¿De qué se pierde Durán? (Opinión)

hace 3 horas 10

Es hipócrita pretender que un trabajador pueda decirle NO a un salario de 20 millones de euros al año. Nadie en su cabales rechaza la mejor oferta que recibirá en su vida, sin importar la edad, el momento y menos el club. Es una obligación moral no dejarla pasar. La gloria no paga las cuentas.

Y ahí está el punto crítico de la decisión de Jhon Durán de dejar Aston Villa para ir a Al-Nassr: ¿qué está dejando? ¿por qué el luto? ¿es por qué se va de un equipo cuya máxima aspiración es ser cuarto de la Premier League y superar una primera fase de Champions League? Porque si a Vinicius le ofrecen el doble o el triple y él está en Real Madrid, o a Luis Díaz le coquetean estando en Liverpool, vale el mar de lágrimas. Pero la distancia entre Birmingham y Valdebebas o Anfield es sideral.

Y no solo eso. No hay que olvidar que el chico ya hizo la fila dos años en el Villa: 48 meses con sus días y noches detrás de Watkins, sabiendo que jamás lo desplazaría ante los ojos de Emery. ¿Qué más iba a esperar?

¿Se negó a llegar a un equipo más grande? Eso es incomprobable. Si alguno de ellos realmente lo hubiera querido habría hecho lo que los árabes, o lo que Klopp cuando quiso a Lucho: poner la plata en la mesa, no pedir rebaja y llevárselo. Punto. Pero quién le dice al chico que mientras espera uno o dos veranos no se lesiona, o se pelea de manera épica con Emery -con razón o sin ella- y lo sientan y se desvaloriza y se prolonga la agonía… y así hasta los árabes lo ignorarían.

Por eso lo de Durán es una brutal señal de inteligencia: capitalizó toda la vitrina de la Premier al llegar por 18 millones de euros e irse por ¡77!; usó la Champions para aflojar la billetera del jeque que le pagará 100 millones de euros en cinco años; se aseguró un tridente con Cristiano Ronaldo y Sadio Mané rindiendo a tope -privilegio que muy pocos equipos europeos podrían garantizarle-; está en el tren del título de Champions Asiática y en la próxima temporada, si todo va bien, irá por todos los títulos saudíes. El desarrollo de ese fútbol, que es notable, se disparará antes del 2034, cuando reciban la Copa Mundo que acaban de conseguir. Está visto que no reparan en gastos.

La diferencia hoy es que Durán, como antes había hecho Mbappé, entendió pronto que en esta industria el negocio es él, que quien lo quiera en unos años lo tendrá joven (26), millonario y con ganas de saber de qué se ha perdido, pero tendrá que pagar su precio. La tal gloria lo seguirá esperando después de Arabia porque, al final, el fútbol y el dinero son pasiones compatibles y complementarias… pregúntenle a la FIFA. ¡Chapeau Jhon Jader! A los 21 años ya entendiste todo.

Jenny Gámez

Editora de Futbolred

@jennygameza