Cada día en el puerto industrial de la ciudad de Ulsan, situada en el extremo sur de la península surcoreana, un barco con miles de autos del Grupo Hyundai zarpa rumbo a un nuevo destino.
Los buques que llegan al puerto de Buenaventura, el cual mueve el 44 por ciento del comercio exterior del país, se movilizan durante 35 días por las aguas del Océano Pacífico hasta arribar a suelo colombiano.
Una parte de los vehículos de las marcas Hyundai y Kia que circulan hoy en día por las calles colombianas recorren más de 9.000 millas desde que salen de la fábrica del grupo, la mayor planta de carros del mundo, hasta que pisan el asfalto local. Los otros llegan desde el Puerto de Santos de Brasil, el de Chennai en la India o el Bremerhaven en Alemania.
Un barco con miles de autos del Grupo Hyundai zarpa cada día. Foto:Hyundai
En el recinto de casi 5 kilómetros cuadrados, más de 35.000 empleados trabajan a toda marcha para fabricar al día alrededor de 4.200 autos. En total, la producción anual de la planta de Hyundai en Ulsan llega a 1,5 millones de unidades. Además, la compañía, una de las más grandes del país, cuenta con un muelle exclusivo en el cual pueden abordar al mismo tiempo tres barcos de grandes dimensiones de 76.000 toneladas.
Si bien el complejo de Ulsan está conformado por cinco fábricas, hay una sexta exclusiva de coches eléctricos que está en apenas construcción y la expectativa es que empiece a operar en el primer trimestre del 2026. “Es el comienzo del liderazgo de la era de la electrificación”, señaló el día de su anuncio Euisun Chung, presidente ejecutivo de Hyundai Motor Group.
La nueva planta, que tiene una inversión de unos 1.530 millones de dólares, ocupará 548.000 m² y tendrá la capacidad para producir hasta 200.000 vehículos eléctricos al año.
De la construcción a los carros
La historia de la planta de ensamblaje más grande del mundo se remonta a 1969. Pocos años después de su nacimiento, en 1975, la compañía empezó a desarrollar en masa el primer automóvil 100 por ciento surcoreano: el Pony, el cual exportaba cada vez a más países desde la ciudad costera de Ulsan. Después llegaron modelos globales como el Sonata, el Accent o el Electra, o ya más recientemente los eléctricos Ioniq.
“Los coches representan el nivel de tecnología industrial de un país; son banderas nacionales”, se puede leer en el museo de la compañía situado en la ciudad.
Sin embargo, el gigante Hyundai no comenzó ahí. Fue en 1947 que Chung Ju-Yung la fundó como una empresa de construcción y en sus primeros años se dedicó a desarrollar viviendas y proyectos de infraestructura en el país.
Eran años difíciles pues cuando la Guerra de Corea terminó en 1953 la Nación destruida por el conflicto con su vecina Corea del Norte tuvo que empezar un periodo de reconstrucción. En ese momento, fueron claves los grandes grupos empresariales dominados por familias como el de Hyundai, palabra que en coreano significa modernidad.
El astillero de Hyundai es el más grande del mundo. Foto:Hyundai
“Quise ayudar a reconstruir Corea para que mis hijos tuvieran una vida mejor”, repetía su creador Ju-Yung, quien nació en el seno de una familia de campesinos en Tongchon, ubicado en la provincia de Kangwon, hoy Corea del Norte.
Su deseo fue seguir diversificando la compañía y a principios de los años 70 decidió entrar al sector de la construcción naval pese a que el país no tenía desarrollada este tipo de industria pesada. Pronto construyó uno de los astilleros más grandes del mundo en un tramo de playa vacío en la costa de la bahía de Mipo en la ciudad de Ulsan.
Alrededor de 60.000 personas trabajan para producir buques de las grandes petroleras, portacontenedores, transportadores de gas natural licuado (GNL) o de gas licuado del petróleo (GLP). Entre sus clientes figuran algunos como ExonMobil, BP, Petrobras, Maersk, Qatargas o Pemex. Es como una ciudad dentro de la ciudad. A lo lejos, se vislumbran grúas gigantes que mantienen cada una de las piezas de las embarcaciones y que pesan cientos de toneladas, tal y como si volviéramos por unos segundos al pasado.
Pero no, esta es la realidad del reino de ‘Hyundai’, como bromean los vecinos. En Ulsan casi todo está relacionado con la compañía. Una gran parte de la población trabaja en ella, llegan a sus puestos de trabajo en motos o carros ensamblados por el grupo e incluso si se enferman van al hospital que construyó la propia empresa en el lugar.
Vehículos, la joya de la corona
La compañía se fue desarrollando al ritmo que el país iba creciendo y convirtiéndose en una potencia economía, que hoy tiene un PIB per cápita de alrededor de 31.000 dólares. Sin embargo, la crisis financiera asiática de 1998 le pasó factura y se vio obligada a dividir sus operaciones en empresas independientes.
Hoy en día, la de mayor proyección internacional es Hyundai Motor Group, compuesta por las marcas Hyundai y Kia. Este es el mayor fabricante surcoreano de automóviles y se ha convertido en el tercero más grande del mundo, solo por detrás de Toyota y Volkswagen.
En el 2024, la compañía vendió más de 4,14 millones de vehículos en el mundo. Foto:Hyundai
En medio de la incertidumbre por las tasas de interés y la inflación global, la compañía vendió más de 4,14 millones de vehículos en el 2024, de los que 3,4 millones se dieron fuera de Corea. El 8 por ciento de las ventas procedieron de los carros eléctricos, su gran apuesta a futuro. Además, cuenta con su marca de lujo Genesis.
Aparte de sus instalaciones en Corea del Sur, la compañía también tiene fábricas en Estados Unidos, China, India, República Checa y Brasil, desde donde exporta sus vehículos al resto del mundo.
Adicional a ello, en los últimos años Hyundai también se ha metido de lleno en la robótica y en la inteligencia artificial. De hecho, una de sus figuras estrellas es su robot de entrega DAL-e, el cual puede transportar artículos y hacer entregas rápidas gracias a sus sensores que van reconociendo a las personas.
Igualmente, también le han apostado a los ‘robotaxis’ que son coches de conducción autónoma sin conductor que esperan poder extender en un futuro no tan lejano, a las soluciones de robótica diseñadas para mejorar la movilidad o las que están destinadas para ayudar en temas médicos a las personas que no pueden caminar o moverse, entre otros.
DAL-e, un robot de entrega diseñado para servicios autónomos en interiores. Foto:Hyundai
Su papel en Colombia
En Colombia, según los datos del reporte de diciembre de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), la marca Hyundai (representada por el Grupo Astara) cerró el 2024 en el noveno lugar de ventas con 1.228 matrículas, un 94,9 por ciento más que en el 2023.
Según su directora de marca, Adriana Casadiego, gran parte de este éxito se debe a la alta demanda que han tenido modelos como su camioneta Kona, en las versiones gasolina e híbrida; la SUV Tucson 4x2 y 4x4 y la línea HB20 en las versiones hatchback y sedan.
“El impresionante crecimiento que hemos experimentado también es una evidencia clara de que los colombianos aprecian y reconocen la tecnología de vanguardia, el diseño y la calidad de usuario ofrecida en nuestros vehículos. Esperamos mantener la participación de 4 por ciento del mercado de vehículos livianos”, señala.
Este crecimiento contrasta con el leve aumento de 7,7 por ciento que tuvo el mercado en general el año pasado. El sector automotriz se vio afectado a comienzos de año por las altas tasas de interés y los elevados precios de los vehículos, causados por la fuerte depreciación del peso colombiano. Sin embargo, en los últimos meses empezó a recuperarse gracias a las mejores tasas ofrecidas por los bancos, al reposicionamiento de precios de varios modelos de distintas marcas, a los grandes descuentos derivados de la apreciación del peso y a la introducción y mayor disponibilidad de los vehículos híbridos.
La marca Hyundai (representada por el Grupo Astara) cerró el 2024 en el noveno lugar de ventas. Foto:Hyundai
Atrás quedaron los días duros para la imagen de la marca Hyundai en Colombia debido al millonario pleito que se llevó a cabo por años entre la firma del empresario Carlos Mattos, quien por 25 años tuvo la representación en el país, y la casa matriz de la compañía en Corea.
Hay que recordar que en 2015 la representación se le dio a la empresa Neocorp, del grupo ecuatoriano Eljuri, pero esta no pudo durante un tiempo comercializar porque Mattos demandó para que los carros Hyundai solo pudieran venderse a través de su compañía.
*Visitamos la planta de Ulsan en Corea del Sur gracias a la invitación de Hyundai.