El histórico hallazgo de investigadores que le daría un giro al origen de un pueblo en el Atlántico

hace 1 mes 49

Aferrado a experiencias anteriores, gracias a su vasta trayectoria como investigador, salió el académico Evert de Jesús Ortega Vizcaíno de su casa, en Barranquilla, a una cita de 24 años con la historia

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Un día se vistió ‘de gala’: con ropa cómoda, cabellera larga bien peinada y un equipaje que contenía en su interior sus implementos de trabajo, para escarbar en el terreno sobre los orígenes más profundos de Tubará (Atlántico).

Aquella vez localizó unos fósiles que trasladó al laboratorio para el análisis correspondiente y, más de dos décadas después, ese descubrimiento está arrojando resultados que ha superado las expectativas del licenciado en Ciencias de la Educación.

Dicho descubrimiento lo hizo en una población que está ubicada a unos 47 minutos de la capital del Atlántico por la carretera del Algodón. Allí habitan más de 15 mil personas y, según los historiadores, tiene 491 años de fundación.

Incluso, dicen que este territorio, alguna vez nombrado Ztupará, era sitio de encuentro de comunidades indígenas. Ahora, sus principales actividades económicas son la avicultura y la pecuaria.

Adicionalmente, entre sus atractivos turísticos, están las playas Tubará, Palmarito, Turipaná, Caño Dulce y Puerto Velero.

El día del hallazgo de los restos fósiles

Sin embargo, el 12 de junio de 2000 se prestó para que el equipo del docente Ortega Vizcaíno hicieran un hallazgo que, en medio de ese trabajo de campo, contextualiza la historia del municipio y da un panorama más claro de su origen.

Exactamente fue en sector denominado como Chorro del Ahorcado, en jurisdicción de esta población, donde los investigadores Evert Ortega y Gonzalo Molina Arrieta encontraron siete vértebras de un cetáceo indeterminado.

De acuerdo con el relato del profesor Ortega, estos restos fósiles fueron colectados ‘in situ’ en sedimentos de la Formación Tubará (Mioceno medio) y ahora se encuentran almacenados bajo custodia en el Museo Paleontológico de La Peña (Atlántico), Mupapa.

Las características de estas piezas, según registraron los expertos en estos años de trabajo, arrojaron que miden entre 10,3 centímetros y 12,2 centímetros de alto, por un ancho que promedia entre 10 y 12,5 centímetros.

“En Colombia, especialmente en el Caribe colombiano, hasta la fecha son muy pocas las investigaciones sobre cetáceos. Este es un cetáceo indeterminado y esperamos que, al finalizar las investigaciones, se pueda saber con certeza qué tipo de cetáceo es”, explica Evert Ortega a EL TIEMPO.

Confirman que pertenecen a un cetáceo del mioceno medio

El investigador agrega que, después de años de análisis de las vértebras, han podido confirmar que pertenecen a un cetáceo del mioceno medio, entre “12,5 y 13,5 millones de años”.

“Hace dos años, la Universidad (del Atlántico) abrió una convocatoria para el fortalecimiento de grupos de investigación e innovación. Aproveché para meter el proyecto y resulta que el proyecto quedó ganador. La Universidad me dio un rubro y ahí comienzo a desarrollar mi trabajo. Entonces voy a Tubará y vuelvo y realizo los trabajos de campo”, cuenta.

En el desierto de la Tatacoa encontraron un cetáceo, mientras que en el Caribe colombiano este es el primer hallazgo. ¿Qué quiere decir esto? Hace millones de años, en el mioceno medio, Tubará era emergido.

Señala que en estos momentos continúan haciendo los análisis correspondientes para enviar las muestras y que estos sean clasificados en un laboratorio de Estados Unidos.

“Lo importante de esto es que en Colombia hay un solo descubrimiento. En el desierto de la Tatacoa encontraron un cetáceo, mientras que en el Caribe colombiano este es el primer hallazgo. ¿Qué quiere decir esto? Hace millones de años, en el mioceno medio, Tubará era emergido. Lo mismo pasó con el Amazonas, que estuvo recubierto de agua y cuando el agua se retira deja los restos. Con eso podemos hacer un estudio de la biodiversidad que había para la época y lo que se ha perdido. Ahora la playa más cerca es la playa Tubará y el hallazgo fue en un punto que es bien altísimo”, indica el también director del semillero de investigación.

Ever Ortega, profesor de la Universidad del Atlántico, halló siete vertebras de un cetáceo indeterminando.

Ever Ortega, profesor de la Universidad del Atlántico, halló siete vertebras de un cetáceo indeterminando.

Foto:Vanexa Romero / EL TIEMPO

En el contexto geológico del proyecto, se tiene en cuenta que, según Ingeominas (2020), en el mapa geológico generalizado del departamento del Atlántico ‘Memoria explicativa’, el sitio donde se colectaron las siete vertebras corresponde a la formación Tubará.

“‘Esta formación es de ambiente marino de plataforma interna debido a la alta concentración de moluscos y de conchas transportadas y a los depósitos de relleno de canal; también pueden estar asociadas con ambientes de pantano, por la ocurrencia de yeso laminar y material carbonoso en la parte superior de la unidad’. Es de anotar que la descripción de esta formación es igual al sitio donde se realizó el trabajo de campo para la recolección de muestras para el presente estudio”, se lee en el registro documentado que compartió Ortega a este medio.

En este proyecto de cetáceos, el docente recibió el apoyo de tres estudiantes del Semillero Fósil, el profesor Luis Arjona Polo, director del Museo Paleontológico de La Peña (Atlántico), Mupapa, y los estudiantes del Semillero de Investigación Pupino.

Otros descubrimientos de los investigadores

Pero no es la primera vez que Evert de Jesús Ortega Vizcaíno hace este tipo de descubrimientos. En su trayectoria como estudiante e investigador, hace 20 años, encontró restos de megaterio, mastodontes y estodontes.

“Con esta idea de trabajo, en el Caribe colombiano, el único museo de paleontología que existe es el que está en el departamento del Atlántico, exactamente en La Peña. Somos los que más hemos estudiado este aspecto. A raíz de esta investigación, estoy preparando un libro que se llama ‘La presencia fósil de la megafauna en el departamento del Atlántico’. Una contribución a la paleontología del Caribe. Todos estos restos fósiles aparecen en el Museo”, recuerda el hombre, de 64 años.

Con este proyecto, el equipo del profesor Evert Ortega Vizcaíno espera aportar al estudio de la biodiversidad del Atlántico y del resto de la región Caribe, así como fomentar la investigación en los centros de estudio.

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