En un mensaje de ocho minutos retransmitido por la televisión nacional rusa, el presidente Vladimir Putin dijo esta semana que el conflicto en Ucrania cobró aspectos “de carácter mundial”. Usando su habitual tono amenazante con el que suele referirse a la invasión, el mandatario lanzó una dura advertencia contra Occidente: “Nos consideramos autorizados a utilizar nuestras armas contra aquellos países que permitan que las suyas se utilicen contras nuestras instalaciones”, sentenció.
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Las palabras de Putin fueron el remate de una semana cargada de tensiones por la guerra que libran ucranianos y rusos desde hace mil días, y que para la propia Cancillería rusa ya entró “en nueva fase”.
La escalada del conflicto se dio luego de que Kiev lanzó este martes por primera vez misiles de largo alcance y de fabricación estadounidense y británica contra territorio ruso, algo que el Kremlin consideró una “intromisión directa de los aliados en el frente”.
la amenaza de un ataque atómico podría ser una estrategia del Kremlin para apalancar una eventual negociación con Occidente
Ante la provocación, Moscú respondió actualizando su doctrina nuclear –que, entre otras, reduce el umbral para usar su armamento atómico- y lanzó este jueves -por primera vez- un misil hipersónico de mediano alcance con la capacidad de cargar ojivas nucleares, aunque en esta ocasión no las portó. No obstante, los tabús militares que se rompieron esta semana elevaron la preocupación internacional sobre el rumbo que tomará el conflicto en las próximas semanas.
Al respecto, EL TIEMPO consultó con media docena de expertos, centros de análisis geopolíticos y medios especializados para comprender a qué se expone el mundo con las renovadas amenazas de Putin de utilizar su arsenal nuclear.
Una de las premisas en las que coinciden los expertos es que, tanto Moscú como Kiev, están actualizando sus “cartas sobre la mesa” anticipándose al inminente cambio en la política de Washington con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en menos de 60 días. De ahí que la amenaza de un ataque atómico podría ser una estrategia del Kremlin para apalancar una eventual negociación con Occidente.
¿Por qué Joe Biden cambió de postura sobre los misiles de largo alcance en Ucrania?
El punto de inflexión corrió por cuenta de la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien el pasado domingo dio un importante giro en su política sobre cómo Ucrania podía utilizar el armamento que le suministran para defenderse de Rusia.
Si bien Kiev, hasta inicios de la semana, solo podía usar el arsenal de guerra estadounidense para repeler a las tropas rusas que estuvieran en su propio territorio, desde que se confirmó la participación de 10.000 soldados de Corea del Norte que respaldan a Moscú en el campo de batalla, sumado al triunfo presidencial de Trump, Biden y sus asesores de inteligencia buscan fortalecer la posición de Kiev estimando que el entrante gobierno republicano les corte los fondos para su defensa. Así las cosas, decidieron permitirle a Ucrania lanzar misiles estadounidenses ATACMS, un poderoso armamento que tiene un rango de tiro de hasta 300 kilómetros.
Y si bien los expertos coinciden en que este arsenal bélico no puede cambiar por sí solo el equilibrio de la guerra, sí creen que podría ayudar a frenar el avance ruso, que solo en octubre capturó 414 kilómetros cuadrados, lo que supone la mayor conquista de territorio en un mes por parte de Moscú desde el verano de 2022.
“Al presidente Biden se le acaba el tiempo. Solo faltan dos meses hasta el relevo. Tiene que dejar constancia de su deseo de afianzar a su aliado en este incómodo tablero de la guerra. Lo está haciendo tarde, pero asumiendo los riesgos”, le explica a este diario Adrian Mac Liman, excorresponsal de guerra y hoy analista geopolítico.
Los expertos ven en el horizonte que un gobierno estadounidense bajo las riendas de Trump podría forzar a ambas partes a negociar, algo que no luce como una tarea fácil cuando Vladimir Putin y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, pese a mostrarse abiertos a un diálogo, mantienen condiciones irreconciliables.
Por un lado, Moscú exige quedarse con el control de las zonas hasta ahora ocupadas y que el gobierno ucraniano desista de su idea de unirse a la Otán. En contraste, Kiev se niega a ceder territorio y exige garantías para evitar en el futuro un nuevo conflicto. “Por eso, en el terreno, ambas partes están tratando de llegar con una posición fortalecida a una eventual negociación”, apunta un análisis del Centro de Estrategia y Estudios Internacionales (CSIS, por su sigla en inglés).
“La aprobación del uso de misiles de largo alcance puede servir como un arma de doble filo para Ucrania ofreciendo un potencial impulso a su poder de negociación en futuras negociaciones y al mismo tiempo añadiendo más leña al fuego. Y, en ese sentido, la medida tomada por la administración Biden, seguramente, hará que sea más difícil para Trump ejercer presión sobre el presidente Putin y desenredar diplomáticamente este nudo del conflicto”, le dijo a este diario Veronika Badenko, analista sénior de la red Open Nuclear Network (ONN) donde supervisa la detección de riesgos nucleares en las regiones Otán-Rusia.
“Trump necesita este regalo envenenado de los demócratas. Él tiene su propia estrategia y estima que poder acabar con esta guerra una vez asuma el poder. Ojalá no se equivoque, aunque lo dudo
Aunque Trump, durante campaña, prometió acabar el conflicto en 24 horas, no especificó exactamente cómo lo haría. Además, el magnate también se ha mostrado reacio a que Estados Unidos siga financiando a Ucrania y a la Otán, y se ha jactado de tener una buena “relación” con el presidente ruso. Por eso, hay quienes creen que, si se da una eventual negociación bajo la mediación del republicano, el Kremlin podría salir favorecido.
“Trump necesita este regalo envenenado de los demócratas. Él tiene su propia estrategia y estima que poder acabar con esta guerra una vez asuma el poder. Ojalá no se equivoque, aunque lo dudo…”, considera Mac Liman.
Por su parte, Tianran Xu, quien también pertenece a la organización ONN, cree que “Putin considera que la elección de Trump es favorable para él”. “Sin embargo, mucho va a depender de cómo la nueva administración republicana aborde este conflicto. Y, la verdad, nadie puede predecir cuáles serán los movimientos de Trump en ese asunto”, aseveró.
Sin embargo, los expertos advierten que, si Ucrania resulta perdedora a los ojos de Occidente, la opinión pública podría pasarle factura a Trump, en especial después de los más de 75.000 millones de dólares que ha invertido Washington en su defensa. Por eso, Xu considera que Putin seguirá presionando.
¿Qué tan probable es que Vladimir Putin 'oprima' el botón nuclear?
Sin ir más lejos, esta misma semana, a la oficialización de la nueva doctrina nuclear rusa, Putin le sumó el anuncio de la "producción en serie" del moderno misil hipersónico de alcance medio conocido como Oreshnik, el cual fue utilizado por primera vez en el bombardeo de este jueves contra la ciudad ucraniana de Dnipró.
Además, el Kremlin señaló la producción en masa de refugios antibombas móviles que pueden proteger contra una variedad de amenazas provocadas por el hombre y desastres naturales, incluida la radiación y las ondas de choque.
Asismismo, el umbral del uso de armas nucleares pasó de solo ser posible si se veía amenazada la misma existencia del Estado ruso, que tiene unas 5.500 cabezas nucleares en su arsenal, a responder atómicamente en caso de ataques con armas convencionales contra su territorio o si cualquier Estado perteneciente a una coalición militar (bloque, alianza) ejecuta una agresión.
Creo que estamos siendo testigos de una nueva y peligrosa ronda de escalada, aunque sigue siendo incierto si esto marca el pico de las tensiones antes de un movimiento hacia la distensión o un paso más hacia un conflicto más serio
Dos cláusulas que son consideradas por los analistas como una clara advertencia a Estados Unidos y la Otán.
Sin embargo, los expertos no ven un mayor cambio en la lógica rusa con estos anuncios. Ya en septiembre, Putin había mencionado que las normas cambiarían. No obstante, solo hasta esta semana lo hizo oficial. “El momento en que Rusia publicó su doctrina nuclear actualizada probablemente no fue una coincidencia. Lo veo como una respuesta simbólica a la aprobación estadounidense de ataques de larga distancia”, acota Badenko.
Incluso, el Consejo de Relaciones Exteriores, un centro de pensamiento con sede en Nueva York, asegura que tanto Francia, Reino Unido y Estados Unidos -tres potencias nucleares-, reaccionaron con relativa calma a esta nueva amenaza.
En un análisis, el centro asegura que el punto más grave para Moscú ocurrió en el otoño de 2022, cuando Rusia sufrió derrotas sensibles en Járkov y Jersón y Putin no recurrió a sus armas nucleares. “Desde entonces, Ucrania ha cruzado una supuesta línea roja tras otra”, dice el Consejo al referirse específicamente que Kiev no solo ha utilizado misiles ATACMS sino también cazas occidentales, drones y sistemas de defensa antiaérea, todos proveídos por la Otán.
Pero, Badenko considera que las alertas están aún sobre la mesa y que las advertencias del Kremlin no deben ser tomadas en vano.
“Todo esto aumenta significativamente los riesgos de errores de cálculo y de una escalada involuntaria con posibles consecuencias globales. Creo que estamos siendo testigos de una nueva y peligrosa ronda de escalada, aunque sigue siendo incierto si esto marca el pico de las tensiones antes de un movimiento hacia la distensión o un paso más hacia un conflicto más serio”, afirmó.
Justamente, ante los recientes hechos, la Otán convocó para el próximo martes 26 de noviembre en su sede de Bruselas una reunión del Consejo con Ucrania a nivel de embajadores, para analizar la última escalada de Rusia en la guerra.
STEPHANY ECHAVARRÍA NIÑO
Editora Internacional
CARLOS JOSÉ REYES GARCÍA
Subeditor Internacional