Esta semana se conoció la captura de Carolina Mejía Montoya, conocida como ‘la reina de la escopolamina’, una de las presuntas líderes del grupo delincuencial ‘la Marina’, quien sería responsable de robar a turistas extranjeros a través del uso de sustancias químicas.
Su detención ocurrió en el municipio de Itagüí, sur del Valle de Aburrá, cuando salía de una discoteca con quien al parecer sería su nueva víctima. Tenía una orden judicial por el delito de hurto calificado y agravado en concurso homogéneo y sucesivo.
Luego de lo sucedido, EL TIEMPO conoció detalles de cómo habría actuado durante el robo a dos de las víctimas: un estadounidense y un italiano, a quienes les habría hurtado pertenencias por cerca de 120 millones de pesos.
Capturada en Medellín Foto:Policía Metropolitana del Valle de Aburrá
Los lugares y las víctimas
De acuerdo con la investigación realizada por el Grupo Contra Atracos de la Seccional de Investigación Judicial de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, el ciudadano norteamericano fue captado en un establecimiento de lujo del parque Lleras, en la comuna El Poblado.
Fue allí, aprovechando sus atributos físicos y elegante forma de vestir, que esta mujer se acercó al hombre que se encontraba solo en una mesa y le pidió permiso para poder sentarse con él pues las otras mesas del establecimiento comercial estaban ocupadas.
Según la denuncia instaurada por el norteamericano a las autoridades, la joven, quien habría manifestado que pagaría lo que consumiría, tras haber sido aceptada para compartir la mesa, comenzó a ganarse la confianza y le propuso participar de un trío.
Carolina Mejía Montoya operaba en El Parque Lleras, en El Poblado, Medellín. Foto:Archivo particular
Aceptado el encuentro sexual, ella se comunicó con una amiga que llegó al lugar y juntos se desplazaron hasta el sitio donde este se estaba quedando hospedado.
Al ingresar a la habitación, no pasaron cinco minutos cuando el extranjero se quedó dormido debido a la sustancia que le fue suministrada en una bebida que le ofrecieron estando en el lugar.
Con la víctima en incapacidad de resistir, en un tiempo máximo de 40 minutos, las presuntas delincuentes esculcaron todo el lugar para hallar los objetos de valor y salir con el botín.
Este modo de actuar fue el mismo que habrían usado para robar al ciudadano italiano.
Captaba a mujeres en salones de belleza
Esta joven, quien tenía antecedentes por hurto calificado y agravado, porte de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, y utilización de menores para la comisión de conductas punibles, establecieron los policías del Grupo Contra Atraco, además de presuntamente liderar los robos, sería la encargada de captar a más mujeres para la organización ‘la Marina’.
Expertos investigadores de la Policía Metropolitana pudieron establecer que, al parecer, Mejía Montoya visitaba con frecuencia peluquerías, salones de belleza y spa para encontrar a jovencitas con necesidades económicas y ofrecerles ingresar a la red.
El gancho para lograr su objetivo era ofrecerles el pago de entre 2 y 3 millones en una sola noche.
Un spa es perfecto para relajarse. Foto:iStock
Andaba escondida tras redada
Contra la organización ‘la Marina’, el pasado 27 de mayo se realizó un operativo que permitió las capturas de tres de sus presuntas integrantes.
A la redada de las autoridades se logró escapar 'la reina de la escopolamina’ quien dejó abandonada a su hija menor de edad, que fue dejada bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
La menor fue reclamada días después por un abogado contratado por ella y, al parecer, entregada a la abuela.
Desde ese momento, la mujer comenzó a manejar un bajo perfil y a salir de manera esporádica a “trabajar” sola.
Al momento de la captura, esta mujer tenía en su poder dos cédulas de ciudadanía de las cuales aportó una. Durante la revisión del documento de identidad para verificar su autenticidad se estableció que era falso.