Hipócrates, el célebre médico de la antigua Grecia y considerado el padre de la medicina, fue un gran defensor de los remedios naturales para promover una vida longeva y saludable.
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Entre los alimentos que recetaba a sus pacientes, destacó uno en particular: la miel. Este fluido dorado, producido por las abejas a partir del néctar de las flores, era visto por Hipócrates como clave para mantener el bienestar y prolongar la vida.
¿Por qué la miel es tan especial?
Más que un edulcorante común, la miel es un alimento con un impresionante valor medicinal. La Fundación Española de Nutrición (FEN) destaca que la miel contiene una mezcla única de azúcares, aminoácidos, vitaminas, minerales y antioxidantes. Estas características le confieren propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antibacterianas.
Hipócrates recomendaba la miel no solo como endulzante, sino por sus beneficios generales para la salud, algo que en su época ya era reconocido por su capacidad para mejorar diversos aspectos del bienestar. Además, tanto en Grecia como en Roma, la miel se utilizaba para endulzar el vino y formaba parte de muchas recetas antiguas.
Uno de los efectos más importantes de la miel es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular.
Investigaciones actuales confirman que este alimento contribuye a reducir el colesterol LDL, conocido como el "colesterol malo", así como los triglicéridos. Al reducir estos factores de riesgo, la miel se convierte en una aliada en la prevención de enfermedades del corazón y en la protección contra el estrés oxidativo.
La miel y su impacto en la salud del hígado
Otro de los órganos que se beneficia de la miel es el hígado. Estudios recientes han demostrado que consumir miel puede reducir la acumulación de grasa en el hígado, lo cual es esencial para prevenir y tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).
Además, debido a su contenido elevado en antioxidantes, la miel ayuda a proteger las células hepáticas contra los daños causados por el estrés oxidativo. Esto no solo ralentiza el progreso de la enfermedad, sino que también mejora la función hepática en general.
Usos adicionales, según Hipócrates
Para Hipócrates, la miel no solo era un alimento preventivo, sino también un remedio eficaz para diversas afecciones. La utilizaba para aliviar irritaciones en la garganta, curar heridas y quemaduras, e incluso mejorar la digestión.
Estos usos continúan siendo válidos hoy en día en la medicina natural, lo que demuestra que los conocimientos de este pionero de la medicina han perdurado a través de los siglos.
LAURA GUEVARA
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal, y contó con la revisión de un periodista y un editor.