El exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa buscará nuevamente llegar a la Presidencia. En entrevista con EL TIEMPO, habla de las fórmulas para poner en orden la Casa de Nariño tras gobierno de Gustavo Petro.
¿En qué momento toma la decisión de aspirar, nuevamente, a la Presidencia?
Soy un apasionado por mi país y toda la vida me he formado para trabajar por Colombia desde lo público. Los que tenemos un liderazgo en este momento somos mucho más útiles participando en este esfuerzo, mediante algún esquema de selección, que quedándonos en la casa y apoyando a alguien con un post por allá en enero.
Enrique Peñalosa dejó contratado el Metro de Bogotá. Foto:Diego Santacruz
No es la primera vez que aspira a la Presidencia. ¿Qué enseñanzas le han dejado las anteriores campañas?
Al final, quién termina imponiéndose depende de una infinidad de circunstancias del momento que no son previsibles. Por ejemplo, la vez pasada que me lancé a la alcaldía, venía de perder cuatro elecciones. En las primeras encuestas que salieron, los otros dos candidatos tenían 28 por ciento, el otro 24 por ciento y yo tenía 12 por ciento. Y yo gané. En este momento estamos en una emergencia nacional y tenemos que unirnos todos los que creemos, quienes compartimos ciertos principios fundamentales de cómo es que la sociedad se desarrolla.
En esa línea, ¿con quiénes podría unirse y eventualmente ir a una consulta?
Quiero aclarar que voy a mencionar personas con quienes tendría coincidencias y me sentiría muy bien haciendo equipo, no es que haya ningún compromiso ni acuerdo ni nada, ni que los esté comprometiendo a nada. Pero personas como David Luna, Juan Daniel Oviedo, Marta Lucía Ramírez, Juan Manuel Galán, Mauricio Cárdenas, Aníbal Gaviria. Son personas con quienes me sentiría muy bien haciendo un gran equipo por Colombia.
Hoy las encuestas, según los expertos, miden más el reconocimiento que la intención de voto. ¿Cómo analiza los resultados que hoy arrojan, que tienen a Sergio Fajardo, Vicky Dávila y Gustavo Bolívar liderando?
Siempre he creído en las encuestas, pero reflejan un momento. La gente todavía no ha comenzado a pensar en el voto y falta que los ciudadanos comiencen a analizar más en firme quién es la persona que creen que se necesita para sacar a Colombia adelante. Hay personas con las cuales tengo coincidencias, como con Vicky, como Fajardo, pero definitiva y claramente no con Petro y gente de él, como Bolívar, porque creo que son totalmente incompetentes.
Sergio Fajardo y Vicky Dávila. Gustavo Bolívar y Sergio Fajardo Foto:Archivo el tiempo
En su última administración en Bogotá, recibió la alcaldía de las manos de Gustavo Petro, ¿qué recibió?, ¿cómo encontró el Palacio de Liévano?
Había un desorden monumental. Creo que es mucho más grave ahora a nivel nacional. Además, se evidenciaban, como siempre, las obsesiones, lo que muestra Petro siempre es que no tiene capacidad de hacer, sino de hablar. Tiene una obsesión que respeto, pero que es absolutamente obsoleta, y son unas posiciones de estudiante de bachillerato izquierdista de 1960, un izquierdismo que ya fracasó, el comunismo, el estatismo. Petro cada vez que abre la boca ataca el capitalismo. Atacar el capitalismo es atacar la empresa privada, con otro nombre. Eso, claramente, es lo que él siente. En la alcaldía, con su obsesión estatizante, que le enferma lo que hagan los privados, hizo el desastre de tratar de estatizar la recolección de basuras en Bogotá, donde la ciudad perdió más de 100.000 millones de pesos. Hizo desastres con los camiones. Parece que los camiones y los carrotanques son su especialidad. En Bogotá, en esa época, hizo esos esfuerzos chambones de estatización y lo mismo ha pasado a nivel nacional.
¿Por qué lo dice?
Es exactamente igual. Con el tema de la salud, lo que le enferma a Petro, y por eso está desbaratando un sistema, como el colombiano que era respetado a nivel mundial, es que había unos privados participando en el sistema. Ahora dice que va a cambiar el sistema de construcción de carreteras por concesión porque le enferma que haya privados en eso. Le enferma el tema de los privados en el sector eléctrico y los ataca y está llevando al país, directamente, hacia un apagón desde el siguiente año. Pero una vez que llegué a la Alcaldía, no mencioné a Petro en cuatro años, no perseguí a los petristas ni llegué a hacerle un inventario de desastres, sino que me dediqué a trabajar y a construir lo que había que construir.
¿Cuáles van a ser las claves para poner en orden la Casa de Nariño?
Le pongo el ejemplo del tema de transporte. En el transporte, Petro habla paja todo el tiempo, como es su especialidad. Pero en el transporte Petro nunca ha hecho nada, no hizo ni tranvías, ni contrató. Ni fue capaz de contratar el metro, dejó un enredo monumental, ni hizo tampoco troncales de TransMilenio. Mientras que nosotros, por el contrario, contratamos toda clase de vías, troncales. Todo lo que se está haciendo ahora son prácticamente obras que contratamos nosotros. Hicimos toda clase de obras, mientras que Petro solo habló.
Gustavo Petro, presidente de Colombia Foto:Preesidencia
¿Y cómo hacer eso desde la Presidencia?
Debemos tener claro que tenemos que desarrollarnos. Nos hemos venido quedando atrás en América Latina. En los últimos tres años se han ido casi un millón y medio de colombianos al exterior, han emigrado. Esto es gravísimo porque los que migran, independientemente de su oficio o profesión, son personas que no quieren subsidios ni quieren regalos sino que quieren trabajar 80 horas a la semana y están dispuestas a tomar riesgo, trabajar duro. Perder a esa gente valiosa es una tragedia. Según encuestas, Colombia es el país de la región con un mayor porcentaje de personas que se quiere ir de su país. Partamos del supuesto de que la gente se está yendo porque quiere vivir en un país más rico. Necesitamos que haya seguridad, más inversión privada. Es la única manera. No es con reformas laborales o consultas populistas. El objetivo tiene que ser una Colombia desarrollada.
¿A qué otros puntos le apostarán?
La educación es otra reforma fundamental. Los papás llevan a los niños al colegio y quedan muy tranquilos porque los dejaron allá, entonces hay un colegio bonito y los profesores son amables, pero la realidad es que los niños colombianos no están aprendiendo en el colegio. Pero los resultados de las pruebas nacionales e internacionales son desastrosos. Después, cuando se gradúan del colegio no saben ciencias, matemáticas, mucho menos idiomas y terminan buscando una carrera donde no necesiten matemáticas, por ejemplo. En Bogotá sí hicimos una revolución en los colegios de concesión. Logramos que los niños de estratos 1 y 2 tuvieran resultados equivalentes a los privados de estratos altos. Una de las reformas profundas que hay que hacer es lograr que los docentes se remuneren muy bien y se premien en función de qué tanto aprenden sus alumnos, no en función de cuántos años llevan o sus posgrados.
Enrique Peñalosa participó en la consulta presidencial ‘Equipo por Colombia’ en 2022. Foto:César Melgarejo
¿Qué modelos exitosos que le han funcionado en Bogotá los replicaría en una presidencia suya?
Necesitamos un cambio para construir igualdad, pero de verdad. En buena medida esa igualdad y ese cambio es urbano. Hoy, el 85 por ciento de los colombianos viven en zonas urbanas. La calidad de vida, la competitividad, la igualdad de Colombia, en buena medida, tiene que ver con el tema urbano. Sobre eso, sinceramente, sé mucho. Una obsesión mía es que los ciudadanos tengan acceso a la naturaleza, que los niños puedan salir a excursiones al campo, a la naturaleza. Para efectos de mi experiencia hay cosas que logramos muy importantes, en salud, construimos hospitales y mejoramos la organización, la calidad de la educación, la seguridad. Básicamente porque –ahí tengo una diferencia enorme con Petro, gigantesca, la más grande de todas– no soy un genio galáctico, como Petro; yo, simplemente, tengo una capacidad y es escoger gente mucho mejor que yo para hacer un excelente equipo, lograr que esa gente trabaje en equipo y produzca resultados con técnica. No es nombrar gente por razones ideológicas o políticas, sino por su capacidad técnica y gerencial. Eso me ha permitido tener resultados que construyen igualdad de verdad.
A propósito de resultados, ¿qué siente cuando ve esos pilares del metro en Bogotá?
No solamente me siento muy orgulloso de haber inventado TransMilenio, que ha sido copiado en más de 300 ciudades del mundo, algo que construyó igualdad y logró que por primera vez los ciudadanos en transporte público anduvieran más rápido que quienes van en carro. Contrario a las mentiras que dice Petro, cuando llegué a la alcaldía no solamente no recibí ningún estudio listo, sino que lo que recibimos fue un enredo monumental, era peor lo que recibimos que no haber recibido nada. Nos tocó, primero, destrabar todos los enredos que dejaron y volver a hacer todo casi que desde cero. Además, creamos la empresa Metro, licitamos y contratamos el metro. Como ahora avanza tan bien, resultan toda clase de padres, de que fue gracias a ellos que se hizo el metro. Pero si tuviera algún problema, el responsable sería Peñalosa. Esto me recuerda una frase: “El éxito tiene muchos padres y el fracaso es huérfano”.
Las obras del metro de Bogotá ya superan el 50 porciento de avance. Foto:Milton Díaz - @Miltondiazfoto / El Tiempo
Llega el 7 de agosto del 2026 a la Casa de Nariño. ¿Qué es lo primero que hace?
Tenemos unos temas de máxima urgencia. El primero es la seguridad. Acá hay unos héroes que nos van a salvar, son los más importantes en este momento histórico, que son las fuerzas especiales del Ejército y de la Policía. Nadie es más importante. Uno no entiende por qué esas fuerzas especiales no son los que más ganan en el Estado. Cualquier funcionario de la Contraloría gana mucho más que uno de estos héroes que están en la mitad de la selva salvándonos del caos total. Hay que dedicarnos a tener la capacidad militar y policial para derrotar a las organizaciones criminales de todo tipo. Y hay que hacer las reformas legales para poder llevar a los delincuentes de las cárceles. Esa es la máxima prioridad en este momento. No hay nada más importante que el orden. Nuestra Constitución está llena de derechos, pero se nos olvidó el más importante de todos, que es el derecho a vivir sin miedo.
MATEO GARCÍA
Subeditor de Política