Elon Musk debe pagar 550.000 euros a un empleado tras polémico despido: esta es la historia

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Gary Rooney es un nombre que ha tomado bastante popularidad. Se ha convertido en toda una personalidad luego de trabajar varios años en Twitter en Irlanda y ahora se enfrenta a Elon Musk en una disputa legal.

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Se conoce que Rooney llevaba casi diez años trabajando en Twitter como director de “source to pay”, un puesto clave dentro del departamento de compras, pero las cosas cambiaron cuando Musk adquirió la empresa en 2022, momento cuando decidió imponer nuevas condiciones laborales.

De hecho, el magnate envió un correo masivo a todos los empleados con un mensaje en el que les indicaba que quienes quisieran continuar en la compañía tendrían que aceptar largas jornadas de trabajo y un alto nivel de compromiso. La aceptación de estas nuevas condiciones se haría mediante un simple clic en un botón dentro del mismo correo. Quienes no lo hicieran recibirían una indemnización de tres meses de salario y serían despedidos.

Sin embargo, Gary no respondió al correo ni aceptó las condiciones, adicionalmente nunca manifestó explícitamente su intención de abandonar su cargo lo que dio inicio al conflicto con el dueño de la compañía.

Tres días después de que se enviara el correo original de Musk, Twitter envió un segundo mensaje a Rooney, asumiendo que su falta de respuesta equivalía a una renuncia voluntaria y en esta comunicación la empresa afirmaba que entendía que Rooney había decidido dimitir, por lo que le notificaba que su acceso a los sistemas de la compañía sería revocado.

No obstante Rooney envió un correo al departamento de Recursos Humanos en el que aclaraba que nunca había renunciado a su puesto, ni había aceptado ningún acuerdo de separación voluntaria. Sin embargo, para ese entonces, Twitter ya había procedido a revocar sus permisos y considerarlo fuera de la empresa.

La disputa legal llegó hasta la Comisión de Relaciones Laborales de Irlanda (WRC), donde Rooney demandó a X (el nuevo nombre de la red social) por despido improcedente. Luego de revisar el caso, el tribunal falló a favor de Rooney, argumentando que la falta de respuesta al correo no constituía una renuncia expresa. 

Incluso, el tribunal determinó que la compañía  actuó sin un aviso razonable y sin tener pruebas claras de que el trabajador había decidido dimitir, y por lo tanto, X fue condenada a pagar 550.131 euros (más de dos mil millones de pesos colombianos), una cifra que incluye tanto los salarios no percibidos por Rooney desde su despido, como la compensación por la pérdida de ingresos futuros.

Cabe resaltar que este caso pone de manifiesto las complejidades de la gestión de recursos humanos en grandes corporaciones tras notar cambios en la dirección y las condiciones laborales. Además, mostró cuáles son los riesgos de asumir renuncias sin una comunicación clara y formal. 

Por lo tanto, el despido por omisión plantea serios interrogantes sobre la estrategia laboral de Musk en sus empresas y los planes que podrían tener otros empleados en la misma situación.

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS

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