El tesorero de banco que se hartó de su trabajo, robó más de tres millones de dólares y nunca dijo dónde ocultó el dinero

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Mario César Fendrich, subtesorero de la sucursal Santa Fe del Banco Nación, era conocido por su prolijidad, tanto en su trabajo como en la vida diaria. Sin embargo, esa meticulosidad no la perdió ni al cometer un delito. 

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El 23 de septiembre de 1994, dejó una nota en su escritorio dirigida a su compañero de años, Juan José Sagardía: “Gallego, te va a faltar guita, me llevé tres millones”. Esta frase marcaría el inicio de uno de los robos más notorios en la historia bancaria de Argentina.

Un robo sin precedentes

Sin violencia ni uso de armas, Fendrich logró llevarse 3 millones de pesos y 200 mil dólares de la bóveda del banco, un acto que no solo lo convirtió en protagonista de un hurto millonario, sino también en un récord histórico. 

No existían antecedentes de un robo de tal magnitud perpetrado por una sola persona sin derramar una sola gota de sangre. Mario, apodado cariñosamente "Marito" por sus amigos y vecinos, había planificado su fuga de manera minuciosa.

Aquella mañana, le dijo a su esposa Mirta que se iba a pescar, como solía hacer de vez en cuando. Pero en realidad, su destino era el banco, donde llegó temprano y usó su conocimiento del sistema de seguridad para desactivar las alarmas y abrir la bóveda

Con el dinero cuidadosamente guardado en dos cajas, una de ellas comprada ese mismo día, Mario dejó todo programado para que nadie sospechara hasta el martes. El lunes no se presentó al trabajo y, tras varios intentos de localizarlo, su desaparición se hizo evidente.

Desaparición y búsqueda infructuosa

Con el paso de los días, sus allegados creyeron que Fendrich estaba en alguna de sus habituales jornadas de pesca. Sin embargo, pronto se dieron cuenta del robo y la búsqueda comenzó. A pesar de ser un hombre común, logró mantenerse oculto durante más de tres meses, algo inusual para alguien sin conexiones en el mundo del crimen.

El caso tomó un giro inesperado cuando, el 9 de enero de 1995, Mario reapareció y se entregó a las autoridades. Con un aspecto cambiado, barba crecida y cabello teñido, intentó justificar su acción afirmando que había sido secuestrado y obligado a cometer el robo bajo amenaza. Pero su historia no convenció a nadie.

Condena y vida en prisión

El 12 de noviembre de 1996, Fendrich fue condenado a ocho años de prisión por peculado, pese a los esfuerzos de su defensa para reducir la condena. Durante su tiempo en la cárcel, se mantuvo alejado de su pasión por la pesca y se dedicó a otras actividades, como el ajedrez, el yoga y el trabajo en la despensa de la prisión. Aunque su conducta fue ejemplar, dentro del penal siempre enfrentó la misma pregunta: “¿Dónde encanutaste la tarasca?”, a lo que respondía con una sonrisa y sin revelar nada.

La búsqueda del dinero no cesó. Incluso se especuló que el botín estaba enterrado en un cementerio privado administrado por un amigo de Mario, aunque nunca se hallaron pruebas.

19/12/2018 murió Mario César Fendrich.
Tesorero del Banco Nación en Santa Fé. Un viernes del 94 cerró la sucursal y se llevó 3.2 Millones de dólares, le dijo que se iba a pescar y lo encontraron en Brasil sin la plata. Pasó un tiempo preso por hurto.
Un caso increíble. pic.twitter.com/zjgycqLzhD

— Pérdida Argentina (@MuertosArg) December 19, 2023

Un final sin respuestas

En agosto de 1999, Fendrich obtuvo salidas transitorias y comenzó a retomar algo de su vida cotidiana, asistiendo a cursos y visitando a su familia. Sin embargo, la gran incógnita seguía presente: ¿dónde estaba el dinero? Con el paso del tiempo, surgieron teorías sobre su participación en una banda criminal o que había sido amenazado para no hablar. Al salir de prisión, ya sin auto ni lujos, Mario se dedicó a trabajos sencillos, y la pregunta sobre el paradero del dinero seguía resonando.

En 2018, mientras viajaba por Cuba, sufrió un colapso que lo llevó a un ataque al corazón y posteriormente a su muerte. A los 77 años, Fendrich se despidió del mundo sin haber revelado nunca el destino de los millones que robó. Su vida inspiró la película 'Tesoro mío', pero el misterio de 'El Robo del siglo' continúa sin resolverse.

MIGUEL BRAILLARD

La Nación (Argentina) / GDA

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.

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