¿Será corto o largo el cónclave que comenzará entre el 5 y el 10 de mayo y que elegirá al sucesor del papa Francisco? ¿Será peleado? Para Giovanni Maria Vian, director entre 2007 y 2018 de L’Osservatore Romano, uno de los diarios más famosos e influyentes del mundo, será un cónclave marcado a fuego por la polarización de la Iglesia que, según él, creció durante el pontificado de Francisco.
Aunque el 90 % de los cardenales electores que se encerrarán en la Capilla Sixtina fueron designados por él, Vian consideró que eso no significa que su sucesor será un “bergogliano”. Pronosticó que el próximo papa no se llamará “Francisco II” y que el pontificado se quedará en Europa.
El martes arrancó la primera congregación general de cardenales (un precónclave). Para usted ¿cuáles van a ser los temas claves en estas reuniones antes de elegir al nuevo papa?
El principal asunto será cómo asegurar la herencia del papa Francisco, pero de manera más colegial, llevándola todos juntos. Se trata del método de la sinodalidad, pero realmente aplicado. Y también creo que hay que evitar que se agudicen las polarizaciones. Ahora mismo la iglesia está más dividida y más polarizada que cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido papa en 2013. Los cardenales empezarán en las congregaciones generales a examinar varios problemas, pero varios de ellos están manchados por la sospecha de haber encubierto abusos, lo que no resulta muy coherente. Por suerte, el cardenal sobre el que pesan las sospechas más graves, el francés Jean-Pierre Ricard, cumplió recientemente 80 años y no estará en el cónclave.
Ahora mismo la iglesia está más dividida y más polarizada que cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido papa en 2013
Giovanni Maria VianPeriodista
Francisco nombró el 90 % de los cardenales que elegirán al próximo papa. ¿Debemos esperar que el próximo pontífice sea de su línea?
Yo creo que no. El mismo papa declaró en agosto de 2023 que no sabía lo que podía pasar tras su muerte. Y yo creo que tenía razón: no se sabe qué pueda pasar.
¿Puede haber una marcha atrás en las reformas y las aperturas de Francisco?
No va a haber un retroceso, pero sí creo que va a haber otra interpretación. Es casi seguro que el próximo papa no se llamará Francisco II. El nuevo pontífice tendrá, de alguna manera, que desmarcarse de Francisco si quiere sobrevivir a la confrontación, que será implacable. Y mediáticamente Francisco es un papa que en este momento parece estar en la cumbre de la aprobación.
Como cuando murió hace 20 años Juan Pablo II…
Sí, es una comparación apropiada.
¿Le parece plausible que el próximo papa vuelva por ejemplo a vivir en el Palacio Apostólico?
Me parece muy posible, y creo que sería oportuno.
En este momento, los dos nombres que más suenan como candidatos fuertes son el del cardenal italiano Pietro Parolin y del cardenal filipino Luis Antonio Tagle. ¿Qué opina?
Son candidatos que efectivamente suenan mucho, pero se trata de una quiniela (juego) que también puede ser desmentida. Tagle, de hecho, se ha visto bastante tocado por cuestiones administrativas, por cómo ha gestionado su congregación (el Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos). Los candidatos italianos que más suenan son Parolin, Matteo Zuppi (arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal) y Pier Battista Pizzaballa (patriarca latino de Jerusalén). Y hay otros dos cardenales europeos que tienen posibilidades para mí: el cardenal Anders Arborelius (obispo de Estocolmo), quien tiene un perfil extraordinario, y el cardenal primado húngaro Péter Erdö. Yo lo que creo es que el sucesor de Francisco será europeo.
El cardenal Secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin . Foto:Vatican News
¿Quién sería su papa “soñado”?
Arborelius, el sueco. Si yo fuera cardenal, lo votaría y haría campaña por él.
¿Será un cónclave largo?
Si se ponen de acuerdo rápido, será breve. Pero lo dudo. Muchos cardenales no se conocen entre sí, tendrán que hablar y conocerse.
Cambiando de tema, ¿qué balance hace del pontificado de Francisco?
Fue un pontificado con luces y sombras, un pontificado importante que llegó a donde muchos no pensaban que se podía llegar, pero al mismo tiempo ha sido contradictorio.
¿Quiere decir que Francisco llegó más a los no creyentes que a los creyentes?
Sí, si se quiere se puede utilizar esa fórmula. Es algo que corresponde al perfil misionero de un papa jesuita. Francisco, en una época de comunicación muy elemental, supo manejar de manera extraordinaria la comunicación. Pero al mismo tiempo fue un papa contradictorio, porque habló mucho, improvisó en numerosas ocasiones y a veces dijo cosas muy diferentes.
¿Para usted, qué contradicciones marcaron el papado de Francisco?
Sin duda, los abusos sexuales fueron el problema mayor de Juan Pablo II, y, a mi juicio, no lo debieron haber beatificado y canonizado, a pesar de que era un santo. Eso me pareció imprudente, porque al final se acaba canonizando también una política. Por esa razón creo que no hay que canonizar a los papas. Francisco ha sido el único papa que ha canonizado a tres antecesores suyos. Ha canonizado de algún modo el papado. El de Francisco fue un pontificado que llevó a su extremo el absolutismo papal. Ahora es urgente que el papado se reforme y vuelva la colegialidad dibujada por el Concilio Vaticano II.
Francisco ha sido el único papa que ha canonizado a tres antecesores suyos. Ha canonizado de algún modo el papado. El de Francisco fue un pontificado que llevó a su extremo el absolutismo papal
Giovanni Maria VianPeriodista
¿Considera entonces que Francisco ha sido un papa absolutista?
Sí, sin ninguna duda. En 2022 Francisco cambió la ley fundamental del Vaticano, en cuyo preámbulo dice que él es jefe de Estado en cuanto sucesor de Pedro, una afirmación teocrática que ni siquiera los papas de la Edad Media hacían. Quizás Bonifacio VIII, pero puede ser que ni siquiera él. Las contradicciones del pontificado de Francisco fueron muy evidentes. Pero, a pesar de todo, hay que inclinar la cabeza ante este papa que llevó su pontificado al extremo. Confieso que me estremeció mucho al enterarme de su muerte, porque sólo 20 horas antes, hasta su último respiro, quiso estar con los fieles y dar su bendición más solemne, urbi et orbi, a la ciudad y al mundo.
ELISABETTA PIQUÉ
La Nación (Argentina) – GDA
Roma