Santiago Matta es un diseñador industrial caleño, especialista en mercado, que se enamoró de la gastronomía e hizo de ella su proyecto de vida. Su pasión lo llevó en 2019 a estudiar cocina en la Escuela de Gastronomía Mausi Sebess, en Argentina, donde pulió técnicas que hoy comparte a través de redes sociales y en clases de cocina virtuales que dicta todos los martes, por medio de una videollamada.
Matta, de 38 años de edad, también aprovecha sus clases para romper mitos como que comer bien y comer saludable son antónimos o que cocinar es muy difícil o toma demasiado tiempo. Así mismo, busca enseñar la importancia que tiene la comida en el bienestar integral de las personas: “El mejor cariño que uno se puede dar es hacerse buena comida que le ayude a sentirse bien; y ese es también el mejor cariño que uno puede dar a otros”, dijo en entrevista con EL TIEMPO.
¿Cómo comenzó su amor por la cocina?
Yo soy diseñador industrial, aunque siempre me gustó el plan de cocinar. En un momento tuve una agencia de marketing en la cual muchos clientes eran del sector de gastronomía y trabajando con esas marcas me apasioné más. De otro lado, mi hermana y yo vivimos desde pequeños con mi papá y yo recuerdo que a mí me gustaban mucho los huevos que hacía mi papá, yo no quería que nadie más me hiciera los huevos y él vio eso y comenzó a enseñarme algunas cosas de cocinar.
Lomo de res saltado preparado en una de las clases. Foto:Cortesía
Comer rico y comer bien no son antónimos, aunque algunas personas creen que la comida saludable es por definición menos apetitosa, ¿qué decir sobre esto?
La comida es muy emocional, comer es emocional y para muchas personas comer es el momento en el que queremos sentirnos bien, porque la comida descarga dopamina. Todos queremos sentirnos bien cuando comemos, pero no se trata solo de sentirse bien en ese momentico, sino en el tiempo. Por eso cocinar rico y que la comida caiga bien es muy importante.
Pero para otros, el momento de comer no es de calma, sino de carreras, de salir del paso…
Mucha gente piensa que la comida es solo para llenarse, para tener combustible, pero en eso yo les hago a mis alumnos una analogía: si uno tiene un carro, uno trata de ponerle el mejor combustible posible, que lo mantenga bien, que no lo dañe. ¿Quieres tener energía para estar bien?, mucho de eso depende de lo que comes. Además, como la comida es tan emocional, hay que presentarla apetitosa, bonita y que dé ganas de comérsela, para eso también ayuda emplatar bonito, que se vea apetitoso.
¿Cómo comenzó a dar clases de cocina?
En pandemia fue cuando di los primeros pasitos, hacía lives y montaba fotos, como por hacer algo en la casa. Después con una amiga que tiene un estudio en Cali comenzamos a hacer clases presenciales y empecé también a trabajar con algunas marcas en esas clases. Ahora estoy con las clases en línea.
Montado BLT, otra de las recetas preparadas. Foto:Cortesía Santiago Matta
¿Cómo son esas clases de cocina por internet?
Cada mes les presento a las personas cuatro recetas, en ellas trato de involucrar varias técnicas para que la gente no se quede solo con la receta, sino que aprenda a cocinar. Las clases salen cada martes, arrancamos a las 7:15 p. m. y la idea es que lo que se haga no dure más de 1 hora y 10 minutos, también para desmontar esa creencia de que cocinar es muy demorado. Las clases son de estilo magistral, soy yo cocinando paso a paso la receta, y se graban como si estuviera haciendo los videos, luego quedan guardadas en línea para que las personas puedan consultarlas como si fuera un recetario.
¿Son clases para qué tipo de personas, deben ser cocineros experimentados?
Yo parto del hecho de que todas las personas tienen diferentes herramientas, pero trato de que las recetas que hagamos, independiente de cómo se vean, sean realmente platos que la gente pueda hacer en sus casas.
En sus clases, Matta también busca desmontar mitos y miedos comunes respecto a cocinar. Foto:Cortesía
Muchas veces el primer obstáculo frente a la cocina es pensar ‘yo no sé cocinar’…
Hay mucha gente que dice que no sabe correr, pero sale a la calle y puede mover las piernas y correr. Con la cocina es similar, lo importante es atreverse a intentarlo. Mucha gente no cocina por tres cosas: por miedo, porque cree que es demorado o porque va a ensuciar mucho. Yo trato de desmitificar las tres en mis clases para mostrar que no hay que tener miedo, que en una hora puedo hacer una buena comida; y bueno, con lo de limpiar, de saber lo rico que me puede quedar la comida, eso me baja la resistencia a la limpieza (risas).
Todos queremos sentirnos bien cuando comemos, pero no se trata solo de sentirse bien en ese momentico, sino en el tiempo. Por eso cocinar rico y que la comida caiga bien es muy importante
Hay quienes no se animan a cocinar porque lo consideran muy difícil, ¿qué les diría?
Es como el tema de correr. Correr media maratón es muy difícil, la única forma de lograrlo es salir a correr todos los días y prepararse. En el caso de la cocina, si vas a arrancar con un beef wellington, seguro será frustrante, pero la cocina es entender procesos, conocer qué pasa con los alimentos fisicoquímicamente, y a medida que uno se siente bien, irle subiendo el nivel de complejidad, ir paso a paso.
¿Cree entonces que cualquiera puede cocinar?
Si cualquiera puede comer, cualquiera puede cocinar. El gran problema es que vivimos en un momento en que la gente tiene miedo a equivocarse, hay mucha resistencia a equivocarse y la gente quiere que los resultados sean certeros. La cocina tiene mucho de incertidumbre, muchas veces no sabes cómo va a terminar una receta, pero a veces de ahí salen los platos más ricos, las cosas nuevas.
Redacción Domingo