Una gran controversia se desató este fin de semana en Estados Unidos luego que el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional a Los Ángeles, California, para contener las manifestaciones que se desataron en la ciudad por las redadas que viene realizando el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) para detener a inmigrantes indocumentados.
Un manifestante ondea banderas mexicanas mientras es rodeado por agentes de policía. Foto:AFP
El sábado, y luego de que se presentaron algunos enfrentamientos entre los manifestantes y las autoridades, Trump invocó una antigua ley, reservada para casos de rebelión o guerra, que le permite utilizar a la Guardia sin el consentimiento del gobernador.
En EE. UU., por lo general, son las autoridades locales las que piden al gobierno federal la activación de este tipo de fuerza militar cuando se presenta un evento de orden público, o desastre natural, que sobrepasa sus capacidades.
La última vez que un presidente empleó la norma fue en 1965, cuando Lyndon B. Johnson dio la orden de proteger a las personas que reclamaban por sus derechos civiles en Alabama y eran víctimas de violencia.
De acuerdo con el presidente Trump, las protestas que se desataron en Paramount, un barrio en la periferia de Los Ángeles habitado primordialmente por latinos, “impiden la ejecución de las leyes y, por lo tanto, equivalen a una forma de rebelión contra la autoridad del gobierno”.
La medida autoriza la movilización de por lo menos 2.000 soldados y su equipo pesado, que incluye helicópteros y hasta tanques si es necesario.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, amenazó además con utilizar al Ejército, lo que equivaldría a la imposición, según expertos, de la ley marcial.
La decisión de Trump fue ampliamente cuestionada por el gobernador Gavin Newsom y legisladores demócratas tras considerarlo un escalamiento innecesario que solo generará más violencia.
Bloqueos en la ruta 101 en Los Ángeles. Foto:@AlertaNews24 / X
“Es la misión equivocada y solo erosionará la confianza pública. Es inflamatorio y a propósito. Están movilizando a la Guardia Nacional no porque haya ausencia de fuerza pública, sino porque quieren crear un espectáculo”, dijo el gobernador.
Muchos de ellos, además, recordaron cómo Trump tardó horas antes de acceder al envío de la Guardia Nacional cuando una turba de sus simpatizantes se tomó el Congreso en enero de 2021.
En ese caso, las autoridades de la ciudad (Washington, D. C.) sí le habían pedido al gobierno el despliegue de la Guardia Nacional.
Las protestas se desataron el viernes, luego que el ICE realizó una serie de redadas en la ciudad, sobre todo en lugares de trabajo, y en la que, sostienen, fueron detenidos unos 120 ilegales como parte de la campaña nacional del presidente de expulsar a por lo menos 1 millón de migrantes indocumentados al año.
Entre ese día y el sábado, las autoridades locales ya habían arrestado a unas 150 personas que protagonizaron disturbios, destruyeron propiedad pública o se enfrentaron con la policía.
Trump, sin embargo, tiene a la ciudad entre ceja y ceja pues es una de esas localidades que se catalogan como “santuario”, ya que no coopera con las autoridades federales cuando se trata de temas migratorios.
El presidente, además, ha criticado abiertamente el manejo que les dieron las autoridades de Minnesota en el 2020 a las violentas marchas que se formaron tras el asesinato del afroamericano George Floyd.
El gobernador en ese entonces del estado era Tim Waltz, compañero de fórmula de Kamala Harris para las pasadas elecciones.
Varios legisladores republicanos responsabilizaron a Newsom y otras autoridades de la ciudad por las protestas, alegando que estas no estarían sucediendo si Los Ángeles cooperara.
Manifestante del domingo en Compton, Los Ángeles. Foto:Getty Images via AFP
“A estos tipos al parecer les gusta que incendien la ciudad. Si no quieren que ICE realice este tipo de redadas, hay una solución muy simple. Dejen de ser una ciudad y estado santuario y cooperen con las autoridades, y eviten envalentonar a estos agitadores”, dijo el congresista Kevin Kiley.
Como Newsom, la alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, expresó sus dudas sobre el despliegue de los 2.000 militares de la Guardia.
“No creo que sea necesario porque confío en que el Departamento de Policía de Los Ángeles y otras fuerzas del orden puedan manejar las cosas en Los Ángeles”, dijo la alcaldesa a la cadena ABC ayer por la mañana.
En medio de esta puja con las autoridades locales, Tom Homan, conocido como el ‘zar de la frontera’, amenazó con arrestar a la alcaldesa Bass y al gobernador Newsom “si se exceden” en sus competencias.
Al ser entrevistado por la cadena NBC News, Homan aseveró: “Lo digo por cualquiera (...) Es un delito grave resguardar y ocultar a sabiendas a un inmigrante ilegal. Es un delito grave impedir que las fuerzas del orden hagan su trabajo”.
Y a Newsom le envió un mensaje directo: “Debería estar al teléfono agradeciendo al presidente por hacer de este estado un lugar más seguro”.
Pero para el senador demócrata Adam Schiff, el envío de la Guardia Nacional no solo mina la confianza del público en esta fuerza, sino que genera un peligroso precedente para el uso unilateral de la Guardia en otras zonas del país.
“No hay nada que Trump quiera más que una violenta confrontación con manifestantes para justificar lo injustificable que es invocar el Acto sobre Insurrección o alguna forma de ley marcial”, afirmó el senador.
Dos figuras que ha sugerido Trump en el pasado y que le darían el poder para suspender derechos civiles y desplegar a militares para tareas migratorias.
Manifestantes destruyendo una unidad móvil de policía. Foto:EFE
En Estados Unidos existe una ley, el Posse Comitatus Act, que impide a las tropas federales participar en operaciones militares domésticas, salvo que sean autorizadas por el Congreso. La norma expedida hace 143 años, en gran parte responde al temor de que la intervención de militares para asuntos domésticos pueda ser usada con fines políticos, en detrimento de la democracia y contra la población.
El envío de la Guardia Nacional no solo mina la confianza del público en esta fuerza, sino que genera un peligroso precedente para el uso unilateral de la Guardia en otras zonas del país
Adam SchiffSenador demócrata
Las únicas excepciones a la ley son la declaratoria del Acto de Insurrección o la ley marcial cuando se determina que hay una revolución o invasión en marcha para derrocar al Estado.
Tercer día de protestas
En la madrugada del domingo, la Policía reportó que detuvo a varias personas tras declarar una reunión en el centro de Los Ángeles como asamblea ilegal, y en Paramount, tres personas acusadas de agredir a agentes fueron arrestadas en la noche.
Unos 300 soldados fueron desplegados ayer a lo largo y ancho de la ciudad, según el comando militar. Vehículos camuflados podían divisarse en el barrio de Compton, según AFP.
Agentes federales se enfrentaron con multitudes enojadas en un suburbio de Los Ángeles el domingo. Foto:AFP
“El 79.º Equipo de Combate de la Brigada de Infantería ha desplegado aproximadamente 300 soldados en tres ubicaciones distintas en el área metropolitana de Los Ángeles. Están a cargo de la seguridad y protección de la propiedad y el personal federal”, publicó el Comando Norte de EE. UU. en X.
Junto con la policía de Los Ángeles estuvieron monitoreando el área alrededor del Centro Cívico en el centro de Los Ángeles, donde había más protestas y marchas planeadas.
En los barrios de Paramount, Compton, Boyle Heights y Little Tokyo también hubo presencia de las autoridades.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington