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● La Universidad del Sur de Dinamarca identificó un mecanismo novedoso que regula el metabolismo hepático.
● Plvap permite que el hígado reconozca el estado de ayuno para cambiar su fuente de energía de azúcar a grasa.
Esto dicen los expertos. Foto: iStock

30.05.2025 09:33 Actualizado: 30.05.2025 09:47

PERIODISTA30.05.2025 09:33 Actualizado: 30.05.2025 09:47
Un reciente estudio desarrollado por la Universidad del Sur de Dinamarca identificó un mecanismo novedoso que regula el metabolismo hepático y mantiene la quema de calorías aun cuando la ingesta calórica disminuye. Esta investigación abre la posibilidad de nuevas intervenciones médicas para optimizar la pérdida de peso y el control metabólico.
La adaptación metabólica que dificulta perder peso
Quienes intentan adelgazar reduciendo las calorías enfrentan un fenómeno común y frustrante: después de un tiempo, el cuerpo deja de perder peso.
Esto se debe a que el organismo detecta la restricción calórica y desacelera su metabolismo para conservar energía, interpretando la situación como una posible amenaza de inanición.
Este proceso biológico hace que se quemen menos calorías, dificultando el avance en la reducción de peso.
Según Kim Ravnskjaer, investigador principal y profesor asociado del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad del Sur de Dinamarca, “normalmente va bien al principio, pero a medida que las personas pierden parte del peso que querían perder, su progreso se detiene porque el metabolismo del cuerpo se adapta”.
Hay un momento en el que el cuerpo se adapta y se deja de perder peso, según los expertos. Foto:iStock
El papel fundamental del gen Plvap en el metabolismo hepático
El equipo liderado por Ravnskjaer descubrió que el gen Plvap desempeña un papel crítico en la regulación del metabolismo del hígado.
A partir de experimentos con ratones, encontraron que Plvap facilita la transición metabólica del cuerpo de quemar azúcar a quemar grasa durante el ayuno.
Cuando los investigadores desactivaron este gen, el hígado dejó de reconocer el estado de ayuno y continuó quemando azúcar en lugar de grasa.
Además, el estudio reveló que la señal para estos cambios metabólicos no proviene de los hepatocitos —las células principales del hígado encargadas del metabolismo— sino de las células estrelladas hepáticas.
Este hallazgo introduce una nueva perspectiva sobre la comunicación celular y el control del metabolismo en el hígado, señalando que estas células juegan un papel clave que hasta ahora era desconocido.
Las revelaciones del gen Plvap. Foto:iStock
Posibles beneficios para la diabetes y la obesidad
Cuando el gen Plvap se desactiva en ratones, la grasa se redirige hacia los músculos en lugar de acumularse en el hígado, y no se observaron efectos negativos.
Por el contrario, estos ratones presentaron una mejor sensibilidad a la insulina y niveles de azúcar en sangre más bajos. Al respecto, Kim Ravnskjaer explica: “Es bien sabido que el nivel elevado de azúcar en sangre puede provocar complicaciones crónicas en las personas con diabetes tipo 2. Comprender el efecto del Plvap podría ayudar a los diabéticos a regular mejor su nivel de azúcar en sangre en el futuro”.
Este descubrimiento podría ayudar a superar el estancamiento que sufren muchos pacientes en sus tratamientos para perder peso.
“Si pudiéramos desarrollar un medicamento que ayudara a mantener la quema de grasa o azúcar en su alto nivel original junto con los tratamientos para perder peso, las personas podrían seguir perdiendo peso más allá de la meseta habitual”, afirma Ravnskjaer.
Puede regular el azúcar en la sangre. Foto:iStock
Un enfoque realista
El equipo reconoce que su investigación se basa en modelos animales y que el desarrollo de fármacos para humanos todavía está distante. “Desde los experimentos con ratones hasta la comercialización de un fármaco hay un largo trecho, pero ese es, evidentemente, el potencial de nuestra investigación”, concluye Kim Ravnskjaer.
Europa Press.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por Europa Press, y contó con la revisión de la periodista y un editor.
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