Rusia llevó a cabo desapariciones forzadas y actos de tortura, ambos "crímenes contra la humanidad", durante la guerra en Ucrania, según una comisión de investigación internacional independiente de la ONU.
Estos crímenes fueron perpetrados en el marco de "un ataque sistemático y generalizado contra la población civil", indica el grupo de investigadores en un informe publicado esta semana.
Soldados rusos. Foto:X: @YurySaenz5
La comisión concluyó que "las autoridades rusas cometieron crímenes de lesa humanidad de tortura y desapariciones forzadas".
"Estos crímenes fueron perpetrados en el marco de una política estatal coordinada (...) en todas las provincias de Ucrania donde algunas zonas pasaron bajo control ruso", precisa el informe
Al cometer estos crímenes "las autoridades rusas atacaron a categorías de personas que consideraban una amenaza o que se negaban a cooperar con ellas", añadió.
El informe señala que un gran número de civiles fueron arrestados en las zonas ahora bajo control ruso y que muchos de ellos fueron trasladados a centros de detención en estas áreas o en Rusia.
Cuerpos de seguridad de Rusia. Foto:AFP
"Cometieron otras violaciones y crímenes durante estas detenciones prolongadas. Muchas víctimas estuvieron desaparecidas durante meses o años, y algunas murieron en cautiverio", explica el documento.
Asimismo se informa que soldados hechos prisioneros de guerra también fueron torturados y sufrieron desapariciones forzadas, en violación del derecho internacional humanitario, según la comisión.
Los investigadores afirman que Rusia "utiliza sistemáticamente la tortura contra ciertas categorías de detenidos para extraerles información e intimidarlos", con tratos brutales durante los interrogatorios.
Vladimir Putin de uniforme militar para visitar a las tropas rusas en Kursk. Foto:AFP
También acusan a las autoridades rusas de hacer uso sistemático de la violencia sexual "como forma de tortura contra hombres detenidos".
La comisión también informa sobre un número creciente de soldados ucranianos abatidos o heridos después de haber sido capturados o haberse rendido, lo que constituye un crimen de guerra.