Efraín Cepeda, presidente del Senado, ha sido objetivo de las críticas del primer mandatario, Gustavo Petro. Lo ha convertido en una de sus contrapartes, sobre todo desde que el líder conservador expresó que la reforma tributaria, hundida esta semana, no tenía los votos para tramitarse.
¿Qué mensaje le envía el Congreso al Gobierno con el archivo de la reforma tributaria?
El Congreso, tal como lo he venido expresando desde mi discurso de posesión el 20 de julio, es una rama del poder público absolutamente independiente, que está lejos de ser notario del Gobierno y, mucho menos, apéndice, estudia los temas en profundidad. Algunas de las reformas se han caído, como la reforma de la salud, el monto del presupuesto, luego el propio Presupuesto General de la Nación por primera vez en la historia reciente de Colombia. Es un mensaje de absoluta independencia.
¿Por qué considera que esa reforma tributaria era inconveniente para el país?
Los ponentes bajaron los 12 billones de pesos iniciales a unos 9 billones, pero uno se pregunta: ¿para qué quieren 9 billones si a noviembre 30 tienen 102,6 billones sin ejecutar? ¿Dónde está esa plata? En bancos, fiducias. ¿Dónde están los 102 billones sin ejecutar? Esa reforma seguía desincentivando la inversión privada. Recordemos que por el tratamiento despectivo que el Gobierno le ha dado a la inversión privada, esta cayó en el 25 por ciento y este año también viene cayendo con fuerza. Una reforma tributaria era un círculo vicioso que seguía alejando la inversión privada, llenando al país de más incertidumbre, con temas muy espinosos en los que el Congreso no estuvo de acuerdo.
Comisiones económicas celebran archivo de la tributaria Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
En estos meses primó la falta de consenso. Usted le propuso al Presidente reducir el presupuesto a 511 billones, hacer una tributaria y, según ese recaudo, una ley de adición presupuestal. Otros partidos coincidían en que ese era el camino. Pero el Gobierno no escuchó...
Por eso digo que primó la independencia del Congreso como rama autónoma del poder público. No nos podían recetar una tributaria que ni siquiera habían radicado cuando comenzamos a discutir el presupuesto. Fue una falta de respeto con el Congreso. Le dije al Presidente, la única vez que he ido a la Casa de Nariño desde el 20 de julio, que ya el Congreso había girado un cheque en blanco para el año, el presupuesto de 2024 con un recaudo de 15 billones de pesos que no se cumplió. ¿Por qué le íbamos a girar otro cheque en blanco? Le dije que hiciéramos el deber ser. Eso hubiese tranquilizado al Congreso, tranquilizado las aguas, se hubiera, seguramente, discutido esa reforma tributaria de otra manera. Pero el Gobierno quiso imponer y por eso el Congreso reclamó que no estaba dispuesto. Desde un principio expresé que teníamos los votos para hundir el presupuesto y la tributaria. De 40 ponentes solo consiguieron 7 firmas. El Congreso reclamó su independencia. La moraleja es que al Congreso se le respeta y al sector privado se le incentiva para que podamos recibir los recaudos tributarios.
¿Y esta situación no nos puede llevar a un default, como ha dicho el Gobierno?
No, hombre, cómo van a decir eso si tienen 102 billones sin ejecutar. Incluso el Presidente me dijo que yo era amigo de las generadoras eléctricas. Se le olvida que en la tributaria anterior hubo una proposición de mi autoría que terminó imponiéndoles una sobretasa del 3 % a las hidroeléctricas. ¿Cuál es la amistad? Habla de que las comisiones no queríamos votar el IVA a los juegos de suerte y azar virtuales y eso también es falso. Eso no llegó en la ponencia, sus ponentes lo retiraron del texto.
Pero esa postura de independencia le ha costado duros enfrentamientos con el Presidente, que incluso los señaló a ustedes de ser unos “malditos”. ¿Cómo queda la relación?
Exijo respeto con el Congreso, rama independiente del poder público. Los temas se seguirán discutiendo de esa manera, independiente, aprobando lo que creamos que le convenga al país, negando lo que entendamos que es nocivo para la Nación. El año entrante, como año electoral, será más difícil mover la agenda del Gobierno.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, y Efraín Cepeda, presidente del Senado. Foto:Presidencia / EL TIEMPO
¿No le hace daño al país que no haya esa relación armónica de la que habla la Constitución, esos constantes señalamientos del Presidente contra el Congreso y las cortes?
Que algún asesor le explique bien lo que dice la Constitución, que son tres ramas independientes del poder público, que cada una toma las decisiones en su saber y entender. El clima con esos señalamientos se sigue deteriorando. Si cree que nos asusta, es todo lo contrario. Cada vez pondremos más lupa al estudio de las reformas. Mientras esté de presidente del Congreso, vamos a actuar con independencia sin dejarnos amedrentar por esas frases ofensivas.
Si mañana no se aprueba en cuarto debate la reforma política, se hunde. ¿Cómo está el ambiente?
Nos queda un solo día de sesiones ordinarias que es el 16. El único proyecto del Gobierno que tenemos sobre la mesa es la reforma política. Esa reforma política el jueves se quedó sin quorum para la discusión, senadores del Pacto alargaron debates hasta que no hubo quorum. Ya no hay espacios para conciliación. La única manera de salvar la reforma política es que el Senado acoja el texto de la Cámara. No veo al Senado en esas, porque el Senado tiene muchos asteriscos que quería modificar. No le estoy viendo posibilidades importantes de vida.
Usted dijo que no veía ambiente para extras y Gobierno le hizo caso...
Nos quedaba solo jurisdicción agraria, que por los tiempos en que se demoró el debate en las comisiones primeras solo entraba el jueves. Era muy difícil que luego de una sesión ordinaria el lunes, que la vamos a tener, el Senado volviera a sesionar el jueves 19, el viernes 20, el sábado 21, que son días en que seguramente las familias comienzan los festejos de Navidad. Pero además porque jurisdicción agraria se puede discutir en el próximo periodo legislativo, no se hunde. No había necesidad de extras.
El senador Efraín Cepeda. Foto:Vanexa Romero/ET
¿Por qué hay tanta insistencia en el transfuguismo? Lo metieron en la reforma política y tienen una propia reforma para abrir esa puerta.
A nosotros en el Partido Conservador no nos gusta el tema del transfuguismo. Allá, el Gobierno tiene problemas con sus nuevas listas al Congreso y seguramente querrá fortalecer la lista del Pacto. Son ellos los principales interesados y uno que otro congresista que sí quiere cambiar de partido. Pero aquí dentro de la reforma política yo no veo que el transfuguismo tenga vida, como tampoco veo mucha vida en la propia reforma política.
Se habla de un remezón ministerial, ¿qué mensaje les envía a esos eventuales nuevos ministros?
Se necesita gente que entienda que los poderes públicos son independientes, que conozca su sector perfectamente y que sepa ejecutar el presupuesto.
La campaña presidencial se anticipó y hay quienes mencionan su nombre como candidato. ¿Se va a dejar tentar?
Hay gente que me lo ha expresado, lo ha pedido. Esas uvas están verdes todavía.
MATEO GARCÍA AGUDELO
Subeditor de la sección Política