Juan Martín del Potro vive un calvario después del retiro. El extenista argentino no puede llevar la vida que desea debido a los constantes dolores y secuelas que le dejaron su larga trayectoria.
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El argentino publicó este lunes un video conmovedor en el que habla de los problemas que arrastra tras decirle adiós al tenis. Su último juego fue en diciembre de 2022, en un partido exhibición contra Novak Djokovic.
“Cuando yo juego el último partido con Delbonis, la gente no supo esto y yo nunca lo conté, pero al día siguiente cogí un avión a Suiza y me volví a operar la rodilla. Esa fue mi quinta cirugía”, empezó diciendo.
“A partir de ahí nunca más hice públicas mis cirugías porque en la rueda de prensa previa a mi partido con Federico yo digo que posiblemente sea mi último partido. Ahí encontré un poco de paz y corté con algo que me pasaba constantemente que era ‘Delpo, ¿cuándo vuelves a jugar? ¿cuándo te vuelvo a ver en un torneo?’ Yo no podía más por el dolor de piernas. Pensé que esto lo tenía que hacer en perfil bajo, en secreto y, si funciona, hago un anuncio de que vuelvo realmente”, agregó.
‘Delpo’ no puede llevar una vida cotidiana y sufre para hacer lo que le gusta: “Mi vida cotidiana no es la que yo deseo. Era un tipo muy activo que le gustaba mucho hacer deporte, no solo jugar al tenis, y de repente te invitan a jugar al fútbol y soy el que lleva el mate y se sienta afuera, o van a jugar al pádel y grabo los vídeos, y para mí es terrible”.
Y agregó: “En el plano deportivo me quitaron la ilusión de hacer lo que siempre me gustó hacer, que era jugar al tenis. Es muy difícil tener que ‘caretear’ todo 24 horas, es muy complicado y hay veces que no tengo más ganas. No soy indestructible, soy como cualquier persona que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero tengo ese plus de que tengo que poner buena cara en determinadas situaciones y non tengo energía”.
El problema siempre ha sido el mismo, la rodilla lo está perjudicando y el sobre esfuerzo como tenista hace mella: “Me consume mucho lo de la pierna, me consume anímicamente, porque no solo estoy en esa búsqueda de mejorar, sino que además padezco el día a día. Yo me levanto y tomo entre 6 y 8 pastillas: un protector gástrico, un antiinflamatorio, un analgésico, una para la inflamación, una para la ansiedad... Me dicen que baje de peso pero la medicación me hace subir, que no coma azúcar ni harina... ¿Qué tiene que ver eso con mi rodilla? Yo pensaba 95 kilos y me dolía para subir la escalera. Y todas esas cosas que te dicen los médicos y más gente que se mete para decirte que tiene tal máquina, y la he probado”.
“Una cosa son las piedras que pueden aparecer en el camino, como las lesiones, que para un atleta es lo más complicado, y otra cosa ya es el dolor emocional. Yo me sentía muy poderoso y muy fuerte a la hora de afrontar esas piedras que me aparecían y que siempre le ganaba dentro de lo lógico”, agregó.
Del Potro se lamentó porque cada intento de mejorar su condición de salud es un golpe bajo al ver que no hay una mejoría: “Era fuerte pero al final del día me doy cuenta de que no lo soy tanto. Porque con la rodilla, siento que me ganó. Me operé ocho veces con médicos por todo el mundo gastando fortuna. En cada vez que me ponían la anestesia sentía que salía bien operado y que no me iba a doler más y que iba a estar dando la vuelta al dique en Tandil sin dolor y al cabo de 2-3 meses vuelvo a llamar al médico para decirle: ‘Esto no funcionó, estoy igual que siempre’”.
HAROLD YEPES
DEPORTES