le dije: ‘¡No, creo que acabo de ganar un millón de dólares!’”, contó la mujer sobre esa situación. El boleto ganador costó US$10 y era de Power 10. Fue adquirido en el condado de Shasta, donde reside la afortunada.

Hagberg también dijo que no podía creer que había ganado y apenas se dio cuenta de que lo que estaba viviendo era real cuando vio el dinero en su cuenta bancaria. Incluso, explicó que la vieron hasta unas cinco personas al momento en el que escaneó el boleto. “Todavía me parece surrealista”, soltó.

La enfermera utilizará el dinero para pagar sus deudas y retirarse definitivamente de los juegos de apuestas, según le confirmó a la Lotería de California. “Solía sentir que probablemente tendría que trabajar hasta el día de mi muerta”, sostuvo en torno a ello, aún sorprendida por haber sido la ganadora.

¿Qué estrategia utilizó la ganadora de la Lotería de California?

Según les contó a las autoridades de la Lotería, Stacy Hagberg normalmente compra diferentes juegos, pero en ese momento solo quedaba uno, por lo que decidió comprarlo y eligió tres Power 10 aleatorios. “Si hubieran tenido más del juego que suelo comprar, ¡no hubiera comprado los Power 10 y ganado el millón de dólares! Estaba destinado a ser así”, reflexionó.