Principalmente en los viajes largos, los pasajeros de avión -ya sea en Estados Unidos o en cualquier parte del mundo- tienden a pasar el tiempo comiendo todo tipo de comidas sin saber que eso puede ser perjudicial para su organismo, según afirmó un experto en el podcast Wealthy Way, que se viralizó en un video de TikTok.
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El entrenador personal de Las Vegas Michael Sheedy no tuvo dudas al asegurar que “es terrible” comer cuando está volando, ya sea en primera clase o en clase turista. Dijo que él nunca lo hace porque puede causar distintos problemas de digestión, como por ejemplo una inflamación gastrointestinal.
“La motilidad intestinal se ve afectada por la presión de la cabina y la altitud”, comenzó explicando Sheedy -quien presume en sus redes de su gran forma física-, y luego agregó que, por lo tanto, “cuando come en un avión, la comida no se digiere tan bien y puede causar inflamación gastrointestinal”.
Y no se trata de una simple opinión que tiene este experto en entrenamiento físico, sino que es un fundamento que se encuentra sustentado en las declaraciones de distintos expertos en la salud, que también aseguraron en más de una ocasión que se debe evitar el hecho de comer arriba de un avión.
Especialista de Harvard advierte sobre los riesgos de comer en un avión
Kyle Staller, gastroenterólogo de Harvard, se sumó a las advertencias sobre el hecho de comer en un avión, y dijo que “viajar altera muchos de los ritmos naturales del cuerpo, incluida la digestión” en un informe reciente que publicó en el sitio oficial del establecimiento, tal como aseguró el entrenador Michael Sheedy.
Por su parte, especialistas de la Clínica Cleveland también indicaron que “los cambios de presión en el avión hacen que el gas dentro del estómago y los intestinos se expanda, por lo que puede sentirse hinchado”, lo que puede derivar en una mala experiencia para el pasajero durante el viaje.
En ese sentido, los expertos en salud, según especificaron en The New York Post, recomiendan evitar principalmente los alimentos salados y grasosos, como las hamburguesas y las papas fritas de los restaurantes de comida rápida de la terminal del aeropuerto, ya que los mismos pueden producir gases.