DeepSeek, más que una ‘fotocopIA’ de la ‘app’ ChatGPT

China lo volvió a hacer. Tal como Huawei en su momento, que acarició el liderazgo mundial de celulares; o de TikTok, que arrodilló a Instagram, Facebook y YouTube en el negocio de videos móviles, ahora viene DeepSeek, una inteligencia artificial que sacudió duro el mercado de la IA global con una propuesta sencilla desde lo técnico y económico, pero tan o más poderosa que las aristocráticas ChatGPT, de Open AI, o Gemini, de Google.

Y la razón es simple. Mientras las dominantes inteligencias artificiales han promocionado un ecosistema altamente exigente desde lo técnico y de las inversiones que se requieren para su procesamiento, lo que elevó a niveles absurdos el valor de un procesador (‘cerebro’) de empresas como Nvidia, así como los costos de adquisición para usuarios y empresas, DeepSeek se desarrolló con una fracción mínima en dinero comparada con ChatGPT y utiliza una porción muchísimo menor de procesamiento, con una potencia y eficiencia igual e incluso superior, algo que para el mundo entero no era posible.

O eso creíamos. Mientras que para el desarrollo del modelo 4 de ChatGPT se necesitaron 100 millones de dólares y 25.000 procesadores Nvidia, de los más poderosos, DeepSeek se creó con 6 millones de dólares y ocupó 2.000 ‘cerebros’ de la misma marca, incluso de una versión anterior, menos potente.

Dicho descubrimiento llevó a que en un día Nvidia perdiera 600.000 millones de dólares, casi el doble del PIB anual de Colombia en el 2023.

Encima de todo, el uso del modelo, que no es multimodal por ahora (es decir que solo se puede usar mediante texto, no con voz), es de uso gratuito y sus códigos de desarrollo se publicaron abiertos bajo la licencia libre del MIT, lo que la llevó, por un lado, a convertirse en la app más popular en descargas móviles en Estados Unidos.

Qué lo distingue

Lo que hasta hace poco decían ChatGPT, Google, Amazon, Microsoft y otras, de que para desarrollar y entrenar un modelo de lenguaje de inteligencia artificial se requería de mucho dinero y procesamiento, para que los cálculos matemáticos necesarios para entender, proyectar y responder las preguntas del usuario fueran eficientes y se pudiera luego entrenar a la IA en dicha técnica, DeepSeek, con el concepto matemático de escasez, lo contradijo al reducir dicha técnica y utilizar muchos menos recursos para la creación y entrenamiento de su modelo. Los parámetros que usa la IA de China son más eficientes, distintos a los de Open AI y Google, al tiempo que sus desarrolladores crearon un nuevo proceso de almacenamiento de datos relevantes en el procesador para reducir de manera impresionante el tiempo de respuesta.

¿El resultado? Una IA muy potente, eficiente y veloz, gratuita. La versión más reciente de DeepSeek recibe además imágenes, videos y documentos, los cuales puede procesar muy rápidamente para ayudarle al usuario con tareas relacionadas con dicha información (resumirla, reescribirla, crear nuevo contenido, extractar ideas, etc.).

También ofrece una función de búsqueda para el usuario que requiere información reciente o relacionada con un portal o dato preciso, así como una función de pensamiento profundo, en el reciente modelo R1 liberado, que toma mayores recursos de redes neuronales para analizar por partes un problema y responder con mayor contexto, análisis y conectores.

Ambas funciones también son gratuitas en la aplicación para Android y iPhone, mientras que en otras inteligencias son exclusivas de versiones de pago o en versiones de lenguajes antiguas y no tan potentes.

La batalla que plantea DeepSeek no es menor. Según Statista, el mercado de inteligencia artificial cerró el 2024 con 185.000 millones de dólares y se espera que crezca a los 830.000 millones en el 2030.

¿Es segura la nueva IA?

Al igual que todos los modelos gratuitos de inteligencia artificial (ChatGPT, Gemini, Perplexity, etc.), esta IA también capta datos del usuario como su nombre, correo, ubicación, teléfono y demás entregados a la hora de descargar y sacar una cuenta. También almacena las preguntas, contenidos, documentos, etc., que se le comparten, en “servidores seguros en China”. Por ahora no existe preocupación, aunque hay voces que se preguntan si el Partido Comunista Chino podría acceder a la información, algo que no se ha comprobado.

JOSÉ CARLOS GARCÍA R.

Editor Multimedia

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