Brandon Johnson, el alcalde de Chicago, ciudad donde nació el actual Papa Robert Prevost, viajará a Washington, D.C., el próximo mes para testificar ante una audiencia del Congreso sobre el estatus de la ciudad como "santuario" para migrantes indocumentados de Estados Unidos.
Según consignó CBS News, el hecho tomó aún más relevancia desde jueves 8 de mayo, cuando se supo que el nuevo Papa de la iglesia católica, León XIV, nació en Chicago y tiene una postura clara en torno a la migración.
Prevost, hoy mundialmente conocido como León XIV, nació en la ciudad de Chicago en 1955, y dedicó buena parte de su vida a ser misionero en Perú, donde fue obispo en la ciudad de Chiclayo.
De acuerdo a un informe de The Times, en febrero Prevost retuiteó un artículo que atacaba al vicepresidente de Estados Unidos J. D. Vance, luego de que este intentara justificar la política de la administración de Donald Trump de deportar migrantes indocumentados, invocando las enseñanzas de la Iglesia Católica.
Además, fue muy cercano al recientemente fallecido Francisco I, con quien compartía su visión en materia de ayuda a los pobre y a los inmigrantes.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, defiende a la ciudad como "santuario" para migrantes. Foto:Oficina del alcalde de Chicago / Facebook
La polémica en torno a las ciudades santuario de Estados Unidos
La convocatoria a Brandon Johnson, liderada por el republicano James Comer, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, también incluye a los alcaldes de Boston, Denver y Nueva York, en medio de un creciente debate nacional sobre las políticas migratorias, tal como detalló CBS News.
Johnson confirmó su asistencia a la audiencia del 5 de marzo, marcando un cambio de tono respecto a sus declaraciones iniciales, en las que calificó la solicitud de Comer como "poco sincera".
"Agradecemos a los miembros del Comité por la oportunidad de conversar sobre este tema importante", declaró la oficina del alcalde de Chicago.
Por su parte, Comer acusó a estas ciudades de "priorizar a criminales ilegales sobre el pueblo estadounidense" y afirmó que sus políticas "violan la ley federal".
En respuesta, Johnson defendió las normativas locales: "Chicago es una ciudad que abre sus brazos a personas de todo el mundo. Seguiremos protegiendo los derechos humanos".