Deportes Tolima sacó el carácter y es finalista tras vencer al Once Caldas; Junior se desinfló

hace 4 meses 24

Deportes Tolima hizo su tarea, le ganó bien al Once Caldas, se lavó la cara tras las dos feas derrotas de la última semana y jugará la final de la Liga BetPlay 2024-II. Junior, que en ningún momento le opuso resistencia al América, se quedó sin nada, tras perder 1-0 en el Pascual Guerrero.  

Cuando comenzó la jornada, el clasificado era Once Caldas. Tolima y Junior tenían que ganar y esperar cuántos goles hacía el otro para ver si les alcanzaba para llegar a la final.

Junior, desconocido desde el uniforme, una camiseta a rayas azules que poco tiene que ver con la historia del club, se vio superado de entrada por un América de Cali que iba por lo suyo, un triunfo que le asegurara la casilla en la Copa Sudamericana de 2025.

A los 11 minutos, ya el equipo que dirige César Farías estaba abajo 1-0, con una jugada que ha sido más que repetida a lo largo del semestre: a Junior le levantan la pelota y se vuelve, literalmente, un dolor de cabeza: en un cobro de costado, Alexis Zapata metió la pelota al área y Andrés Mosquera Guardia anticipó a todo el mundo para poner a ganar al América.

Ese tanto dejaba, hasta ese momento, la pelea por clasificar a la final en Ibagué, donde el Once Caldas cometió el error de querer aguantar el cero por las buenas o por las malas; incluso, con una acción del arquero James Aguirre tratando de hacer echar a un rival. El portero terminó amonestado y completó cinco amarillas, pero la sanción la pagará en 2025.

Tolima, que venía golpeado por las dos derrotas como visitante contra América y Junior, tenía ganas de revancha y se fue al descanso en ventaja y con el cupo a la final en el bolsillo, gracias a una genialidad de Yeison Guzmán, que habilitó de taco a Jeison Lucumí, quien tocó al centro para la entrada y el remate de Brayan Gil, a los 32 minutos. Los jugadores del Once Caldas se quedaron reclamando un fuera de juego sin darse cuenta que uno de ellos, el zaguero Stalina Valencia, estaba parado en la raya habilitando a los 11 jugadores del Tolima...

Con la derrota y el cupo a la lucha por la estrella perdido por el momento, Hernán Darío Herrera, el técnico del Once Caldas, sacudió la formación: sacó a Juan Camilo García, que estaba amonestado, y metió a un jugador que ha sido clave en las últimas fechas, Esteban Beltrán, quien generó la jugada más clara de su equipo en toda la primera etapa, cuando estrelló un balón en el horizontal.

Ya es habitual que el arranque de los segundos tiempos, cuando hay partidos simultáneos, se coordine por celular entre los comisarios de campo. De nada valió esta vez, porque apenas Jhon Hinestroza ordenó el arranque de la segunda etapa en Ibagué, en la tribuna sur del Murillo Toro encendieron decenas de bengalas y la cancha se llenó de humo. Hubo que esperar casi cuatro minutos para reanudar el juego.

Mientras tanto, en Cali no había reacción del Junior, ni desde el banco, porque Farías dejó los mismos 11 jugadores en la cancha. El partido era chato, sin opciones, más allá de un cabezazo de Carlos Bacca sin mucho peligro, y de un susto para el América, en el que el arquero Jorge Soto estuvo a punto de pedir cambio por lesión en una mano. Cabe recordar que el titular, Joel Graterol, y el tercer arquero, Luis David Quintero, estaban lesionados, así que casi le toca entrar al cuarto, Alexis Sinisterra, que no tiene ni un minuto como profesional.

En Ibagué, en cambio, Once Caldas fue otra cosa, al menos en intenciones: sabía que tenía que darle la vuelta al juego y se volcó al ataque, aunque con dos problemas: primero, que tardó 26 minutos en hacer un tiro al arco, y segundo, que regaló la espalda y Tolima pudo hacerle daño en el contragolpe en un par de ocasiones, pero no supo resolver bien las jugadas.

Los marcadores no se movían, pero las emociones seguían al alza. Farías, por fin, cambió nómina y refrescó el ataque. Primero, sacó un volante de marca, Víctor Cantillo, y metió un segundo delantero, Marco Pérez. Y luego refrescó con Carlos Cantillo y Jhon Vélez en lugar de Didier Moreno y José Enamorado. Y Junior generó una clarísima para empatar y meterle presión al Tolima, un remate de chilena de Carlos Bacca que se fue afuera por muy poco.

En Ibagué, el remate del partido fue mano a mano. Tolima metió un central más para frenar el ímpetu del Once Caldas y también tuvo tiempo para atacar, aunque sin puntería. Beltrán, que ya había asustado en el primer tiempo, tuvo otra en el remate del juego, y antes, el portero William Cuesta, tan cuestionado por lo que había sucedido tres días antes en Barranquilla, se resarció al sacarle un balón clave a Dayro Moreno.

Pese al tema de las bengalas, se repuso más tiempo en Cali que en Ibagué. ¿Por qué? Primero, por el susto con Soto, y segundo, porque en el Murillo Toro, Hinestroza se quedó algo corto.

Y si faltaba algo para la polémica, ocurrió en el arco norte del Murillo Toro, un penalti por agarrón de Junior Hernández a Joel Contreras que el árbitro Hinestroza no vio y el VAR no consideró como falta.

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