Jessie Inchauspé, bioquímica de origen francés, se ha hecho conocida como “la diosa de la glucosa” por su enfoque innovador para estabilizar los niveles de azúcar en sangre mediante pequeños ajustes en la alimentación.
Conforme a los criterios de
En una de sus recientes revelaciones, explicó cómo transformar carbohidratos en fibra a través de un método práctico y respaldado por la ciencia.
La científica se ha convertido en una figura popular en plataformas digitales, donde comparte estrategias para mejorar la salud metabólica. Entre sus consejos más destacados, explicó cómo manipular el almidón de alimentos cotidianos para que actúen como fibra en el organismo, un descubrimiento que ha llamado la atención de quienes buscan mejorar su digestión y controlar el azúcar en sangre.
Enfriar, congelar y recalentar: el secreto del almidón resistente
Inchauspé detalló que el proceso consiste en cocinar alimentos ricos en almidón, como arroz, pan o papas, y luego someterlos a un proceso de enfriamiento o congelación antes de recalentarlos. Esto transforma el almidón normal en almidón resistente, un tipo de fibra que, según explicó en una entrevista en Instagram, actúa de forma similar a la fibra, ya que pasa por el intestino delgado sin ser digerido.
Este tipo de almidón beneficia al organismo al llegar intacto al intestino grueso, donde se convierte en alimento para las bacterias buenas. Además, estudios científicos respaldan que su consumo ayuda a reducir el impacto de los carbohidratos en los niveles de azúcar en sangre, evitando picos bruscos y favoreciendo una absorción gradual y sostenida.
¿Qué es el almidón resistente y cómo beneficia al organismo?
El almidón resistente es una forma de carbohidrato que el cuerpo no digiere en el intestino delgado. En cambio, alcanza el intestino grueso, donde fermenta y alimenta a la microbiota intestinal, un conjunto de microorganismos que desempeñan un papel clave en la digestión, la inmunidad y la protección frente a patógenos.
Este tipo de almidón también estimula la producción de ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, que protege la salud del colon, reduce la inflamación y mejora la función intestinal. Además, proporciona una mayor sensación de saciedad, facilita el tránsito intestinal y ayuda a controlar el peso, lo que lo convierte en una herramienta útil para quienes buscan un equilibrio metabólico.
¿Cómo aplicar la técnica en el día a día?
El método que propone Inchauspé se adapta fácilmente a alimentos comunes. Los pasos son simples:
- Cocinar el alimento: el proceso comienza con la cocción habitual del alimento.
- Enfriar o congelar: una vez cocido, debe enfriarse o congelarse, lo que permite que el almidón se transforme en almidón resistente.
- Recalentar antes de consumir: este último paso asegura que la estructura del almidón resistente permanezca intacta.
Por ejemplo, se puede cocinar arroz, refrigerarlo o congelarlo, y luego recalentarlo antes de servir. Este método es especialmente útil para quienes preparan comidas con antelación, ya que optimiza el tiempo y mejora la calidad nutricional.
Ventajas de transformar carbohidratos en fibra
Convertir el almidón en fibra resistente tiene múltiples beneficios:
- Equilibrio de la microbiota: fomenta el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino.
- Producción de butirato: este ácido graso protege el colon y reduce la inflamación intestinal.
- Mejora digestiva: facilita el tránsito intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento.
- Control de la glucosa: evita picos de azúcar y permite una liberación más gradual.
- Saciedad prolongada: contribuye al control del peso al mantener la sensación de llenura por más tiempo.
La misión de educar sobre la salud metabólica
Para Inchauspé, conocida también por su método llamado “hack de la glucosa”, enseñar a las personas cómo manejar su metabolismo se ha convertido en un objetivo primordial.
Durante una entrevista con Juice Box Podcast, afirmó que muchos problemas de salud actuales podrían prevenirse mediante un mejor control de la glucosa. En lugar de eliminar alimentos, su enfoque promueve estrategias simples, como consumir alimentos en cierto orden o caminar después de las comidas.
Entre estas estrategias, la técnica del almidón resistente destaca como una de las más efectivas y accesibles, ideal para mejorar la salud metabólica sin recurrir a dietas restrictivas.
Precauciones antes de adoptar esta técnica
Aunque el método es seguro para la mayoría, no se recomienda para alimentos procesados o con altos contenidos de azúcar y grasas saturadas. Asimismo, las personas con condiciones digestivas específicas deben consultar con un profesional de la salud antes de incorporar grandes cantidades de almidón resistente en su dieta.
La Nación (Argentina) / GDA
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.