Deportivo Cali sigue en autodestrucción: sacó a otro técnico y sigue hundiéndose, análisis

Deportivo Cali sigue en situación crítica, y no solamente en lo deportivo. Este viernes, el club designó su cuarto técnico en lo que va del año, Sergio Herrera, quien se hará cargo del equipo en los últimos 10 partidos del plantel profesional este año, salvo que haya un milagro y le alcance para clasificar a los cuadrangulares semifinales.

Herrera reemplaza a Hernán Torres, con quien hubo un acuerdo para rescindir el contrato después de una campaña para el olvido. Dirigió nueve partidos, de los cuales solo ganó dos, empató uno y perdió seis. Lo que colmó la paciencia fue la derrota del martes en la Copa Colombia, 1-0 contra Fortaleza, que puso un equipo suplente.

El problema no es tanto la Copa, sino la posibilidad más que latente de que el Cali, si no levanta, se vaya a la B. Ya los tres equipos que están por debajo en esa tabla, Patriotas, Jaguares y Envigado, dieron un timonazo para tratar de enderezar el rumbo. Hoy, Cali está a cinco puntos del descenso, con diez partidos para evitar la mayor vergüenza de su historia.

 Y ya para el año entrante se están acabando los ahorros que traía. En 2025, si se van Patriotas y Jaguares, como todo indica, hoy, otra vez, estaría a siete puntos de la zona de riesgo, sin saber qué pueda pasar con los dos equipos que asciendan, que es una lotería. Este año, por ejemplo, a Fortaleza le ha ido muy bien y ya está prácticamente salvado. En cambio, Patriotas está hundido en el último lugar, pero con posibilidades de salvarse si logra ganar cuatro de los nueve partidos que le quedan.

Cinco técnicos y cuatro presidentes en cuatro años

Cali sigue de bandazo en bandazo, tanto en lo deportivo como en lo administrativo. Desde su último título en 2021, con el venezolano Rafael Dudamel, van cinco técnicos, sin contar a Herrera, recién nombrado: pasaron Mayer Candelo, Jorge Luis Pinto, Jaime de la Pava, Hernando ‘Cocho’ Patiño y Hernán Torres. Solo De la Pava logró meter al equipo en cuadrangulares y los puntos de ese semestre son los que no tienen hoy al equipo en zona de descenso.

En ese mismo lapso, Cali ha tenido cuatro presidentes: Marco Caicedo, Luis Fernando Mena, Guido Jaramillo y, desde el pasado 18 de junio, Humberto Arias, hijo del directivo del mismo nombre con el que el club tuvo una época gloriosa a finales de los 90, algo que hoy se ve muy, pero muy lejano.

Pero el problema administrativo viene desde mucho tiempo atrás. El pasivo del Cali casi se quintuplicó desde 2017, cuando los balances mostraron deudas por 24.000 millones de pesos.

El mes pasado, la Superintendencia de Sociedades anunció que había aceptado el acuerdo de reestructuración del club y anunció que los pasivos estaban en 112.000 millones de pesos. Esto, después de que fracasara el intento de convertirlo en sociedad anónima, algo que había sido aprobado a finales de abril por el 93 por ciento de los socios. El Juez 15 Civil del Circuito de Oralidad de Cali declaró inadmisible esa acción.

La semana pasada, la Supersociedades les pidió a los acreedores del Cali que presentaran ante el promotor designado para llevar el proceso de reorganización, Gustavo Quintero. Después de eso, el club cuenta con cuatro meses para negociar con ellos y otros cuatro para concretar un acuerdo.

Además, las peleas entre directivos, actuales y pasados, siguen marcando el camino de un equipo que no levanta. En sus redes sociales, Ernesto Roa, exdirigente del club entre 2009 y 2012, pidió la renuncia de dos miembros de la junta y dijo que al Cali lo quieren desvalorizar. “En 2023, Diego Quintero y Eduardo Calderón, con sus compañeros Guido Jaramillo y Eduardo Losada, depuraron un plantel, feriaron y regalaron jugadores jóvenes y contrataron como si fueran a jugar una copa Master. En la lógica de estos dirigentes insensatos e incapaces apostaron por traer jugadores mayores de 30 años: Alex Mejía, ‘Rifle’ Andrade, Francisco Meza, Javier Reina y otros más”, dijo Roa.

“Yo no entiendo de dónde sacan que queremos descender al Cali, nosotros tenemos unos activos demasiado grandes. Con todo respeto, no nos podemos comparar con el rival de patio en el momento de su descenso, que solo tenía el letrero”, dijo Arias, en su defensa, a Zona Libre de Humo.

Por lo pronto, el Cali, ante el evidente disgusto de la hinchada, anunció que no venderá boletería para el partido contra La Equidad.

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