¿Es bueno o malo que los niños anden descalzos? La ciencia habla de sus beneficios en el aprendizaje

hace 1 mes 14

Actualmente, son muchos los consejos que se encuentran en internet acerca de cómo criar a los bebés. Sin embargo, la mayoría de este contenido suele estar basado en creencias populares y no está del todo comprobado por especialistas.

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Una de las cosas que más se suelen decir por las redes y algunas páginas es que se deben poner zapatos a los bebés desde antes de que caminen para que el pie se vaya formando y así no tengan alguna dificultad al momento de iniciar a andar por sí mismos.

Para poder dar una información médica funcional a padres primerizos o para aclarar dudas que surgen alrededor de estos mitos y creencias, el doctor Héctor González Cabello, especialista en pediatría perteneciente a la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, habló con ‘UNAM Global revista’ y dio respuesta a esto.

Durante la conversación que tuvo González con la revista, afirmó primeramente que “los bebés no deben usar zapatos hasta que aprendan a caminar”. Asimismo, advirtió a los padres que: “No hay que dejarnos llevar por tendencias sociales. Es muy común que en los baby showers regalen zapatos y que los padres, por evitar que estos se pierdan, se los pongan al bebé, pero es algo que no está bien. No solo por la cuestión de que impide su desarrollo, sino que hay otras situaciones que pueden jugar en contra”.

Además, el especialista afirma que es importante que los bebés tengan sus pies descubiertos, debido a que en sus primeros meses de existencia se centran en gran parte en explorar su cuerpo.

Es por esto que al cubrir sus extremidades inferiores con zapatos, se puede llegar a impedir una correcta percepción de sí mismos y así limitar el buen desarrollo. De esta manera es importante permitir que los bebés estén descalzos, al menos hasta que empiecen a dar sus primeros pasos.

Respecto a esto, existen algunos estudios que han demostrado que poner esto en práctica con sus hijos puede traer beneficios físicos, cerebrales y cognitivos. Una de estas investigaciones titulada ‘Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes’, realizado por la Isabel Gentil, profesora de la Universidad Complutense, afirma que calzar a niños que aún no caminan los puede privar de un desarrollo más completo del sistema nervioso central.

Los bebés no deben usar zapatos para que se desarrollen adecuadamente.

Frente a esto, señala cuáles son los principales beneficios de permitir a los bebés estar descalzos:

Favorece el desarrollo cerebral: los pies tienen muchísimas terminaciones nerviosas, por lo que se convierte en un receptor de estímulos muy poderoso. Es por esto que resulta conveniente alentar a los niños a que jueguen con los pies y que estén descalzos, ya que de esta forma se favorece la madurez de su sistema nervioso, y por tanto, su desarrollo intelectual.
Los hace más conscientes de su propio cuerpo: las terminaciones nerviosas que se encuentran en la planta del pie hace que al andar descalzos se transmita información al cuerpo sobre el movimiento y el espacio. Además, otros factores sensoriales como las diferentes texturas, la temperatura, la superficie por la que caminan y otros, estimulan y favorecen el aprendizaje sensorial de los niños.
Fortalece las articulaciones y los músculos y mejora la postura: andar descalzo puede contribuir al desarrollo del equilibrio. De la misma manera, caminar sin zapatos hace que los pies se fortalezcan y también afecta positivamente a otras partes del cuerpo como los tobillos, las piernas y las rodillas, así el cuerpo se hace más ágil y se previenen lesiones.
Mejora la circulación de la sangre: esto se debe a que a menudo los calcetines y el calzado oprime el pie y dificulta en ocasiones el flujo sanguíneo.
Contribuye a un mejor desarrollo del arco plantar: caminar descalzo es un muy buen ejercicio para la formación del puente plantar y para evitar el pie plano.
Permite una mayor conexión con el mundo natural: despierta los sentidos y promueve una mayor conexión con la naturaleza, lo que afecta positivamente a su salud emocional.

ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO