Las obras de la Gran Vía, corredor univeristario, que abarca el tramo entre el centro comercial Le Champ y la Circunvalar de la Prosperidad, han alcanzado un 52% de avance, informó el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano.
Conforme a los criterios de
Este proyecto, clave para mejorar la conectividad entre Barranquilla y Puerto Colombia, en el área metropolitana, tiene una gran relevancia para el desarrollo económico y social del departamento.
"La Gran Vía permitirá una mayor conectividad en la región, beneficiando a universidades y mejorando el tránsito hacia las zonas turísticas del departamento", afirmó el gobernador.
El proyecto contempla 3.5 km de vía divididos en dos unidades funcionales, con una inversión de 208.000 millones de pesos.
La Unidad Funcional 1 (UF1) ya habilitó un tramo de deprimido vial en mayo de 2024, mejorando los accesos a Villa Campestre. En la UF2, actualmente en desarrollo, se construirá otro deprimido vial similar, con el objetivo de mejorar la movilidad en el sector.
Plan de manejo de tránsito y cierres viales
Para garantizar la fluidez del tráfico durante las obras, se implementó un Plan de Manejo de Tránsito. Este incluye cierres temporales y parciales de vías clave, como la prolongación de la calle 135, la carrera 51B y la glorieta frente a Le Champ.
Se han habilitado rutas alternas para vehículos livianos y transporte público, mientras que el transporte de carga continuará circulando por la carrera 46 y la Circunvalar de la Prosperidad.
La vía cerrada que conecta la carrera 51B con la carrera 46 será demolida y reconstruida para aumentar su capacidad, con una nueva calzada de dos carriles y andenes, lo que permitirá un mayor volumen de tráfico en condiciones más seguras.
Entrega proyectada para 2025
El consorcio a cargo de la UF2, Corredor Vial Und F2, estima que las obras estarán concluidas en julio de 2025. A medida que avance la construcción, se habilitarán carriles en contraflujo para facilitar el tránsito.
Este proyecto es parte del compromiso del gobierno departamental de convertir al Atlántico en un polo de desarrollo, mejorando su competitividad a nivel nacional e internacional.