Edward Furlong, conocido por su papel de 'John Connor' en 'Terminator 2: El juicio final', vivió un ascenso meteórico en Hollywood. A sus 13 años, su actuación en esta emblemática película lo colocó como una promesa de la industria cinematográfica, destacándose sin experiencia previa en actuación.
Conforme a los criterios de
En la historia, su personaje es perseguido junto a su madre, 'Sarah', por un 'Terminator' avanzado, el T-1000, interpretado por Arnold Schwarzenegger como un protector enviado del futuro. La cinta se convirtió en un éxito mundial y consolidó a Furlong como uno de los talentos jóvenes más prometedores.
Años más tarde, Furlong obtuvo otro reconocimiento importante al protagonizar 'American History X' (1999), película que reafirmó su talento y en la que Edward Norton fue ampliamente aclamado. Sin embargo, este mismo año comenzó el declive de su vida personal y profesional.
Fue denunciado por violencia doméstica por su entonces pareja, Jacqueline Domac, quien consiguió una orden de restricción y un acuerdo judicial que obligaba a Furlong a darle el 15 % de sus ganancias de los últimos tres años. Además, se hicieron públicos sus problemas con el alcohol y diversas drogas como heroína y cocaína, lo que lo alejó de papeles relevantes en el cine.
Un historial de problemas y escándalos personales
A partir de entonces, Furlong se distanció de la gran pantalla y, aunque volvió a la opinión pública en 2006 cuando se casó con la actriz Rachael Bella y se convirtió en padre, los problemas continuaron.
La relación con Bella terminó en 2009 con nuevas acusaciones de maltrato. Ella obtuvo una orden de restricción después de presentar un análisis positivo de cocaína de su hijo de seis años, prueba que realizó tras una visita del niño con su padre. La decisión judicial impidió a Furlong acercarse a su hijo, lo que marcó otro revés en su vida personal.
A lo largo de los años, Furlong desperdició su fortuna acumulada en su época de éxito y enfrentó diversas acusaciones, incluyendo conducir en estado de ebriedad en varias ocasiones. Sus episodios de violencia continuaron y, en 2021, fue arrestado por agredir a su exnovia, Monica Keena.
Tras este último incidente, fue sentenciado a 180 días de cárcel, aunque se le ofreció la libertad a cambio de ingresar a un centro de rehabilitación y pagar 31 mil dólares, un acuerdo que aceptó en lugar de cumplir su condena completa en prisión.
A sus 47 años, Furlong ya no participa en producciones cinematográficas de renombre. Aunque aún cuenta con el apoyo de fanáticos en redes sociales, especialmente en Instagram, donde suma más de 100 mil seguidores, sus esfuerzos por retornar al cine han resultado infructuosos.
La Nación (Argentina) / GDA
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.