Jonas Vingegaard no tuvo el 2024 que soñó. El pedalista danés se quería subir a lo más alto del podio en el Tour de Francia para defender su trono, pero una caída en España lo privó de llegar a su mejor nivel a la ‘Grande Boucle’. De hecho, compitió casi de milagro.
Vingegaard se cayó en abril, en la Vuelta al País Vasco. Tuvo que ser asistido en la carretera y lo trasladaron de urgencias al hospital, a donde llegó con siete costillas rotas, una fractura de clavícula, una fractura del esternón y los dos pulmones perforados.
Jonas Vingegaard Foto:EFE
El drama de Vingegaard
“Después de la caída no pude respirar durante los primeros diez segundos, y ya sabía que algo iba mal. Cuando por fin pudo, escupí sangre y pensé en que sangraba internamente, lo que significaba que me podía ahogar en mi propia sangre y que iba a morir”, dijo tras el accidente.
Las secuelas de la caída todavía pesan en él y su familia. El dos veces campeón del Tour de Francia estuvo en una entrevista con la televisión de Dinamarca y lo hizo acompañado de su esposa Trine Marie Hansen. Ambos recordaron el drama que vivieron tras un hecho que casi les cambia la vida.
“Trine estaba embarazada y me costó mucho afrontar eso, la idea de que tendrías que vivir sin mí… Cuando estaba acostado en el hospital pensé que si sobrevivía terminaría mi carrera, pero luego ambos hablamos de ello y pensamos que debía continuar. Porque el ciclismo sigue siendo mi pasión”, dijo con los ojos vidriosos el campeón.
Jonas Vingegaard y su familia. Foto:EFE
“Estaba viendo la carrera en mi casa (en Dinamarca) y nada más ver las imágenes de televisión compré los billetes de avión para volar a España. Tardé 30 minutos en conocer el primer estado de Jonas”, comentó Trine.
Su mirada por el deporte es diferente. Jonas reveló que siente que el ciclismo se volvió más peligroso, por lo que decidió ser más precavido en los descensos, su rendimiento en el pasado Tour de Francia es prueba de ello.
Jonas bajó las revoluciones
“Hablamos sobre andar en bici de forma más segura si quería seguir corriendo. El ciclismo se está volviendo muy peligroso y es mejor bajarse de esa pelea e intentar remontar más tarde. Después de la caída no quería asumir los mismos riesgos en la bajada, y es por eso que perdí algo de tiempo en la undécima etapa del Tour de Francia”, señaló Vingegaard.
Jonas Vingegaard Foto:Marco Bertorello. AFP
Además, ha adoptado recomendaciones que le hace su propia esposa para entrenar en Dinamarca, mientras vuelve al gran plano del ciclismo mundial la próxima temporada.
“Trine me ha convencido de que entrene con luces en la bicicleta. Visto ahora, suena estúpido no rodar con luces y especialmente en Dinamarca en diciembre, con la poca luz que hay, pero es como lo hacemos los profesionales, que amamos la aerodinámica y rascamos segundos donde podamos”, indicó.
Trine señaló que no dejará de apoyar a su esposo en la carretera, pero enfatizó en mejorar las medidas de seguridad en un deporte que históricamente ha sido peligroso. “En el ciclismo se habla mucho de que cada vez hay mejores materiales, pero no existe una mejor protección en un deporte en el que hay una muerte cada cierto tiempo".
Jonas Vingegaard. Foto:AFP
"Si un líder toma una decisión, el resto le sigue. Y si Jonas se queda atrás y dice 'esto es demasiado rápido, es demasiado violento', empieza a tener efecto en el deporte. Los ciclistas apuntan muchas veces a los organizadores, pero una gran parte de la responsabilidad recae también en ellos”, agregó.
HAROLD YEPES
DEPORTES